
22 de junio de 2025.- En una escalada sin precedentes, Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos contra tres instalaciones nucleares iraníes en la madrugada del domingo, marcando su entrada directa en el conflicto entre Israel y Teherán. La operación, coordinada con las fuerzas israelíes, según confirmó el portavoz militar israelí, general de brigada Effie Defrin, tuvo como objetivo debilitar el programa nuclear iraní, aunque genera preocupación por posibles represalias que podrían extender el conflicto a nivel regional.
Desde la Casa Blanca, el presidente Donald Trump anunció que los blancos atacados -ubicados en Isfahán, Fordo y Natanz- habían sido “completamente destruidos”. En un tono confrontacional, advirtió sobre nuevas acciones militares y presentó un ultimátum a Teherán: “La elección es entre la paz o la tragedia”. Horas más tarde, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araghchi, respondió mediante redes sociales que estos ataques “tendrán consecuencias duraderas”, asegurando que Irán “se reserva todas las opciones” para responder.
En un mensaje a la nación dos horas después, Trump instó a Teherán a no responder militarmente y optar por la paz. «Irán, el matón de Oriente Medio, ahora debe hacer la paz. Si no lo hacen, los futuros ataques serán mucho más grandes y más fáciles».
Por su parte, algunos de los principales ministros del Gobierno israelí felicitaron al presidente estadounidense «por su histórica decisión» tras sumarse a la ofensiva contra Irán.
La crisis se origina el 13 de junio, cuando Israel lanzó una serie de ataques preventivos contra instalaciones iraníes, argumentando la necesidad de evitar el desarrollo de armas nucleares. La posterior escalada incluyó el intercambio de misiles y drones entre ambas naciones, hasta desembocar en la intervención directa de Washington.
La comunidad internacional reaccionó con preocupación. Rusia, a través de su Ministerio de Exteriores, condenó enérgicamente los bombardeos estadounidenses, calificándolos de “violación grave del derecho internacional” que podría tener “consecuencias radiológicas”. Desde París, el ministro francés Jean-Noel Barrot afirmó que su país no participó en la operación y llamó a la moderación, aunque reiteró su oposición a que Irán obtenga armamento nuclear.
En un giro diplomático, Araghchi confirmó su viaje a Moscú para reunirse con Vladimir Putin, destacando la “asociación estratégica” entre ambos países. Paralelamente, en declaraciones desde Turquía, el canciller iraní responsabilizó completamente a Estados Unidos por las consecuencias de los ataques, describiéndolos como un “acto de agresión” por parte de una “administración belicista y sin ley”.
Mientras las evaluaciones de daños continúan y las tensiones persisten, la situación representa uno de los puntos más críticos en las relaciones internacionales recientes, con potencial para redefinir el equilibrio de poder en Medio Oriente.
La UE insta a dar “un paso atrás” tras el bombardeo de EE.UU a Irán
La alta representante de la Unión Europea (UE) para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, pidió este domingo “a todas las partes” dar “un paso atrás” para evitar una nueva escalada en Oriente Medio tras el bombardeo ordenado por el presidente estadounidense, Donald Trump, contra las principales instalaciones nucleares de Irán.
“Insto a todas las partes a que den un paso atrás, vuelvan a la mesa de negociaciones y eviten una nueva escalada», dijo la representante europea.
Kallas también señaló que “no se debe permitir que Irán desarrolle un arma nuclear, ya que supondría una amenaza para la seguridad internacional” y añadió que los ministros europeos de Asuntos Exteriores debatirán la situación mañana en Bruselas.
El Ministerio de Exteriores iraní afirmó este domingo que Estados Unidos ha lanzado una «peligrosa guerra» contra Irán tras los ataques estadounidenses contra tres instalaciones nucleares del país.