
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 27 de mayo de 2025.- Ricardo Arriazu, uno de los economistas más influyentes entre los funcionarios del Gobierno, advirtió que él hubiera llevado a cabo una estrategia diferente de la desarrollada por Luis Caputo en relación al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que probablemente termine con un “waiver” en junio ante la falta de cumplimiento de la meta de acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central.
“El Gobierno se reservó la posibilidad de intervenir en el medio de la banda. No quiere hacerlo porque quiere que el dólar caiga y toque el piso de la banda. Yo ya hubiera intervenido en el mercado”, dijo Arriazu el marco de un seminario organizado por Valo.
El economista Ricardo Arriazu dijo que Argentina necesita tener USD 100.000 millones de reservas en el Banco Central, al tiempo que aseguró que en adelante “va a ser un país caro”, lo que “puede generar bolsones de pobreza y de descontento”.
En un evento organizado por VALO, el economista señaló que “Argentina, por la sustentabilidad futura, necesita 100.000 millones de dólares de reservas” y sostuvo que “eso nunca lo vamos a conseguir por la cuenta corriente, eso tiene que venir por la cuenta capital, que es confianza”.
“La Argentina es el único país que tiene superávit gemelo en América Latina y es uno de los pocos del mundo; eso nos protege enormemente. Brasil, en cambio, tiene un enorme problema fiscal, pero tiene US$370.000 millones de reservas. En el último tiempo perdió US$40.000 millones, pero todavía tiene US$370.000 millones”, agregó.
Acerca de la decisión del Gobierno de emitir un bono, analizó que “eso va a las reservas. Claramente, en algún momento el Gobierno va a volver al mercado voluntario de capitales de afuera”.
Arriazu afirmó que “los dólares van a venir y para que el tipo de cambio no se derrumbe, este es el momento donde la Argentina tiene que comprar”.
“El país tiene que sacarse de encima lo del problema de la emisión monetaria no deseada. China y Japón multiplicaron por 100 su base monetaria y no tuvieron inflación”, agregó.
Por otra parte, señaló que en adelante Argentina “va a ser un país caro, como lo fue en la época de oro; eso va a provocar quiebras y creación”.
Sostuvo que la “destrucción es siempre más rápida que la creación” y que “eso puede generar bolsones de pobreza y de descontento”.
En este contexto, sostuvo que el apoyo político es la variable más importante para reflejar que “esta vez va a ser distinto” y que ocurra la llegada de inversiones.
“Afuera quieren ver que los argentinos apoyan el proceso”, concluyó.