A contrarreloj: líderes del G7 discuten las evacuaciones en Afganistán

KABUL, AFGANISTÁN, 24 AGTO. 2021 — Este martes 24 de agosto, los líderes del G7 se reúnen virtualmente para tratar la nueva realidad de la sociedad afgana, ahora en manos del Talibán, entre otros asuntos de carácter global. Los líderes de las siete potencias más industrializadas del mundo discutirán sobre la ayuda humanitaria y la marcha de los operativos de evacuación desde Kabul, con el 31 de agosto como fecha límite para la retirada de las tropas estadounidenses del país asiático cada vez más cerca.

Presión entre las potencias aliadas, continuas llamadas telefónicas entre dirigentes y una evacuación a contrarreloj en medio de una inminente crisis humanitaria. El ascenso al poder del Talibán en Afganistán ha puesto a las principales potencias del mundo contra las cuerdas y al país asiático en el foco mediático mundial.

Tanto es así que este martes 24 de agosto se espera que el tema sea el eje central de la reunión virtual de los líderes del G7. La reunión extraordinaria dista mucho de la celebrada hace dos meses, cuando los líderes de las siete democracias más industrializadas del mundo se reunieron bajo el sol del verano en la costa suroeste de Inglaterra y celebraron, entre otras cosas, el regreso de Estados Unidos al multilateralismo. 

Con un motivo mucho más sombrío ahora, la creciente crisis de refugiados en Afganistán, el colapso del Gobierno y el temor a un resurgimiento del terrorismo de origen afgano, han forzado a convocar una reunión, y este delicado tema amenaza con romper la unidad del bloque.

Siguen los esfuerzos para lograr una extensión a pesar de la negativa talibán 

La evacuación de occidentales y de afganos desde el corredor abierto en el aeropuerto Hamid Karzai, controlado por los estadounidenses, y que debe terminar el 31 de agosto como fecha límite para la retirada de las tropas extranjeras, ha generado mucho malestar entre los solicitantes de asilo, los extranjeros y los países encargados de la evacuación. 

Y aunque Biden se ha mantenido reacio a la posibilidad de alargar su presencia en el país, aunque no la ha descartado tajantemente, la respuesta de los talibanes ante este escenario fue lo que acabó de sepultarla.

“Si Estados Unidos o el Reino Unido piden más tiempo para continuar con las evacuaciones, la respuesta es no. O habrá consecuencias”, declaró Suhail Shaheen, un portavoz talibán, al canal británico ‘Sky News’, con una amenaza velada que podría generar problemas de seguridad para la potencia occidental.

Desde el eje occidental, potencias como Reino Unido se han mostrado proclives a apoyar a Estados Unidos si su Ejecutivo decide prolongar las misiones de evacuación más allá de la fecha límite. Pero, tras la declaración de los talibanes al respecto, parece que las dudas han llegado a la mayoría de gabinetes de Gobierno europeos a pesar de su promesa de “apoyo” a la población afgana. 

Así lo expresó el ministro británico de Defensa, Ben Wallace durante una entrevista con el canal de televisión británico ‘Sky News’ antes de la reunión del G7.

“Creo que es improbable. No solo por lo que dijeron los talibanes, sino también al ver las declaraciones del presidente (de EE.UU., Joe) Biden”, señaló Wallace, mientras indicaba que el Reino Unido ha evacuado a unas 8.600 personas de Afganistán entre nacionales británicos, afganos vinculados a las fuerzas aliadas y ciudadanos de otros países en los últimos 15 días.

Por su parte, Francia anunció que, si Estados Unidos mantiene su fecha de retirada de Afganistán para el 31 de agosto, cerrará este jueves el puente aéreo creado para evacuar a afganos y extranjeros desde Kabul. Una estrategia que los expertos entienden como una manera de ejercer presión sobre su socio norteamericano para que alargue el plazo.

Por ahora, Francia ha evacuado a cerca de 2.000 personas desde Kabul, pero hay otros vuelos en preparación entre la capital afgana, la base aérea que Francia tiene en los Emiratos Árabes Unidos y el aeropuerto de Charles de Gaulle.

Por su parte, se estima que Estados Unidos ha evacuado al menos a 10.400 naturales del país y colaboradores afganos, pero son muchos los que todavía esperan a ser trasladados y estar a salvo de una posible persecución por parte de los talibanes.

No obstante, el poco tiempo restante para llevar a cabo la operación ha generado que se empiece a diferenciar entre estadounidenses y afganos en cuanto a la prioridad de evacuación. Según un funcionario del Departamento de Estado, los colaboradores afganos fueron rechazados este lunes en el aeropuerto por funcionarios estadounidenses que dieron prioridad a los titulares de pasaportes y visas de Estados Unidos en los últimos días.

