Misiles contra Leópolis y tropas rusas en Mariupol

EEUU advierte sobre riesgo de un ataque nuclear

Roma, Italia, 18 MAR – Misiles rusos caían sobre Leópolis y Kiev, mientras las tropas rusas entraban en Mariupol, en una jornada en la que Estados Unidos habló de riesgo de ataque nuclear y la avanzada del Kremlin se hizo más feroz.

En el día 23 de la invasión rusa, misiles del Ejército de Putin impactaron en el aeropuerto de la ciudad de Leópolis, muy cerca del centro que recibe a las pocas delegaciones extranjeras que quedan en Ucrania, incluida la italiana.

Kiev también sufrió nuevos bombardeos en áreas residenciales y en el frente sur las tropas de Moscú se abrieron paso en Mariupol.

De ese modo, mientras continúan las negociaciones, no hay señales de desescalada sobre el terreno, al contrario.

Por ese motivo, Estados Unidos se prepara para el peor escenario, es decir, la amenaza nuclear por parte de Moscú si la guerra continúa durante mucho tiempo. Las sirenas de alarma en Leópolis sonaron en las primeras horas de la mañana.

Inmediatamente después se alertaron tres fuertes explosiones en la zona del aeropuerto civil, en el suroeste de la ciudad.

Las autoridades locales confirmaron el ataque: seis misiles, dos interceptados por antiaéreos, que alcanzaron una fábrica de reparación de aeronaves cerca del aeropuerto civil.

No está claro si ése era el objetivo de los rusos, y no se reportaron muertes, pero la instalación estaba ubicada a menos de un kilómetro de un área residencial y seis del centro de la ciudad.

Hasta ahora, los rusos solo habían atacado en las áreas vecinas, tocando las fronteras de Polonia, por lo tanto de la Unión Europea y de la OTAN. El asedio también continuaba en Kiev.

De hecho, nuevos atentados en el distrito de Podolsk, al norte del centro, alcanzaron seis casas, guarderías y una escuela.

El saldo fue de un muerto y 19 heridos, incluidos 4 niños, denunció el alcalde Vitali Klitschko, quien mostró imágenes de los edificios destruidos.

Otro misil impactó en un edificio de la ciudad.

Las maniobras para cercar la capital seguían, según constató el Ministerio de Defensa ucraniano, e informó que los rusos quieren tropas de refuerzo de los distritos central y oriental.

Se reportó, asimismo, un avance significativo del Ejército en Mariupol.

Las fuerzas rusas, tras tres semanas de misiles y redadas, consiguieron entrar en la ciudad con el apoyo de las milicias separatistas del Donbás, y le pidieron a los ucranianos que se rindieran a cambio de sus vidas.

“Las batallas entre tanques y ametralladoras llegaron al centro y todos se esconden en los búnkeres”, confirmó el alcalde de la ciudad, donde “más del 80% de los edificios residenciales están dañados o destruidos”.

Para los 300.000 residentes no hubo ni un momento para celebrar el milagro del teatro-refugio, donde parece que todos los desplazados quedaron ilesos tras el bombardeo de los últimos días. Además de Mariupol, Mykolaiv es el segundo objetivo de Moscú en el Mar Negro para alargar la franja territorial desde Crimea a través del Donbás.

Un nuevo ataque con misiles pesados ;;contra unos cuarteles de la periferia provocó una masacre: al menos 45 muertos.

Las estructuras golpeadas se utilizaron para entrenar a los soldados que hasta ahora lograron repeler los intentos rusos de tomar la ciudad. El frente sur se confirmó como uno de los más peligrosos incluso para quienes intentan narrar esta guerra.

A tal punto que una periodista ucraniana, Victoria Roshchyna, lleva seis días desaparecida en Berdiansk, a 80 kilómetros de Mariupol.

Según su emisora, Hromadske TV, está “capturada” por los servicios rusos del FSB.

Las dificultades en el avance ruso, según la inteligencia británica, confirman los problemas logísticos del ejército de Putin.

Los continuos contraataques ucranianos, según Londres, “están obligando a Rusia a redirigir un gran número de tropas para defender sus líneas de suministro, lo que limita su potencial ofensivo”.

Tanto es así que el gobierno de Kiev llegó a apostar a que la guerra terminará en “2-3 semanas, con la derrota rusa”.

Pero para Estados Unidos, el debilitamiento de los invasores puede tener consecuencias potencialmente devastadoras.

Si la guerra continúa, “disminuyendo la fuerza convencional” de Moscú, los servicios del Pentágono creen “probable” que pueda dar como respuesta una “confianza progresiva en su disuasión nuclear, para proyectar fuerza interna y externa”. (ANSA).