GWM desembarca en Brasil y proyecta expansión regional

Brasil, 16 de agosto de 2025.- El fabricante chino Great Wall Motors (GWM) inauguró este viernes oficialmente su primera planta en América Latina, ubicada en Iracemápolis, en el Estado de San Pablo, Brasil, con la presencia del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

“Los que se quieran ir, que se vayan. Los que quieran venir, los esperaremos con los brazos abiertos”, dijo Lula en medio de la puja entre automotrices chinas como BYD y fabricantes tradicionales como los integrantes de Anfavea (la Adefa brasileña, integrada por Stellantis, Toyota, Volkswagen y otras más).

Esta instalación, construida sobre la base de una planta adquirida a Mercedes-Benz en 2021, fue completamente rediseñada y modernizada para adaptarse a los estándares de calidad de la compañía y al panorama industrial del país. Con ello, GWM da un paso estratégico en su expansión regional y refuerza su presencia en Sudamérica, donde también proyecta nuevas inversiones en Argentina.

El centro industrial ocupa 117,8 hectáreas y tiene una capacidad inicial de 50.000 unidades anuales, con posibilidad de alcanzar 200.000. Además, ya obtuvo la certificación ISO 9001:2015, lo que confirma la aplicación de procesos de calidad globales desde el inicio de la producción. La inversión total prevista para Brasil asciende a 10.000 millones de reales a lo largo de diez años. En una primera fase, entre 2021 y 2026, se destinarán 4.000 millones de reales, equivalentes a unos 800 millones de dólares, para poner en marcha la fábrica.

La planta comenzará en breve la producción de los SUVs Haval H6 y H6 GT, el Haval H9 y la pick-up Poer. Los modelos se fabricarán con diferentes sistemas de propulsión, incluidos híbridos y diésel, para responder a distintos tipos de uso. El nivel de automatización es elevado: la línea principal de soldadura es completamente automática y cuenta con 18 robots FANUC, mientras que el área de pintura incorpora sistemas de compensación visual que garantizan una aplicación uniforme. La flexibilidad productiva se asegura con una línea de ensamblaje compartida que permite fabricar distintos modelos en paralelo.

En una segunda etapa se sumarán otros modelos, como la Haval H9. Además de las motorizaciones híbridas flex, tanto la pick-up Poer como la H9 ofrecerán como alternativa un motor 2.4 turbodiesel, con caja automática de nueve marchas y tracción 4×4. Es un impulsor que entregará “al menos 190 caballos de potencia y 500 Nm de torque”.  

La estrategia de la compañía busca alcanzar en tres años un 60% de integración local. Con el apoyo del SENAI y otros socios, ya se producen en Brasil piezas clave como neumáticos, asientos, vidrios y arneses eléctricos, lo que fortalece la cadena de suministros y abre la posibilidad de exportaciones hacia mercados latinoamericanos.

Actualmente, trabajan en la planta más de 500 empleados, cifra que podría superar el millar a medida que crezca el ritmo de producción. Antes de su inauguración oficial, la fábrica fue reconocida como uno de los mejores lugares para trabajar en Brasil, según la consultora Great Place to Work.

Para GWM, que controla marcas como Haval, Poer, Ora, Tank, Wey y Omoda, la apertura de esta planta es un hito significativo. Es su tercera instalación de ciclo completo fuera de China, después de las de Tula en Rusia (2019) y Rayong en Tailandia (2024). Según el vicepresidente del grupo, Parker Shi, la elección de Brasil responde a su condición de socio estratégico en la región y a su potencial de integración productiva.

En una conferencia con medios internacionales, entre ellos El Economista Motor de Argentina, destacó que la estrategia global de la empresa incluye todos los segmentos, escenarios y tipos de energía. También remarcó que la confianza del consumidor se construye no solo con buenos vehículos, sino con un sólido respaldo posventa.

La compañía china, que celebró recientemente su 35 aniversario, cerró 2024 con ventas globales superiores a 1,2 millones de unidades, de las cuales 453.000 correspondieron a mercados internacionales. Esto representó un crecimiento cercano al 44% respecto al año anterior. Con su desembarco productivo en Brasil, GWM apunta a consolidar su expansión en Sudamérica y a fortalecer su presencia en países como Argentina, Ecuador y Venezuela.