Miramar: incidentes en la marcha por el crimen de Luciano Olivera

Familiares y amigos del adolescente asesinado de un balazo en el pecho por policías marcharon por las calles de la ciudad reclamando justicia. Al llegar a la comisaría un grupo de personas agredió a los agentes, quienes respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos para dispersarlos.

MIRAMAR, BUENOS AIRES, ARGENTINA, 11 DIC. 2021 — Familiares, amigos y vecinos de Luciano Olivera, el adolescente asesinado por policías, se manifestaron esta viernes en el centro de la ciudad balnearia de Miramar en reclamo de Justicia y protagonizaron incidentes al llegar a la comisaría, donde arrojaron piedras y bombas molotov contra los agentes, quienes respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos para dispersarlos.

Los incidentes comenzaron minutos antes de las 19, cuando los manifestantes llegaron a las inmediaciones de la seccional que era resguardada por medio centenar de efectivos de Infantería, y de la cual también habían sido retirados todos los patrulleros por prevención.

En esas circunstancias, un grupo se desprendió de la concentración y comenzó a arrojarles piedras y hasta una bomba molotov a los uniformados, quienes se agruparon con sus escudos.

Luego, el personal de infantería comenzó a dispararles balas de goma a los manifestantes, hasta que otra formación avanzó por uno de las calles laterales de la comisaría y lanzó gases lacrimógenos para terminar de dispersar a los manifestantes -entre los que se encontraba el padrastro de la víctima-, hasta que otra formación avanzó por uno de las calles laterales de la comisaría y lanzó gases lacrimógenos para terminar de dispersarlos.

Algunas personas también violentaron un paseo de compras ubicado en las inmediaciones y que había cerrado sus persianas minutos antes.

Entre quienes marcharon se encontraba el secretario de Derechos Humanos del partido de General Alvarado, Fernando Biscioti.

Luego, los manifestantes se desplazaron hacia la municipalidad, donde otra vez un grupo menor comenzó a arrojar piedras y rompió vidrios del frente del edificio.

Nuevamente efectivos de infantería se situaron en el lugar y volvieron a reprimir con gases lacrimógenos y balas de goma, hiriendo a siete de los manifestantes en sus piernas y el rostro.

Por el efecto de los gases, muchas de las personas fueron hacia la plaza de enfrente de la municipalidad para tomar agua y refrescarse

Minutos antes de las 21 se reavivaron los incidentes, luego de que los manifestantes lanzaran hacia el frente de la municipalidad tres neumáticos que habían prendido fuego, lo que provocó destrozos también en el concejo deliberante, ubicado al lado.

Eran unas 50 personas, que a las piedras les sumaron botellas de vidrio que recogieron de la basura, y luego la Policía volvió a avanzar y a efectuar disparos de posta de goma para liberar la zona, que pasadas las 21.30 había recuperado la calma.

En ese mismo lugar céntrico de Miramar se había convocado a la marcha para las 17, pero media hora antes los vecinos comenzaron a concentrarse en la esquina de calle 21 y 26.

Con aplausos incesantes que se prolongaron por más de 10 minutos, familiares y amigos de la víctima exhibieron una gran pancarta con la leyenda “Justicia por Luciano Olivera. Basta de gatillo fácil”.

Con el correr de los minutos y sin dejar de aplaudir, comenzaron los gritos de “asesinos” e insultos de todo tipo a la Policía.

“Era el nieto del corazón desde los cuatro años, era muy compañero, yo tengo una distribuidora y era mi ayudante, siempre estaba conmigo para todos lados. Es algo muy triste”, dijo Carlos Benavídez, abuelo de la víctima.

El hombre aseguró que el policía Maximiliano González conocía a Luciano porque “vive a dos cuadras” y que ayer en su cumpleaños usó el patrullero para ir a su casa a festejar.

“Llegó a la noche en el móvil y lo subió a la vereda de la casa, después salió con el móvil de vuelta a seguir trabajando”, sostuvo Carlos, y añadió: “No tengo explicación porque en la filmación se vio que le tiró a matar”.

Además, el abuelo descartó que se le haya escapado el disparo como según dio su versión el efectivo González.

Por último, el hombre indicó que a su nieto era una persona “excelente” al que le “le encantaba el fútbol” y al que lo había ido a ver a jugar a Mar del Plata con su madre.

Los manifestantes continuaron la movilización desde la plaza principal hasta unas siete cuadras al llegar a la peatonal y la costa, y luego se detuvieron en las inmediaciones de la comisaría, donde se produjeron los incidentes.

Durante la mañana, los vecinos también habían protagonizado disturbios cuando arrojaron piedras contra la comisaría local.

En ese momento, los policías dispararon postas de goma e hirieron a varios manifestantes, entre ellos algunos familiares de la víctima que recibieron impactos en el cuello y en la espalda.

Fuentes policiales aseguraron que Asuntos Internos abrió una investigación para determinar si existió algún tipo de abuso por parte de los policías y secuestró las armas utilizadas por los efectivos policiales.

Además, ordenó un relevamiento de las cámaras de seguridad para identificar a los policías que dispararon.

Quién era Luciano Olivera, el joven futbolista asesinado por policías en Miramar

Luciano Olivera era un futbolista de 16 años, oriundo de la ciudad balnearia de Miramar, que murió de un disparo en el pecho efectuado por un oficial de la Policía Bonaerense cuando volvía de jugar a la pelota y se encontró con un control policial sobre la avenida 9, entre las calles 32 y 34, del mencionado distrito.

Por el momento, son varios los interrogantes que rodean el hecho que culminó con su muerte. El chico circulaba en moto cuando intentó huir del control y al uniformado se le habría “escapado el tiro” cuando quiso disuadirlo. Su familia halló el cuerpo instantes después, en la escena del crimen.

El adolescente vivía junto a su mamá, su padrastro y una hermana pequeña en una casa del barrio Parquemar de esa localidad del Partido de General Alvarado.

La tía de la víctima contó que el policía imputado en el caso vive a solo cinco cuadras de la casa que habita la familia y que su sobrino “se asustó” al ver el control porque no tenía registro para conducir la motocicleta.

Luciano jugaba en la sexta división del Club Once Unidos de Miramar, desde donde expresaron un profundo pesar al poco tiempo que se conoció sobre su deceso.

“Lamentablemente recibimos esta noticia que nos invade de tristeza. Si “ayer ” estabas con nosotros cantando y festejando y hoy en un abrir y cerrar de ojos nos enteramos lo peor”, escribieron en la cuenta de Facebook del club.

“Injusto por lo que pasaste, injusto quien arrebató tu vida. Nunca vamos a olvidarte Lu. Te lo juramos”, añade el comunicado.

Por su parte, su tía dijo que “lo mataron de la nada” y la familia está “arruinada”. “Esas cosas no se hacen, de sacar un arma y pegarle un tiro a alguien”, continuó, al mismo tiempo que definió a Luciano como “un buen chico, que iba a la escuela y no tenía maldad”.

Interviene en su causa la fiscal Ana María Caro, quien dispuso la detención del agente acusado, el cual fue identificado como Maximiliano Abel González, de 25 años de edad.