Ordenan detención del escritor Sergio Ramírez

Renunció al FSLN en 1995 y vive en el exterior

 MANAGUA, NICARAGUA, 9 SEP. 2021 — La justicia nicaragüense pidió la detención por “conspiración” del escritor Sergio Ramírez, ganador del Premio Cervantes 2017, el más importante del mundo literario español:. Lo informaron fuentes judiciales.

Además de “conspiración”, el excolaborador del presidente Ortega está acusado de “discurso de odio”, cargos que se utilizan a menudo contra miembros de la oposición o candidatos en las elecciones presidenciales de noviembre.

Ramírez también está acusado de haber recibido fondos de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y de la Fundación Luisa Mercado con el objetivo de “desestabilizar” el país.

Ramírez, de 79 años, quien estuvo con el Frente Sandinista de Liberación Nacional del presidente Ortega desde 1995, salió de Nicaragua en junio pasado luego de ser escuchado como testigo en la investigación de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro.

El gobierno nicaragüense ya acusó a unos 34 miembros de la oposición, incluidos siete candidatos presidenciales, de conspiración contra el estado, en base a leyes aprobadas por el Parlamento en diciembre pasado.

“Jamás me será impuesto el silencio; mis únicas armas son las palabras”, dijo Ramírez en respuesta a las acusaciones de la Fiscalía.

El escritor difundió un vídeo en el que rechaza las acusaciones.

“Daniel Ortega me acusó a través de la Fiscalía controlada por él y de jueces que responden a él, de los mismos delitos que pretendieron justificar la detención y encarcelamiento de muchos nicaragüenses dignos y valientes”, explicó.

Ramírez recordó que ya en 1977 la familia Somoza lo acusaba “de delitos similares a los que se les imputan hoy”, y esto mientras “yo luchaba contra esa dictadura, como ahora lucho contra esta otra”.

“Las dictaduras – comentó finalmente – carecen de imaginación y repiten sus mentiras, sus maldades, sus odios y sus caprichos.

Encarnan los mismos delirios, la misma obstinación ciega por el poder y la misma mediocridad de quienes, con herramientas represivas en la mano y habiendo perdido todos los escrúpulos, se creen también dueños de la dignidad, conciencia y libertad de los demás”.

El autor de “Castigo divino”, que se desempeñó como vicepresidente del país en el primer mandato de Daniel Ortega (1985-1990), renunció en 1995 al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) por posiciones políticas irreconciliables. (ANSA).