
Buenos Aires, 13 de septiembre de 2025.- La incertidumbre política y económica se profundiza a medida que se acerca octubre. Tres cenas de recaudación reunieron recientemente a los empresarios más influyentes del país, donde el optimismo quedó opacado por un clima de cautela. En los pasillos del poder, el escepticismo se impuso como el sentimiento dominante. Esta sensación fue resumida en un informe de la Fundación Mediterránea, citado por el diario Ámbito, que sostiene con contundencia: “El camino a octubre se empinó”.
La economía comienza a mostrar claros signos de desgaste. La actividad acumula cinco meses consecutivos de caída y, según fuentes oficiales, el ajuste monetario no cederá al menos hasta principios de noviembre. En ese contexto, el ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a intervenir en el mercado cambiario, aplicando una estrategia similar a la de su gestión en 2018. Mientras tanto, los empresarios reclaman mayor profundidad en las reformas estructurales, aunque el presidente Javier Milei enfrenta crecientes limitaciones para sostener la gobernabilidad.
La Casa Rosada observa con preocupación la escalada del dólar. En el mercado se estima que solo el viernes pasado el Tesoro vendió más de 250 millones de dólares. Según los cálculos del economista Luis Secco, el total de la última semana superaría los 540 millones. De confirmarse estas cifras, el margen disponible para continuar interviniendo sería de apenas 1.126 millones.
La presión cambiaria elimina cualquier expectativa de flexibilización del ajuste antes de las elecciones. Desde el Gobierno reconocen en privado que la política restrictiva seguirá vigente. Así lo confirmaron a Ámbito altas fuentes del Ejecutivo.
El impacto ya es visible en la economía real. El indicador Pulso PBA, elaborado por el Banco Provincia, registró una caída del 1,4% en la actividad económica de agosto en territorio bonaerense. Además de acumular cinco meses a la baja, el nivel se sitúa por debajo del registrado en el mismo mes del año anterior.
Nada indica que septiembre marcará un cambio de tendencia. Las tasas de interés continúan en niveles muy altos y la tensión comienza a trasladarse al ámbito laboral. En la industria se multiplican los conflictos: suspensiones, despidos y cierres de fábricas. El empresario textil Marco Meloni fue categórico al señalar que el actual nivel de tasas representa el “martillazo final” para las pymes manufactureras.
El IERAL, centro de estudios de la Fundación Mediterránea, difundió un informe que pone cifras y contexto a estas preocupaciones. El documento, firmado por Osvaldo Giordano, ex titular de la ANSES y director del think tank financiado por grandes compañías, sostiene que la economía volvió a toparse con un “techo de cristal” que impide una expansión productiva sostenida.
El informe identifica varios factores que alimentan la fragilidad actual. Desde lo político, la cercanía electoral incrementa la inestabilidad y lleva a los agentes económicos a actuar con extrema cautela. Desde lo económico, el proceso confuso de desarme de las LEFI acentuó la incertidumbre. El frente externo, si bien no suma nuevas amenazas, tampoco ofrece señales de estabilidad.
Giordano advierte que las tasas de interés alcanzaron niveles extremos e insostenibles para contener la presión cambiaria. El costo del crédito se volvió tan alto que, además de frenar la producción, pone en riesgo el principal ancla del programa económico: el equilibrio fiscal.
Pensando en el escenario postelectoral, el informe señala que ordenar las cuentas públicas es apenas un primer paso. Si no se fortalece la capacidad de gestión —tanto política como administrativa—, esos avances serán insuficientes para romper el techo de cristal.
En la Casa Rosada, el término “reformas estructurales” aparece con frecuencia al hablar de la segunda etapa de gobierno. Sin embargo, más allá del discurso, las perspectivas reales son limitadas. Incluso si el oficialismo logra una buena elección en octubre, está lejos de reunir los consensos necesarios para impulsar transformaciones profundas en los ámbitos previsional, laboral o impositivo.
