
Buenos Aires, 25 de agosto de 2025 (Mi Periódico).- El inicio de la semana trajo nuevas tensiones en el frente económico. El dólar oficial abrió con un alza de 35 pesos respecto al cierre del viernes, ubicándose en 1.370 pesos en las pizarras bancarias. No obstante, con el correr de las horas, la cotización retrocedió hasta los 1.360 pesos.
A su vez, el dólar blue subió 15 pesos y se ubicó en 1.365. En tanto, las cotizaciones financieras permanecieron estables: el MEP cerró en 1.352 y el contado con liquidación (CCL) en 1.355 pesos, según informó el medio especializado iProfesional en una extensa nota publicada este lunes en su sitio web.
En los mercados bursátiles, el panorama también fue negativo. Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street (ADR) sufrieron fuertes caídas, con retrocesos superiores al 8%. Entre las más afectadas estuvieron Banco Supervielle (-8,3%), Edenor (-7,3%), Transportadora Gas del Sur (-7%) y Banco Macro (-6,6%).
En el mercado local, el índice S&P Merval descendió un 3,5% en pesos, ubicándose en 2.033.210 puntos. Medido en dólares, la baja fue del 5,2%, cerrando en 1.492,96 unidades. Las caídas más relevantes correspondieron a Transportadora Gas del Norte (-8,1%), Metrogas (-7,7%), Sociedad Comercial del Plata (-7,5%), Banco Supervielle (-6,6%) y Edenor (-6%).
El impacto también se sintió en la deuda pública. Los bonos Bonar 2038 y Global 2046 registraron bajas de 3,4% y 3,3%, respectivamente. En el mercado externo, la deuda argentina retrocedió hasta un 2,4%.
Analistas del sector financiero coinciden en que la atención de los inversores está puesta en la licitación de deuda en pesos que el Tesoro tiene prevista para este miércoles. De acuerdo con Portfolio Personal Inversiones (PPI), el Banco Central ha intervenido activamente para sostener los títulos en moneda local. Sin embargo, los rendimientos se mantienen en niveles récord.
A esta incertidumbre económica se suma la tensión política. En la Cámara de Diputados, el oficialismo enfrenta una semana compleja debido a pedidos de informes y una propuesta de comisión investigadora sobre denuncias que involucran a Eduardo “Lule” Menem y a Karina Milei.
Consultoras como Outlier advierten que la situación política añade volatilidad al contexto previo a las elecciones en la provincia de Buenos Aires. Según su análisis, el gobierno nacional llega a este tramo del año más debilitado de lo previsto. Entre los factores que explican ese deterioro se encuentran:
- Altas tasas nominales y reales.
- Un tipo de cambio que supera los 1.300 pesos.
- Caída en la actividad económica y aumento de la morosidad.
- Problemas en la cadena de pagos y desconfianza del consumidor.
- Pérdida de respaldo legislativo, lo que dificulta la agenda del Ejecutivo.
En este contexto, la licitación de deuda que se realizará en los próximos días será clave para evaluar si el Gobierno mantiene el control cambiario. El resultado incidirá de forma directa sobre el dólar y las tasas de interés. La señal fiscal y monetaria que logre dar la administración será determinante para el comportamiento de los inversores en las próximas semanas.
Las proyecciones para el tipo de cambio hacia fin de año continúan generando preocupación. Según el último informe de FocusEconomics, algunos economistas prevén que el dólar mayorista podría alcanzar los 1.559 pesos antes de que finalice 2025. Esta cifra implicaría una devaluación cercana al 45%, en línea con las expectativas de inflación para el año.
Esa estimación coincide con los valores negociados en el mercado de futuros Matba-Rofex. Para diciembre, se está pactando un tipo de cambio de 1.535 pesos. Para fines de febrero de 2026, los contratos se operan a 1.593, superando incluso las previsiones más pesimistas recogidas por los economistas encuestados.
Otro dato que refuerza esta tendencia es que el dólar mayorista ya rozó los 1.380 pesos a finales de julio, acercándose al límite superior de la banda de flotación definida por el Gobierno en abril, entre los 1.000 y 1.400 pesos, con un ajuste mensual del 1%. Si esta dinámica se mantiene, el techo de esa banda podría superar los 1.500 pesos para fin de año.
En caso de no mediar un cambio en la política monetaria tras las elecciones, varios analistas creen que el tipo de cambio podría superar ese umbral.
Gustavo “Lacha” Lazzari, economista y empresario pyme, analizó en su último newsletter los desafíos estructurales que enfrenta el gobierno de Javier Milei. En una columna publicada por El Economista, Lazzari planteó que el verdadero mandato del Gobierno es transformar las reglas de juego. Según su visión, la administración no debe enfocarse solo en la inflación o la inseguridad, sino en impulsar un nuevo régimen económico de largo plazo.
Sin embargo, advirtió que ese mandato puede deteriorarse. Los costos sociales de los ajustes, sumados a eventuales denuncias por corrupción, podrían erosionar la legitimidad de esa agenda transformadora.
Lazzari también abordó el problema del riesgo país, que actualmente ronda los 700 puntos. Este indicador limita tanto la inversión privada como el acceso a financiamiento externo. Aunque el Gobierno lo asocia al temor de un eventual regreso del kirchnerismo, el economista advierte que hay otros factores en juego.
Entre ellos, menciona la inestabilidad institucional, como decretos que no logran sostenerse en el Congreso o conflictos con provincias y municipios. También señala el tono confrontativo del oficialismo, que genera tensiones internas. Otros elementos que alimentan la desconfianza incluyen la falta de transparencia en ciertos organismos públicos y la persistencia de prácticas rentísticas en sectores clave.
Respecto a la política monetaria, Lazzari criticó el nivel de las tasas de interés. Explicó que, aunque la tasa anual se ubica en torno al 70% nominal para contener la liquidez, esto resulta inviable para el sector productivo. Con tasas reales del 50%, ningún proyecto económico sustentable puede prosperar, advirtió.
Utilizó una metáfora para describir la situación actual: la economía está “enyesada”, como si enfrentara un esguince que podría prolongarse durante varias semanas. La incertidumbre impide avanzar con normalidad y genera dudas sobre el horizonte cercano.
También abordó la corrupción estructural como un obstáculo para el desarrollo. En su opinión, la desregulación y la descentralización del Estado son herramientas clave para reducir la corrupción administrativa. Pero remarcó que el cambio cultural necesario llevará tiempo y que ninguna reforma será exitosa sin un esfuerzo sostenido de comunicación y explicación por parte del Gobierno.
En definitiva, Lazzari concluye que la economía argentina no podrá estabilizarse sin confianza. Esta no depende solo de medidas técnicas, sino también de la capacidad política, cultural y social para sostener un rumbo claro. Gobernar, afirmó, implica explicar, incluso cuando eso resulte repetitivo.
Con El Economista/IProfesional