
Río de Janeiro, 28 de octubre de 2025.- La Policía de Río de Janeiro lanzó este martes una gran operación en dos favelas con el objetivo de arrestar a los cabecillas del Comando Vermelho, la mayor facción criminal de la ciudad brasileña, y de frenar su expansión territorial. Cuatro de los 64 muertos son policías.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, habló sobre la jornada caótica en la seguridad pública en la ciudad este martes 28.
Río de Janeiro no puede ni permanecerá indiferente ante los grupos criminales que buscan sembrar el miedo en las calles de nuestra ciudad. He ordenado a todas las agencias municipales que mantengan sus operaciones normales y, por supuesto, que asistan a la población si es necesario. Los servicios de BRT han vuelto a la normalidad y los servicios municipales permanecerán abiertos hasta el final de la jornada laboral. La ciudad, en su capacidad, seguirá actuando en esta crisis con autoridad, mando y firmeza”, declaró Paes en un video en redes sociales.
La operación en los complejos de Penha y de Alemão, dos grupos de favelas, desembocó en sendos tiroteos y en el levantamiento de barricadas, y cuatro sospechosos resultaron muertos durante las acciones, según medios locales.
Asimismo, los agentes detuvieron, hasta ahora, a 17 supuestos integrantes de la banda y requisaron varios fusiles y radios, de acuerdo con un comunicado del Gobierno regional.
Las autoridades informaron que la operación, en la que participaron 2.500 policías además de dos helicópteros y una treintena de vehículos blindados, es el resultado de más de un año de investigación por parte de agentes especializados en el combate al narcotráfico.
El gobernador de Río de Janeiro, Cláudio Castro, divulgó en redes sociales videos que muestran supuestas bombas lanzadas por medio de drones contra los agentes.

“Es el tamaño del desafío al que nos enfrentamos; ya no es crimen común, es narcoterrorismo”, afirmó, antes de pedir a la población de los barrios afectados que permanezcan dentro de sus casas mientras se desarrolla la operación.
El Comando Vermelho, que tiene su principal base en las zonas marginalizadas de Río de Janeiro, se ha expandido recientemente a otras partes de Brasil, como regiones de la Amazonía próximas a las fronteras con Colombia y Perú.
El despliegue comenzó de madrugada. Fuerzas policiales irrumpieron a bordo de 32 vehículos blindados, apoyados por dos helicópteros y varios drones. Varias decenas de policías fuertemente armados ingresaron a la favela Vila Cruzeiro y se llevaron varios hombres detenidos, en su mayoría descalzos y sin remera.
A última hora de la mañana, 81 personas habían sido arrestadas y 42 fusiles habían sido incautados en el operativo, del que participó la Fuerza de Tarea Especial de Combate al Crimen Organizado.
El gobernador Cláudio Castro, aliado político del expresidente Jair Bolsonaro, anunció el operativo en redes sociales y afirmó: “Nos mantenemos firmes frente al narcoterrorismo”.
Los narcotraficantes, según la policía, utilizaron drones para lanzar granadas contra los equipos del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) y del Comando de Recursos Especiales (Core), en una táctica que el gobernador calificó de “narcoterrorismo”.
Las universidades UFRJ y UERJ suspendieron las clases, mientras que 46 escuelas municipales y cinco centros de salud cerraron por seguridad.
Los negocios cierran en algunos barrios
Los comercios y bares de algunos barrios de la ciudad están cerrados, como: Grajaú, Tijuca, Lins, Engenho Novo, São Cristóvão y Botafogo.
En Maracaná, Bar da Gema, Bode Cheiroso y Cine Botequim 2 anunciaron su cierre hoy. Este último declaró: «Lamentablemente, debido a los acontecimientos que estamos siguiendo en la ciudad y por la seguridad de nuestros empleados y clientes, no abriremos hoy». En Lapa, Suru Bafo y Beco do Rato permanecerán cerrados.
Entre los detenidos se encuentran Thiago do Nascimento Mendes (“Belão do Quitungo”) y el operador financiero de Edgard Alves de Andrade (“Doca”), identificados como líderes del Comando Vermelho. Ambos eran buscados por la justicia en el marco de una investigación de más de un año que emitió 51 órdenes de captura y 67 acusaciones de conspiración para el narcotráfico, además de tres cargos por tortura.
Mientras tanto, los drones de la policía siguen sobrevolando Penha y Alemão, y la población continúa atrapada entre las balas y la incertidumbre de un conflicto que parece no tener fin.
Según datos oficiales, unas 700 personas murieron en intervenciones policiales en Río de Janeiro durante 2024, un promedio de casi dos por día.
La megaoperación de la Policía Civil de Río de Janeiro, que pretende ejecutar órdenes de captura contra miembros del Comando Vermelho (CV) en el Complexo do Alemão, ocurre casi quince años después de la operación que terminó con la ocupación del mismo complejo de favelas en noviembre de 2010. Como se sabe, el programa UPP se ha desintegrado y el crimen ha regresado a las comunidades.
Días antes de la toma de Alemão en 2010, la policía entró en Vila Cruzeiro, lo que provocó la huida de los delincuentes hacia el complejo vecino. La imagen captada por TV Globo de delincuentes escapando a pie, en motocicleta y en coche por un camino de tierra que se elevaba sobre la comunidad se convirtió en un símbolo de la época.
Con EFE y O GLOBO
