Descuartizamientos en Rosario: investigan a un narco que prometió “cortar en pedazos” a rivales

La Justicia determinó que tenían 29 y 44 años, y que los cuerpos fueron seccionados de forma “bastante prolija”, según informaron fuentes judiciales.

ROSARIO, SANTA FE, 23 DIC 2020 – La Justicia rosarina intenta determinar si los dos hombres hallados descuartizados en tres contenedores en la ciudad de Rosario fueron víctimas de una venganza narco, e investiga un audio que un preso en una causa por tráfico de drogas le envió a su cuñado, en el que dice que va a usar una motosierra contra sus contendientes y agrega: “fijate cómo los voy a cortar en pedazos”.

Las víctimas

Los investigadores identificaron a las víctimas como Jorge David Giménez (29) y Víctor Martín Baralis (44), cuyos cadáveres descuartizados fueron encontrados el martes distribuidos en tres contenedores de residuos en la zona sur de la ciudad.

Según dijeron voceros de la investigación, Giménez tenía antecedentes por drogas y Baralis por amenazas y portación ilegítima de arma de fuego, mientras que la autopsia determinó que el último había recibido un disparo en la cabeza.

El vocero de la Fiscalía Regional Rosario, Sebastián Carranza, aseguró que ambos hombres asesinados “se conocían, andaban juntos y se frecuentaban” y agregó que “se libraron actuaciones para conocer el origen de esa relación entre ambos y las posibles vinculaciones con organizaciones delictivas”.

La investigación de los audios

Una de esas pistas que evalúa el fiscal del caso, Patricio Saldutti, es un audio que se difundió en una audiencia imputativa realizada el martes al jefe de la banda “Los Gorditos”, un joven que está preso llamado Brian Gabriel Bay (22); sus hermanas Aldana (26) y Flavia (28) y otros dos miembros del grupo, Claudio Gustavo Ríos y Sebastián Eduardo Aguirre.

El audio fue captado el 8 de octubre pasado en una causa en la que se investiga a la banda por extorsiones y amenazas, por las que recibieron 200.000 pesos en efectivo de una víctima, a la que luego el reclamaron 400.000.

En esa escucha, Bay le dice a Aguirre: “Escúchame de paso van a buscar el tornado y de paso matamos a un par de zombies, me voy a llevar a uno”, a lo que su interlocutor le responde: “Y, uno hay que llevarse cuñado”.

Bay agrega: “No, uno me voy a llevar…te mando un video con una motosierra, fíjate como lo voy a cortar en pedazos bien a lo mexicano, le voy a dar”, según la escucha a la que accedió Télam.

Más adelante, desde la cárcel Coronda, Brandon Bay dice “poné los pibes en autos, me entran a buscar la moto y se llevan a uno y lo mando a cortar en pedazos, y que se vayan de la casa, le mando un video así con la motosierra ahí, pam pam, cortándolo en pedacitos que se vayan de la casa (…) que se vayan todos de mi barrio”.

Esas conversaciones se convirtieron en una pista posible en la pesquisa por el hallazgo de los dos cuerpos descuartizados, aunque el fiscal Saldutti aclaró hoy que “no se descarta ninguna hipótesis”.

Las hermanas del “Gordo” Bay, Aldana y Flavia, fueron detenidas el último sábado en el barrio Saladillo, el mismo donde ayer aparecieron los cuerpos descuartizados de Giménez y Baralis.

La banda señalada como autora
En la audiencia de este martes en la que fueron imputadas, los fiscales Valeria Haurigot y Pablo Socca indicaron que el jefe de la organización es el “Gordo”, quien imparte las órdenes desde la cárcel, que son ejecutadas extra muros por las dos jóvenes y su madre, Érica Altamirano, además de Aguirre y Ríos, considerado “sicario de la organización”.

Originaria de la Villa Flamarión, en la zona sur de Rosario, la banda narco de “Los Gorditos” expandió su alcance hasta la localidad de San Lorenzo, 35 kilómetros al norte de esa ciudad.

Según los fiscales, “esta organización criminal procuró ocupar sectores de la ciudad de San Lorenzo y excluir de allí a otras bandas antagónicas”, lo que explica tres homicidios ocurridos este año en una disputa narco.

“Para llevar a cabo ese objetivo los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos, entre otros, la sustracción de vehículos, robos a viviendas, homicidios, lesiones, atentados contra las personas, amenazas y venta de estupefacientes”, señalaron en la acusación.

Y recordaron que “contaron con la connivencia de algunas personas integrantes de la Gendarmería Nacional y de la Policía de la Provincia de Santa Fe, que con su accionar al menos facilitaron la comisión de delitos”.