Granja Tres Arroyos cierra planta en Entre Ríos y acelera despidos

Buenos Aires, 27 de noviembre de 2025.- Granja Tres Arroyos, la mayor productora de carne de pollo en Argentina, atraviesa una grave crisis financiera y operativa que se agudiza semana a semana.

La empresa ha implementado ajustes de personal durante 2025 y ahora se prepara para cerrar definitivamente su planta de Becar en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, afectando a cerca de 300 operarios.

Estos trabajadores serán reubicados en la planta de La China, también en la provincia de Entre Ríos, aunque este centro avícola acaba de paralizar su producción por conflictos salariales. La incertidumbre es alta, ya que la compañía todavía debe gran parte de los salarios de octubre y no se sabe qué ocurrirá con los sueldos de noviembre.

El cierre de la planta de Becar se concretará el 1.° de diciembre, y en el proceso de reubicación de los empleados se contempla la posibilidad de retiros voluntarios, opción que ha sido aceptada por una parte de los operarios.

El panorama es desolador, ya que la empresa no solo enfrenta problemas operativos, sino también un clima de desconfianza por el atraso salarial. Desde el Sindicato de la Carne informan que los trabajadores serán trasladados a la planta de La China, donde se formarán dos grupos de trabajo. En este centro, que ha operado recientemente a medio ritmo debido a paros por salarios, ya se han perdido 400 puestos de trabajo debido a retiros voluntarios.

Miguel Ángel Klenner, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) en Concepción del Uruguay, destacó que, aunque la empresa pagó lo adeudado tras una medida de fuerza, la situación sigue siendo insostenible. Los trabajadores, aseguró, están endeudados y enfrentan constantes retrasos en sus pagos, lo que genera gran angustia sobre el futuro laboral. Además, Granja Tres Arroyos aún no ha regularizado el pago de los aguinaldos de mitad de año y solo cubrió un 20% de los salarios de octubre, lo que aumenta la desconfianza sobre los pagos de noviembre.

Klenner desestimó esta solicitud y afirmó que no hay crisis en la empresa. Según Klenner, los argumentos presentados por Granja Tres Arroyos, como la falta de competitividad con Brasil y la ausencia de exportaciones a China, no son válidos. “No hay crisis, porque Granja sigue exportando a nivel mundial. El pollo se sigue vendiendo, e incluso las ventas han aumentado. No está en una situación estable, sino que está en crecimiento. Además, el pollo es un alimento muy demandado, especialmente porque la carne roja está cara. Un arrollado de pollo no va a faltar en las mesas de fin de año”, destacó el sindicalista en diálogo con DIARIOJUNIO.

A nivel local, se teme que los retrasos salariales puedan escalar a otras plantas del grupo, donde también se perciben tensiones similares por la falta de pagos. Mientras tanto, las versiones sobre una posible venta de la compañía a capitales estadounidenses se multiplican. Fuentes cercanas a la empresa señalan que una venta implicaría una renovación de las instalaciones y la implementación de nuevas maquinarias como parte de un plan de modernización industrial. Sin embargo, una operación de este tipo podría desencadenar despidos masivos, lo que añade un nuevo nivel de incertidumbre.

En cuanto a los posibles compradores, Tyson Foods, una de las mayores empresas alimenticias del mundo, se perfila como la principal candidata. Desde noviembre de 2022, Tyson controla un 34% de las acciones de Granja Tres Arroyos y mantiene una relación histórica con la compañía argentina, pues es dueña de Cobb, la proveedora de genética avícola clave para la producción de pollos parrilleros. Según algunos medios locales, la venta de la avícola a una empresa extranjera podría ser la solución a los problemas financieros que enfrenta Granja Tres Arroyos desde hace meses, y la inversión extranjera podría ser clave para saldar los compromisos pendientes y revitalizar la producción.

Sin embargo, algunos creen que los retrasos salariales podrían formar parte de una estrategia de la empresa para reducir su personal mediante retiros voluntarios, evitando así un conflicto laboral masivo en medio de la crisis económica y política que afecta al país. Así, el futuro de Granja Tres Arroyos sigue siendo incierto, y tanto los trabajadores como los observadores de la industria permanecen atentos a los próximos movimientos de la compañía.