Haití tiene «tradición histórica» de culpar de sus males a otros

Fotografía de archivo del presidente de República Dominicana, Luis Abinader, en Santo Domingo (República Dominicana). EFE/Orlando Barría

Santo Domingo, 27 de mayo de 2025 (EFE).- El presidente dominicano, Luis Abinader, afirmó este lunes que es «tradición histórica» en Haití echarle la culpa de sus problemas a otros países y reiteró que la situación de inseguridad en esa nación representa una amenaza para la región.

«Haití tiene que dejar de echarle la culpa de sus problemas a otros países y enfrentar sus problemas. Nosotros lo que hemos hecho es llamar la atención internacional (…) «¿No hay problemas de seguridad (en Haití)? ¿Es un invento? Que dejen ya esa tradición histórica de echar la culpa a otros países; yo respondo por la República Dominicana y seguiremos tomando las medidas de lugar ante la inseguridad en ese país», dijo Abinader.

La respuesta del gobernante se dio después de que el jueves pasado, durante un simposio en Washington, auspiciado por la OEA, el ministro de Defensa haitiano, Jean Michel Moïse, dijera que el territorio dominicano es una vía de entrada de armamento y droga, en una frontera que definió como «altamente porosa» y que incide directamente en la violencia armada que desangra al país.

El jefe de Estado dijo que Haití «debería darnos las gracias», al recordar que en septiembre de 2021 alertó a la comunidad internacional de que en el país fronterizo se estaba dando una «somalización».

«Haití es un problema para la región; nosotros somos los que hemos visto entrar drogas al país procedentes de allá, principalmente marihuana (…) aquí no producimos armas. Que presenten las pruebas de que desde aquí se llevan armas para allá y nosotros actuaremos. Lo que podemos decir es que podemos presentar miles de pruebas de que la situación es en sentido contrario», agregó el mandatario.

Denuncia de xenofobia considerada absurda

En cuanto a la preocupación del Gobierno haitiano, emitida el jueves pasado, de que los presuntos «actos xenófobos» que sufren sus ciudadanos en República Dominicana, Abinader la calificó de «absurda».

«Eso no es más que un cliché contra nosotros (…) El 85 % de la población de República Dominicana es mestiza; es una declaración absurda que no merece comentarios», expuso el gobernante.

República Dominicana dispuso en octubre pasado de un masivo programa de deportaciones y ha fortalecido los controles limítrofes con una verja que construye en la frontera, la utilización de equipos de tecnología avanzada y el despliegue de miles de tropas.

Asimismo, ha endurecido las medidas en el plano interno con decisiones como deportar a los haitianos indocumentados que acudan a los hospitales y otros centros de salud públicos una vez hayan sido atendidos.

Estas acciones han sido criticadas por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y la ONG Amnistía Internacional.

El Gobierno dominicano sostiene que esa medida forma parte de varias disposiciones que ejecuta para salvaguardar la seguridad nacional ante la crisis que, en prácticamente todos los órdenes, afecta al vecino país.