Lula gana popularidad tras desafiar a Trump

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en el Palacio del Planalto en Brasilia (Brasil). EFE/Andre Borges

Brasil, 18 de julio de 2025.- El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, enfrentaba este año los índices de aprobación más bajos de sus tres mandatos. Sin embargo, la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles a las exportaciones brasileñas, en defensa de Jair Bolsonaro, le dio un impulso inesperado a puertas de las elecciones presidenciales de 2026.

Donald Trump “no fue elegido para ser el emperador del mundo”, afirmó el jueves 17 de julio Luiz Inácio Lula da Silva, en la más reciente puntada de la tensión política y económica con Estados Unidos. Pero, justo en medio de la crisis con Donald Trump, Lula ha visto revivir su alicaída popularidad.

La intervención de Trump en procesos electorales ajenos no es nueva. Ya ocurrió en Canadá y varios países europeos, donde respaldó a candidatos de derecha o extrema derecha, pero con resultados contrarios a sus intenciones. En Brasil, la reelección de Lula parecía cada vez más lejana debido a su baja popularidad.

Según el Instituto Datafolha, a principios de junio, el 40% de los brasileños calificaba su gestión como “mala” o “pésima”, mientras que solo el 28% la apoyaba. Para febrero, el rechazo alcanzó su punto más alto (41%). A finales de junio, el 56% de los ciudadanos declaraba sentir “vergüenza” de su gobierno, frente a un 40% que expresaba “orgullo”.

El conflicto comercial y su impacto político

El 9 de julio, Trump anunció un arancel del 50% a las exportaciones brasileñas hacia Estados Unidos, la tasa más alta en su guerra comercial. El expresidente estadounidense justificó la medida como represalia por el tratamiento judicial a Bolsonaro, a quien considera víctima de una “persecución política”.

La respuesta de Lula fue contundente: “A Brasil se le respeta”. Anunció medidas recíprocas y defendió la soberanía nacional. Esta postura tuvo un efecto inmediato en las encuestas. Según Genial/Quaest, entre el 10 y el 14 de julio, Lula recuperó ventaja sobre Bolsonaro y otros rivales de derecha en un eventual balotaje en 2026.

En un escenario contra Tarcísio de Freitas (Republicanos), Lula obtendría un 41% de los votos, frente al 37% de su oponente. Frente a Bolsonaro, la diferencia es mayor: 43% contra 37%. Incluso Michelle Bolsonaro, ex primera dama, quedaría rezagada con un 36%.

Cambios en la percepción ciudadana

El apoyo a la reelección de Lula subió del 32% al 38%, aunque el 58% aún se opone. Su índice de rechazo bajó del 57% al 53%, mientras que la aprobación aumentó tres puntos (43%).

Felipe Nunes, CEO de Quaest, señaló que el conflicto con Trump benefició al gobierno. El balance negativo se redujo de 17 a 10 puntos, con mayor respaldo en sectores educados y de ingresos medios. Un 66% de los brasileños conocía la amenaza de Trump, el 79% creía que afectaría sus vidas y el 72% consideraba injustificada la medida. Además, el 53% apoyó la respuesta de Lula.

Unidad frente a la “agresión externa”

Alessandro Vieira, senador crítico del gobierno, afirmó que ningún ciudadano puede tolerar una agresión extranjera, reflejando un sentimiento patriótico transversal. Incluso los opositores percibieron la medida de Trump como un ataque a la soberanía brasileña.

El 17 de julio, Lula reiteró su disposición a negociar, pero con firmeza: “No será un gringo el que le dé órdenes a Brasil”. Criticó el desconocimiento de Trump sobre el superávit comercial de EE.UU. con Brasil y advirtió que avanzará en regular empresas tecnológicas estadounidenses por difundir “noticias falsas”.

Mauro Vieira, canciller brasileño, confirmó que Lula está abierto al diálogo, aunque aún no hay reuniones programadas.

Con información de France24, EFE, AP, Reuters y medios locales.