
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 5 de junio de 2025.- El presidente Javier Milei confirmó que vetará el proyecto de reforma previsional aprobado por la Cámara de Diputados, calificando la medida como un acto de “demagogia populista”. A través de sus redes sociales, el mandatario dejó en claro que el Gobierno no avalará ninguna iniciativa que implique un aumento del déficit fiscal, incluso si logra media sanción en el Senado.
La declaración presidencial se produjo minutos después de que Diputados diera media sanción al paquete de reformas con 142 votos a favor, 67 en contra y 19 abstenciones. El proyecto incluye un polémico aumento del 7,2% para las jubilaciones —exceptuando los regímenes especiales— y la suba del bono previsional de $70.000 a $110.000, con cláusula de actualización por inflación. Según cálculos del oficialismo, estas medidas representarían un impacto fiscal superior a los $12.000 millones, equivalente al 1,8% del PBI.
Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respaldó la postura de Milei durante un encuentro con empresarios de la ACDE. “Mantendremos el veto a cualquier ley que ponga en riesgo el superávit fiscal”, afirmó, al tiempo que lanzó una crítica a la oposición: “No todos los peronistas son delincuentes, pero su concepción económica está obsoleta, pertenece a una Argentina de hace 75 años”.
La tensión política se intensificó con las declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, quien arremetió contra los legisladores opositores llamándolos “degenerados fiscales”. En la misma línea, el portavoz presidencial Manuel Adorni reiteró que el Ejecutivo vetará “cualquier proyecto que rompa el equilibrio fiscal”, tildando de “populismo” las iniciativas en debate.
El paquete aprobado incluye además la oficialización de la fórmula de movilidad jubilatoria vigente desde abril de 2023 mediante DNU, y establece un mecanismo de actualización automática para las cajas provinciales. Según estimaciones de Hacienda, el incremento jubilatorio representaría un costo del 0,7% del PBI en el bienio 2025-2026, mientras que el bono de $110.000 tendría un impacto del 0,26% del PBI considerando su indexación inflacionaria.
La oposición intentó contrarrestar los argumentos oficiales proponiendo alternativas de financiamiento, como la eliminación de exenciones impositivas para directivos empresariales y la reasignación de fondos liberados por el acuerdo con el FMI. Sin embargo, el Gobierno descartó de plano cualquier posibilidad de negociación.
El escenario ahora se traslada al Senado, donde el bloque peronista necesita sumar apenas tres votos para conseguir la aprobación definitiva. De lograr los apoyos necesarios, el proyecto sería enviado al Ejecutivo, que ya anunció su decisión de vetarlo. En ese caso, la oposición necesitaría reunir una mayoría calificada de dos tercios en ambas cámaras para insistir con la sanción, un escenario considerado poco probable por los analistas políticos.
Mientras tanto, el debate sobre el futuro del sistema previsional sigue generando tensiones en el arco político, con posiciones irreconciliables entre un oficialismo que prioriza el equilibrio fiscal y una oposición que busca mejorar los ingresos de los jubilados en un contexto de alta inflación y pérdida del poder adquisitivo.
Con Infobae