Reservas en caída y tasas al alza: dólar bajo presión

Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 23 de julio de 2025.- La tensión persiste en el mercado cambiario y de deuda en pesos, en un escenario donde las altas tasas de interés buscan sostener el tipo de cambio, pero generan nuevos desafíos.

Según analistas, este aumento no refleja un cambio de régimen económico, sino una escasez temporal de liquidez.

Esta situación alimenta la volatilidad y beneficia estrategias como el carry trade. (El “carry trade” es una estrategia financiera que consiste en tomar prestado dinero en una moneda con tasas de interés bajas e invertirlo en activos denominados en otra moneda con tasas más altas, aprovechando la diferencia).

El dólar minorista cerró estable este miércoles en $1.275 en el Banco Nación, tras haber tocado un récord intradiario de $1.305 el lunes. En el mercado informal, el dólar blue se mantiene en $1.310, consolidándose como la cotización más alta del mercado cambiario.

En el segmento financiero, el contado con liquidación (CCL) subió un 0,4%, ubicándose en $1.263, mientras que el dólar MEP avanzó un 0,2%, alcanzando la misma cifra. Por otro lado, el tipo de cambio mayorista repuntó y cerró en $1.263.

Mientras tanto, el dólar futuro que pactan inversores cayó con fuerza: el valor para diciembre se desplomó $20, de la mano de una fuerte intervención oficial.

A menos de dos meses de las elecciones bonaerenses y a poco más de tres de las legislativas nacionales, la tensión entre dólar y tasas se intensifica. El Banco Central continúa perdiendo reservas y los inversores siguen retirándose de acciones y bonos, mientras la incertidumbre económica se profundiza.

El giro se produjo con la liberación simultánea de las Letras de Financiamiento (LEFIs), que concentraban el 62% del dinero circulante. Esta decisión, calificada por analistas como un error de cálculo, acentuó la volatilidad y dejó al equipo económico sin una estrategia preventiva clara. A esto se sumó la última ronda de liquidaciones del agro antes del aumento en las retenciones a soja, maíz, girasol y sorgo, vigente desde este miércoles.

Con abundante liquidez en circulación, las tasas de interés volvieron a subir. Las cauciones bursátiles alcanzaron el 70% anual, lejos del pico del 100% del viernes pasado. En paralelo, los bancos elevaron las tasas de los plazos fijos en pesos al nivel más alto en 14 meses, como reacción al drenaje monetario impulsado por el Gobierno.

Las LEFIs tenían una tasa fija que estaba en el 29% TNA; una vez que se eliminaron, las tasas sufrieron una fuerte contracción para luego dispararse hasta el 36% con la reaparición de los Pases Pasivos. Posteriormente, el Tesoro convalidó una tasa interna de retorno efectiva anual (TIREA) del 45%. Esta semana el rally alcista de las tasas siguió activo, con las cauciones bursátiles que volaron hasta 80% TNA para luego perder más de 20 puntos porcentuales al cierre. El dólar oficial, por su parte, subió 3,1% en las últimas 4 semanas y media.

Desde la liberación de las LEFIs, el 10 de julio, el mercado vivió una montaña rusa. Las tasas de plazos fijos llegaron a caer hasta el 25% y las de cauciones al 16%. Pero con la nueva absorción de pesos, los rendimientos repuntaron con fuerza. Este martes, los plazos fijos menores ofrecían 30% anual y los mayores, 40%, mientras las cauciones volvían al 70%.

El rebote de las tasas incentivó la venta de dólares, lo que moderó las cotizaciones en casi todas sus variantes. El dólar oficial, el paralelo, el MEP y el contado con liquidación llegaron a caer hasta $30. Sin embargo, la menor liquidación de divisas del sector agroexportador derivó en una pérdida de US$ 74 millones en reservas del BCRA. Esta situación se agravó justo cuando el FMI manifestó su preocupación por la debilidad del frente externo y la baja disponibilidad de reservas.

Caída en la liquidación agroexportadora

El sector agroindustrial anticipa una fuerte caída en la liquidación de divisas tras el fin del esquema de retenciones temporales. De un promedio de más de US$ 200 millones diarios, los exportadores proyectan una caída por debajo de los US$ 100 millones. Se espera que esta menor oferta se extienda hasta noviembre, a menos que el Gobierno reinstale algún incentivo. Por ahora, esa posibilidad no está descartada.

El techo de la banda de flotación

Daniel Artana, economista de FIEL, sostuvo en diálogo con Ámbito que “el techo de la banda es creíble”. Según explicó, a medida que el dólar se acerca al límite superior, aumenta el atractivo del “carry trade”, lo que podría generar oferta sin necesidad de intervención oficial.

