Un nene de cinco años se fracturó el cráneo al caer en el sótano de una confitería en Saavedra

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 8 DIC 2020 – Un nene de cinco años sufrió una fractura de cráneo tras caerse este domingo dentro del sótano de una cafetería, ubicada en el barrio de Saavedra, y permanece internado en Hospital Elizalde en grave estado. El hecho ocurrió durante la tarde del domingo, en el local Whoopies, donde el pequeño Máximo ingresó junto a sus padres para comprar unas donas.

De acuerdo al parte médico, el niño posee fractura occipital, lesiones encefálicas y permanece internado en terapia intensiva.

“Así estaba mi hijo hoy a la tarde y ahora esta así. Local Whoopies en Roque Pérez y García del Río. Tenían abierto el sótano y mi hijo cayó adentro. Tiene fractura de cráneo y está internado”, posteó su papá junto a una foto donde el pequeño posaba sonriente, seguida por una imagen de su hijo entubado en la cama de terapia intensiva del Hospital de Niños Pedro Elizalde.

El incidente ocurrió en cuestión de pocos minutos: mientras su papá estaba en el mostrador comprando unas donas, Máximo pidió ir al baño y, al salir, no advirtió que la tapa del sótano, que se encuentra en el centro del salón, estaba abierta, por lo que cayó aproximadamente unos dos metros por debajo del nivel del suelo.

“Él pisa en falso, se pega la pera en la punta y cae para adentro. Se cayó seco y tuve que bajar a buscarlo por las escaleras. Caminé una cuadra con él ensangrentado, me subí al auto y lo llevé al Pirovano, donde lo atendieron de maravilla”, relató Mariano, su papá, al sitio Saavedra Online. En ese hospital el niño recibió las primeras atenciones y luego fue trasladado al Elizalde, en el barrio porteño de Constitución.

Tras el hecho, la familia y vecinos denunciaron que el local siguió trabajando por la tarde y por la noche, como si nada hubiera ocurrido. Este lunes, luego de una protesta frente al negocio, decidieron no abrir. “El local no va a volver a abrir mientras mi hijo siga en terapia intensiva”, aseguró Mariano. Por su parte, el dueño de Whoopies Saavedra, Mariano Améndola, explicó que decidió permanecer abierto “por si volvía el padre para que los empleados tomaran contacto con él”.