
31 de julio de 2025.- Estados Unidos impuso este miércoles aranceles del 50% a productos brasileños, calificando las acciones del gobierno de Lula como una “amenaza inusual y extraordinaria”. La medida, firmada por el presidente Donald Trump mediante orden ejecutiva, argumenta que las políticas brasileñas afectan la seguridad nacional y los intereses económicos de EE.UU.
La Casa Blanca vinculó la decisión a lo que describió como violaciones a libertades fundamentales en Brasil, incluyendo supuestas restricciones a la libertad de expresión. La orden ejecutiva menciona específicamente la investigación contra el expresidente Jair Bolsonaro por un presunto intento de golpe de Estado en 2022, caso que Trump calificó de “persecución política”.
En respuesta, el presidente Lula rechazó los aranceles como “injustificados” y denunció injerencia en asuntos internos. A través de redes sociales, afirmó que Brasil está dispuesto al diálogo, pero no aceptará presiones externas sobre su sistema judicial.
Sanciones a juez brasileño
Paralelamente, EE.UU. anunció sanciones contra el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, acusándolo de conducir una “campaña opresiva de censura”. Las penalizaciones se aplicaron bajo la Ley Magnitsky, mecanismo que Washington usa para castigar violaciones de derechos humanos.
Impacto económico bilateral
Estados Unidos es el segundo mayor socio comercial de Brasil, lo que hace especialmente sensibles estas medidas. Los aranceles, que entrarán en vigor el 6 de agosto, afectarán sectores clave, aunque con excepciones notables como el jugo de naranja y piezas aeronáuticas.
Contexto tecnológico
La disputa incluye tensiones en el ámbito digital, donde Brasil ha ordenado bloqueos a cuentas en redes sociales por desinformación. Esto generó roces con empresas tecnológicas estadounidenses, incluyendo plataformas vinculadas a Trump y Elon Musk.
El gobierno brasileño advirtió que responderá con medidas equivalentes si EE.UU. mantiene los aranceles, mientras Trump amenazó con incrementarlos aún más en ese escenario. La situación marca un nuevo punto de fricción en las relaciones entre ambos países.