Una acusación que el Departamento de Estado ha negado y ha sostenido que su prioridad es “sacar al mayor número de personas del país”, según el periódico ‘The New York Times’. 

En total, los países que han evacuado a unas 58.700 personas en los últimos 10 días trataban de cumplir el plazo acordado anteriormente con los talibanes para la retirada de las fuerzas extranjeras, según informaciones de la OTAN.

Por el momento, los esfuerzos para prolongar la evacuación no han cesado. Desde el Ejecutivo estadounidense aseguraron que no era “imposible” pero que era “poco probable” conseguir trasladar a todos las personas que tienen previstas antes del 31 de agosto.

Estos intentos podrían explicar por qué el director de la CIA, William J. Burns, mantuvo una reunión secreta en Kabul el lunes con el líder de facto de los talibanes Abdul Ghani Baradar, en la que trataron la delicada situación creada en la capital afgana, según el diario ‘The Washington Post’. Algunos politólogos consideran que la negativa de alargar el plazo por parte del Talibán es una estrategia para obligar al bloque de Occidente a reconocer su Gobierno, clasificado como ‘de facto’ por el momento.

Ese será otro tema sobre la mesa del G7: la relación con los nuevos gobernantes de Kabul y si se opta por la interlocución en casos concretos o por un reconocimiento formal del régimen de los talibanes. Al respecto, Alemania expresó que el diálogo es imprescindible para terminar una evacuación exitosa -el país gobernado por Angela Merkel ya ha trasladado al menos a 3.900 personas-. Este martes, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, apeló por buscar conversaciones y “vías civiles” con el Talibán.

También se prevé que en la reunión los líderes del G7 traten temas como la gestión del nuevo flujo migratorio de afganos, con miedo a que se repita una nueva crisis de refugiados similar a la de 2015.

Millonario apoyo humanitario para los afganos

La situación humanitaria en Afganistán, con el caos social que ha comportado, es delicada. De hecho, la OMS advirtió que solo tiene suministros suficientes para atender la crisis humanitaria durante “una semana”. 

El director regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Mediterráneo Oriental, Ahmed al Mandhari, dijo que el contenido de su base en el país se está terminando. Además, señaló que debido a la situación de la nación, es muy difícil organizar convoyes con ayuda humanitaria.

Por eso, la Unión Europea decidió aumentar su presupuesto de ayuda para Afganistán a más de 200 millones de euros frente a los 57 millones había planteado inicialmente para el año 2021. Una financiación que se añadirá a las contribuciones individuales que está haciendo cada Estado miembro para apoyar a la población afgana.

“Durante la reunión de hoy con los líderes del G7 anunciaré un aumento en el apoyo humanitario para los afganos, en y alrededor del país”, dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, a través de redes sociales.

Otros dirigentes europeos, como Boris Johnson, han pedido trazar una línea común para dar una respuesta “consensuada” entre todos los miembros del G7 para garantizar que Afganistán siga recibiendo ayuda humanitaria aún después de que las tropas occidentales abandonen el país.

La “línea roja” de Naciones Unidas

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU convocó una reunión de urgencia este 24 de agosto para abordar la situación de Afganistán. En ella, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos aprovechó para dirigirse a los líderes del G7 antes de su reunión y pedirles que mantengan los corredores para salida de refugiados y migrantes afganos.

Son muchos los afganos que temen represalias por parte del Talibán y la vuelta a la versión dura de la ley islámica -o sharia- que los talibanes aplicaron cuando estaban en el poder de 1996 a 2001, con especial violación a los derechos fundamentales de las mujeres y repetidos atentados contra la libertad de expresión.

“Una línea roja fundamental será el trato de los talibanes a las mujeres y las niñas”, advirtió Bachelet desde Ginebra.

Según la máxima responsable de derechos humanos de la ONU, el organismo tiene a su disposición informes de graves violaciones cometidas por los talibanes como ejecuciones de civiles y represión contra las mujeres.

Día a día, se siguen registrando escenas de gente desesperada por salir del país que se amontona en el aeropuerto de Kabul. Muchos no saben si lo lograrán y cuál será la posición de Occidente sobre su futuro.

Pero lo cierto es que ni las propias potencias del G7 han definido todavía sus líneas de actuación y todavía quedan muchas dudas por resolver sobre cómo se seguirá prestando ayuda humanitaria, cómo se coordinará el asentamiento de los afganos fuera de su país y qué relación tendrán con el recién estrenado Gobierno talibán.

France24, con AP, Reuters, EFE y medios locales