“El techo es creíble”, reafirmó. Recordó además que el acuerdo firmado en abril con el FMI habilita el uso de reservas para defender el precio del dólar si fuera necesario. Artana detalló que, al acercarse al techo de $1.446, los inversores pueden vender dólares, aprovechar las altas tasas en pesos y obtener ganancias con menor riesgo, ya que el precio se ajusta solo 1% mensual.

Cuanto más cerca se ubica el precio del mercado respecto al techo, menor es el riesgo del “carry”, lo que aumenta la probabilidad de que el dólar se estabilice antes de alcanzar ese límite.

Consultado por Ámbito, Andrés Reschini, director de la consultora F2, opinó que “es posible, pero no tan probable” que el dólar alcance ese techo. Señaló que el Tesoro inició compras de dólares en bloque y que las tasas actuales son excesivamente altas. En su análisis, los rendimientos en pesos y la inflación esperada no se corresponden.

El dato del Indec y sus efectos

El Indec reportó una leve caída de la actividad económica en mayo. Los analistas coinciden en que la suba de tasas para contener al dólar y evitar traslado a precios tendrá un costo alto. La inversión se posterga, el empleo no repunta y la desocupación crece, mientras los salarios siguen perdiendo poder adquisitivo.

Pese al contexto, los inversores locales aún mantienen cierto nivel de confianza en el sistema financiero. Las colocaciones en pesos alcanzaron un récord de casi $62 billones, con un aumento de $15 billones desde que se flexibilizó el cepo en abril. En paralelo, los depósitos en dólares crecieron US$ 3.300 millones y alcanzan los US$ 33.000 millones.

Contexto internacional

A nivel global, el panorama sigue siendo incierto. Los mercados están atentos a las decisiones que tomará Donald Trump sobre los aranceles desde agosto, así como a los próximos movimientos de Jerome Powell en la Reserva Federal. Las tasas largas en EE. UU. siguen bajando: 4,1% anual a un año, 3,9% a cinco años, 4,3% a diez y 4,9% a treinta. Con esta dinámica, el dólar se mantuvo estable en Brasil y China, pero retrocedió frente al peso mexicano, la libra, el euro, el yen y el franco suizo.

En el mercado local, el endurecimiento monetario y la menor entrada de divisas del agro permitieron contener el dólar oficial, que cerró en $1.278,32 sin intervención directa del BCRA, aunque con nuevas pérdidas de reservas. El blue retrocedió $15 y finalizó en $1.310. El Senebi bajó a $1.284,11, el MEP a $1.265 y el contado con liquidación a $1.268,19. La brecha entre el oficial y el paralelo fue de 2,5%, mientras que entre el CCL y el mayorista fue del 1%.

El control cambiario parece estar momentáneamente asegurado, pero a un alto costo para la economía real. Las actuales tasas de interés golpean a los deudores y elevan la morosidad en préstamos y tarjetas, que ya alcanzó su mayor nivel desde 2019. Con importantes vencimientos de deuda en dólares previstos para 2026, los inversores comienzan a tomar distancia. Como resultado, los bonos soberanos cayeron otro 0,5% y el riesgo país subió a 763 puntos básicos.

Mercados y refugio en activos alternativos

En Wall Street, crece la percepción de que varios activos están sobrevaluados, lo que impulsa una rotación hacia otros sectores. El cierre fue mixto: el Dow Jones subió 0,4%, el S&P 500 avanzó 0,1% y el Nasdaq cayó 0,4% por presión sobre las tecnológicas. Las bolsas de San Pablo y México también retrocedieron, 0,1% y 0,5% respectivamente.

En la Bolsa porteña, la tendencia fue negativa. Con operaciones por $78.041 millones en acciones y $92.484 millones en Cedears, el Merval cayó 1,4%. En dólares, el índice cerró en US$ 1.537, por debajo del umbral técnico de US$ 1.600 que muchos consideran el piso de referencia. Según analistas, mientras se mantenga por encima de ese nivel, las bajas podrían representar oportunidades de compra. Los ADR argentinos en Wall Street cerraron mixtos: subieron hasta 4% en Bioceres, Galicia y Macro; cayeron hasta 1,5% en BBVA, Edenor e IRSA.

En este contexto, los inversores buscan refugio en activos alternativos. El oro marcó un nuevo récord y llegó a US$ 3.445 por onza, mientras la plata alcanzó US$ 39,70, su nivel más alto en 14 años. En el mercado cripto, el Bitcoin avanzó 2% y se acercó a los US$ 120.000, reforzando su rol como reserva de valor.

Con El Economista/Iprofesional/Ámbito