
Santiago de Chile, 17 de noviembre de 2025 (EFE).- La oposición chilena fracasó en su intento de hacerse con el control del Senado y del Parlamento pese al fuerte aumento de la ultraderecha, en unas elecciones legislativas celebradas este domingo que convirtieron al Partido de la Gente (PDG), del populista Franco Parisi, en la formación bisagra.
Con cerca de 15,7 millones de chilenos llamados a las urnas, el país eligió 23 nuevos senadores —de un total de 50— en siete de las 16 regiones del territorio nacional, así como a los 155 diputados que renovarán por completo la Cámara Baja, esta vez con una menor fragmentación que la observada en 2021.
Si bien no hay fuerzas mayoritarias que puedan imponer sus agendas en la discusión parlamentaria, la ultraderecha fue la que más creció en ambos hemiciclos según los resultados preliminares publicados por el Servicio Electoral: en el Senado pasó de uno a seis, y en la Cámara de Diputadas y Diputados creció de 15 a 42 representantes, con el Partido Republicano sumando 32 escaños, el Partido Nacional Libertario de Johannes Kaiser siete y el Partido Social Cristiano tres.
La coalición de la derecha tradicional, que sufrió un enorme retroceso, se quedó con apenas 32 escaños, los mismos que el Partido Republicano, del candidato a la presidencia José Antonio Kast.
El PDG, pieza clave en el legislativo
El PDG, cuyo candidato presidencial Franco Parisi obtuvo un sorpresivo tercer lugar en la primera vuelta con un 19,7 %, si bien no obtuvo asientos en el Senado, jugará un papel clave en el legislativo, donde pasó de seis a catorce representantes que serán necesarios para aprobar o frenar cualquier iniciativa.
Con el 88,1 % de las mesas escrutadas, la derecha y la ultraderecha controlan 25 escaños en el Senado (50 %), en tanto el oficialismo obtuvo 23 posiciones, más dos independientes que han votado tanto con la derecha como con el progresismo en diversos proyectos de ley.
La Cámara Baja, por su parte, quedó compuesta con 64 parlamentarios de progresistas y de izquierdas, 76 de derechas y 14 militantes del PDG, una formación que vota a ambos lados del espectro político dependiendo del proyecto de ley en cuestión.
Con esta nueva composición legislativa deberá trabajar quien resulte electo en la segunda vuelta presidencial: la candidata única del progresismo, Jeannette Jara, o el abanderado de la ultraderecha, José Antonio Kast, ambos clasificados a segunda vuelta tras imponerse en los comicios generales de esta jornada con el 26,8 % y el 23,9 %, respectivamente.
Los comicios se celebran en un contexto de gran fatiga electoral tras las sucesivas elecciones celebradas desde las masivas protestas de 2019 y por el descontento por la gestión del presidente Gabriel Boric, cuya aprobación ronda el 30 % y quien abandonará La Moneda el próximo marzo.
Desde 2006, el poder se ha alternado entre izquierda y derecha y ningún presidente le ha entregado la banda presidencial a un sucesor del mismo signo político.
