Washington envía armas y Moscú amenaza

Los que las lleven “serán objetivo legítimo”, avisa el Kremlin

El FGM-148 Javelin es un misil antitanque y portátil desarrollado en Estados Unidos.

Roma, Italia, 12 Mar 2022.- Washington envía nuevas armas a Kiev, pues sofisticados sistemas antiaéreos y antitanques están en camino, ante lo cual el gobierno de Moscú avisó que quienes las trasladen serán un “objetivo legítimo”.

En efecto, el presidente estadounidense, Joe Biden, aceleró las acciones en apoyo a Kiev y estaba listo para enviar nuevas cargas de armas de última generación y asegurar así un vigor renovado a la resistencia ucraniana contra el invasor.

Los primeros envíos ya habrían partido, mientras la tensión entre Washington y Moscú crece minuto a minuto, y con el riesgo de provocar una escalada con consecuencias impredecibles.

Además, la presión sobre el presidente estadounidense, llamado por muchos a hacer más en el campo de batalla, se intensifica cada hora.

Sobre todo después de la confusión por los Mig-29 que Polonia no pudo enviar a Ucrania por la negativa del Pentágono de hacerlos pasar oir una base estadounidense en Alemania.

Un movimiento considerado demasiado peligroso por Washington, aunque le valió una infinidad de críticas.

Por ese motivo, Biden pretendió enviar una nueva señal concreta de ayuda a las fuerzas ucranianas, de acuerdo con la OTAN y con los aliados europeos.

Tanto que el Congreso asignó fondos de 3, 5 mil millones de dólares para suministrar a Kiev equipos y vehículos militares adicionales.

Pero el Kremlin, que hasta ahora evitó atacar los convoyes de armas enviados por occidentales, ya no parece estar dispuesto a quedarse quieto.

Así, el viceministro de Defensa ruso, Sergei Ryabkov, lo dejó claro: a partir de ahora se corre el riesgo de “graves consecuencias”, con las columnas portando sistemas antiaéreos y antitanques que serán considerados por las tropas moscovitas como “objetivos legítimos”. Y es de creer que los rusos hablen en serio esta vez, dado que el armamento en cuestión es el que ya demostró ser fundamental para contener y frenar el avance de las fuerzas de ocupación en estos primeros diecisiete días de guerra.

Esos son los mortíferos misiles Stinger, que a través de lanzacohetes portátiles también pueden derribar aviones enemigos.

El FIM-92 Stinger​ es un misil tierra-aire rastreador infrarrojo diseñado en los Estados Unidos.

O el letal Javelin, un arma antitanque con un sistema automático de guiado por infrarrojos que permite a los misiles localizar el objetivo y centrarlo siguiendo el calor de los motores.

Luego están también los morteros de última generación, que lanzan cohetes de corto alcance capaces de infligir enormes daños a los vehículos de los invasores.

La Casa Blanca, por su parte, volvió a rechazar la petición de algunos miembros del Congreso de poner también a disposición de Kiev aviones y drones para romper la supremacía aérea rusa. Sin embargo, hay un aspecto que preocupa al Pentágono, cuyo jefe, Lloyd Austin, estará en las próximas horas en Bruselas y Eslovaquia: se trata del hecho de que un armamento tan sofisticado pueda acabar en manos de las fuerzas moscovitas y ser trasladado también a los separatistas prorrusos que combaten en la región de Donbass.

Hay precedentes, recuerdan los expertos, como las armas enviadas a los muyahidines en Afganistán para luchar contra los rusos en las décadas de 1980 y 1990, y luego acabaron o quedaron en manos enemigas. (ANSA).