
Buenos Aires, 7 de julio de 2025 (Mi Periódico).- Los barrios de Tres de Febrero languidecen bajo el dominio del narcomenudeo, mientras el municipio parece empeñado en profundizar el caos: calles convertidas en territorios liberados para el vuelco ilegal de residuos. Es la ecuación perfecta del desastre: un Estado municipal ausente que abandona el espacio público a merced de la basura y, con ello, allana el camino para el crimen organizado.
¿Cómo pretenden combatir las redes narcos si son incapaces de controlar hasta los camiones que descargan escombros en plena luz del día? La respuesta duele: aquí ya no es incompetencia, es complicidad por omisión. Los vecinos lo saben, las pruebas están en cada esquina inundada de bolsas y en cada rincón tomado por los ‘soldados’ del paco.
Calles como Santiago del Estero, entre Hugo del Carril y Guatemala, en Loma Hermosa, en el municipio de Tres de Febrero, permanecen intransitables debido a la presencia constante de residuos. En una línea de 18 cuadras, al menos seis presentan microbasurales permanentes que restringen el tránsito vehicular y obligan a los vecinos a convivir con la basura. Los contraventores actúan con total impunidad, arrojando desperdicios en los mismos lugares y horarios, sin sanciones ni controles efectivos.
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En Tres de Febrero, los contraventores convirtieron las calles en basurales y los narcos dominan los barrios sin resistencia. Frente a este avance del caos, el Estado brilla por su ausencia, dejando a los vecinos librados a su suerte: sin servicios, sin seguridad y sin futuro. La pregunta es inevitable: “¿cuándo llegará, si es que llega, la ayuda prometida?”
Pero el basural de la calle Santiago del Estero no es el único. También se registran microbasurales frente a la Escuela Primaria N.º 36 y el Jardín de Infantes N.º 921, en el barrio Churfruca, frente a la plaza. Estas instituciones educativas, al igual que otras en distintos barrios del distrito, se encuentran literalmente rodeadas de basura. La situación afecta directamente a los niños, al personal docente y a las familias que transitan a diario por zonas convertidas en vertederos informales.
La falta de respuestas por parte del municipio y la inacción de las fuerzas de control han generado una sensación de zona liberada. La ausencia de gestión frente a la proliferación de microbasurales genera un círculo vicioso: el abandono estatal habilita nuevos focos de contaminación que degradan el entorno urbano y comprometen la salud pública.
Los residuos acumulados no solo emiten olores desagradables y afectan la imagen del barrio. También representan un riesgo sanitario concreto al atraer roedores e insectos, además de incrementar las probabilidades de incendios. Su impacto ambiental se extiende al suelo, el aire y las napas freáticas.
A pesar de las pruebas visibles y de las cámaras de seguridad instaladas en la zona, no se han identificado responsables ni se han labrado contravenciones. La comunidad denuncia que los residuos son arrojados una y otra vez, a la vista de todos, sin que el municipio actúe para frenar el problema.
Hoy mostramos apenas uno de los muchos tramos afectados por esta problemática. En próximas entregas, estaremos publicando el Mapa de la Basura en Tres de Febrero, un relevamiento detallado de los puntos críticos donde los residuos ilegales se acumulan sin control.
Y mientras el Estado no logra controlar ni siquiera la basura en las calles, muchos vecinos se preguntan con escepticismo: ¿realmente van a poder enfrentar el narcotráfico en los barrios?