Así atacó EE.UU. a Irán: detalles del arsenal usado

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22 de junio de 2025.- La reciente operación militar de Estados Unidos contra Irán marca una escalada importante en las tensiones regionales. El ataque destruyó instalaciones clave del programa nuclear iraní. Fue ejecutado con alta precisión mediante bombarderos B-2 Spirit y misiles de crucero Tomahawk lanzados desde unidades navales.

Según el periodista Sean Hannity, de Fox News, quien habló directamente con el presidente Donald Trump, se usaron entre cinco y seis bombas antibúnker. Esta cifra supera las estimaciones iniciales, que preveían solo dos bombas para la misión.

Los objetivos incluyeron los complejos nucleares de Natanz y Estefán. Ambos fueron alcanzados por 30 misiles Tomahawk, lanzados desde unos 640 kilómetros. El blanco principal fue la planta de Fordow, considerada esencial para el programa nuclear de Irán. Según fuentes citadas por Fox News, Fordow fue “completamente destruida”. El presidente Trump lo confirmó al afirmar que “Fordow ha desaparecido”.

Semanas antes del ataque, Estados Unidos desplegó una fuerza militar considerable en Oriente Medio. El despliegue incluyó el portaaviones USS Nimitz, cazas F-16, F-22 y F-35, además de bombarderos B-2. Tras la misión, varios B-2 abandonaron el espacio aéreo iraní y se dirigieron al Pacífico.

Trump fue claro sobre los objetivos de su gobierno. En declaraciones recogidas por Fox News, afirmó: “No buscamos un alto el fuego. Buscamos una victoria total y completa. Repito, ya saben cuál es la victoria: nada de armas nucleares”. Esta postura muestra la intención de Estados Unidos de eliminar por completo las capacidades nucleares de Irán, sin aceptar acuerdos intermedios.

La operación destacó por el uso de armamento avanzado. Las bombas antibúnker GBU-57 fueron clave. Estas armas, diseñadas para destruir objetivos subterráneos reforzados, pesan entre 14.000 y 30.000 libras. Pueden penetrar hasta 200 metros de concreto reforzado y cuentan con una ojiva de alto poder, que detona tras el impacto. Su sistema GPS permite gran precisión, incluso en vuelo.

También se usaron 30 misiles Tomahawk. Son misiles de crucero de largo alcance, con un radio de hasta 2.500 kilómetros. Vuelan a unos 880 km/h y llevan una ojiva de 450 kilogramos. Su sistema de navegación, que combina GPS y mapeo del terreno, tiene un margen de error inferior a 10 metros. Pueden lanzarse desde submarinos y destructores de la Marina estadounidense.

El bombardero B-2 Spirit jugó un papel fundamental. Este avión es casi invisible al radar gracias a su tecnología stealth. Tiene un alcance de 11.000 kilómetros sin reabastecimiento y puede transportar hasta 23.000 kilogramos de armamento. Su tripulación, formada por dos pilotos, puede operar hasta 44 horas seguidas.

El ataque marca un cambio en la política exterior de Estados Unidos. Representa un golpe serio al programa nuclear de Irán, que ha sido objeto de sanciones y diplomacia durante años. También demuestra la capacidad estadounidense de llevar a cabo ataques de precisión, a gran distancia y contra objetivos fuertemente defendidos.

Irán ahora enfrenta dos caminos. Puede intensificar el conflicto o aceptar un acuerdo de paz y renunciar al desarrollo nuclear, como buscaba Trump desde el inicio.

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