En paralelo, la oposición avanza con proyectos que buscan limitar el uso de decretos de necesidad y urgencia. Si esas iniciativas prosperan, el Gobierno podría perder su principal herramienta de gestión. Y el tercio legislativo que hoy sostiene a Milei ya no alcanzaría para gobernar por decreto.
La Libertad Avanza pierde terreno clave en Córdoba 2025
Después del contundente 74% obtenido en el balotaje de 2023, La Libertad Avanza enfrenta un escenario adverso en la provincia de Córdoba. Según un análisis publicado por el diario El Economista, encuestas y especialistas coinciden en que esta fuerza política podría sufrir una derrota el próximo 26 de octubre. Si esto se confirma, el Gobierno quedaría relegado al segundo lugar, mientras que el cordobesismo, aunque fragmentado, se impondría en la provincia con el segundo padrón electoral más grande del país, detrás de Buenos Aires.
Gonzalo Roca, cercano al diputado libertario Gabriel Bornoroni, lidera la lista violeta, acompañado por Laura Soldano, conocida como “influencer espiritual”. Sin embargo, el analista político local Daniel Montoya advirtió a El Economista que “no los conoce nadie, no tienen instalación”. Para Montoya, La Libertad Avanza es un partido virtual que carece de peso en las provincias, donde la política local domina con fuerza.
Una eventual derrota del Gobierno en Córdoba significaría la primera vez en una década que la principal fuerza opositora al kirchnerismo no se impone en elecciones nacionales en esta provincia. Hasta ahora, el PRO había ganado los comicios entre 2015 y 2021, y en 2023 fue La Libertad Avanza la que logró imponerse.
La encuesta de Sicchar, realizada a principios de mes, muestra que LLA cuenta con una intención de voto del 23,7%. Montoya señaló que Javier Milei “no está tan bien en Córdoba como antes” y que sus cifras actuales están lejos de las de 2023. Mientras su imagen se mantiene alrededor de 45 puntos, sus candidatos no tienen territorialidad, lo que limita su valor electoral. Por ello, el analista concluye que la proyección no superará el 30%. Además, el reciente conflicto con Luis Juez y la exclusión de Rodrigo de Loredo complican aún más la presencia territorial del partido.
Por su parte, el cordobesismo se mantiene firme, aunque dividido. El informe de Sicchar pronostica una victoria del exgobernador Juan Schiaretti con el 33,3% de los votos. La Libertad Avanza ocuparía el segundo lugar, seguida por Natalia de la Sota, quien se apartó del cordobesismo para presentarse con lista propia y obtendría un 10,6%. Completan la proyección la UCR con 4%, Fuerza Patria con 3%, y otros espacios con menos del 2%.
Montoya indicó que “el primer puesto será para Schiaretti y el segundo se disputará entre los candidatos de Milei. De la Sota tiene capacidad para crecer, probablemente eclipsará al candidato kirchnerista y podría afectar algo la proyección del exgobernador”.
Fuentes cercanas a Schiaretti, en diálogo con este medio, mostraron cautela pero no perdieron la esperanza. Aseguraron que no hacen pronósticos optimistas antes de la contienda ni subestiman a sus adversarios. Recordaron que el electorado cordobés, profundamente antikirchnerista, podría mantener su apoyo al presidente. Sin embargo, confían en que Schiaretti es el mejor candidato para un lugar destacado en el Congreso, por su experiencia, moderación y capacidad para afrontar nuevos desafíos.
Desde el entorno de Natalia de la Sota destacaron la buena recepción de su propuesta, basada en escuchar a la gente y representar sectores afectados por el Gobierno, como universidades, personas con discapacidad y trabajadores. Subrayaron que las encuestas reflejan un crecimiento sostenido y que la candidata parece no tener techo.
Aunque una derrota en Córdoba marcaría un cambio significativo respecto a la última década, una victoria del cordobesismo, representado por Provincias Unidas —un espacio que tiene al equilibrio fiscal como uno de sus ejes— no sería vista negativamente por el mercado, a diferencia de un triunfo kirchnerista.
Con Ámbito y El Economista