Alcatraz, entre la ruina y la polémica por la orden de Trump de reabrir la mítica prisión

Fotografía que muestra la prisión Alcatraz, el 8 de mayo de 2025, en San Francisco (Estados Unidos). EFE/ Mónica Rubalcava

San Francisco, EE.UU., 13 de mayo de 2025 (EFE).- Paredes deterioradas, escombros dispersos, celdas sin sanitarios y puertas corroídas: así se encuentra actualmente Alcatraz, la emblemática prisión en la bahía de San Francisco que alguna vez albergó a criminales notorios como Al Capone. El lugar ha vuelto a los titulares después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, ordenara reabrir sus instalaciones para encarcelar a lo que describió como “los delincuentes más despiadados y violentos” del país.

Según uno de los guías turísticos del recinto, Alcatraz “costaba tres veces más al día que cualquier otra prisión en EE.UU.”, una de las razones clave por las que cerró en 1963, apenas tres décadas después de su inauguración.

La polémica propuesta de Trump

El 4 de mayo, Trump anunció en su red social Truth Social que había instruido a la Oficina de Prisiones (BOP), junto con el Departamento de Justicia, el FBI y Seguridad Nacional, para reactivar esta cárcel, inmortalizada por leyendas de fugas y películas de Hollywood. Sin embargo, su anuncio no incluyó plazos concretos ni estimaciones de costos, y el plan aún requiere la aprobación del Congreso para obtener financiamiento.

La iniciativa ha generado críticas, como las del gobernador de California, Gavin Newsom, quien en su podcast acusó a Trump de distraer la atención de la crisis económica derivada de sus políticas arancelarias con un proyecto que, en sus palabras, “no tiene futuro”. Por su parte, el senador californiano Scott Wiener tildó la idea de “ridícula”, argumentando que sería extremadamente costosa y cuestionando el tipo de reclusos que albergaría, dada la fama del lugar por sus condiciones inhumanas y enfoque punitivo.

La crisis carcelaria en EE.UU.

La orden de Trump aumenta la presión sobre la BOP, que ya enfrenta problemas de infraestructura y escasez de personal, sumado a la demanda de alojar a miles de migrantes detenidos bajo su política de deportaciones masivas.

“Ya no seremos rehenes de criminales, matones o jueces que temen hacer su trabajo. Reabrir Alcatraz será un símbolo de Ley, Orden y Justicia”, declaró Trump.

Alcatraz como atracción turística

Desde su cierre en 1963, la prisión se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de San Francisco, administrado por el Servicio de Parques Nacionales, con entradas que oscilan entre 30 y 50 dólares. Cada año, más de 1.4 millones de visitantes exploran sus instalaciones, atraídos por las vistas al Golden Gate, las historias de fugas y su legado como hogar de criminales famosos como Al Capone, cuya salud mental se deterioró gravemente durante su encierro.

Escepticismo y opiniones divididas

Para muchos, la propuesta parece poco realista. Richard White, historiador de la Universidad de Stanford, calificó la idea como “descabellada” y afirmó: “No hay mucho que decir, excepto que es una locura de alguien que no entiende lo que implica”.

Mientras tanto, los turistas siguen llegando. James, un visitante de 22 años de Long Beach, apoyó la reapertura: “Requiere inversión, pero si se hace bien, podría ser positivo”. En cambio, Mark, de Phoenix, se mostró escéptico y pidió más detalles, mientras que Chad, de Cleveland, consideró innecesaria la medida: “Las prisiones actuales ya cumplen su función”.

Mientras se define el futuro de Alcatraz, los visitantes recorren sus pasillos deteriorados, imaginando si las celdas vacías volverán a albergar presos o si todo quedará en otro capítulo de su leyenda.