Washington, 17 de mayo de 2025.- Un sistema de tornados provocado por una fuerte tormenta dejó al menos 21 muertos en los estados de Kentucky y Misuri, en el centro de Estados Unidos, informaron este sábado las autoridades.
La tormenta impactó primero en el Medio Oeste y en la región de los Grandes Lagos, para luego dirigirse al sur, generando tornados en Misuri, Kentucky, Illinois e Indiana.
El gobernador de Kentucky, Andy Beshear, que declaró el estado de emergencia, informó que al menos 14 personas murieron en su estado y avisó que la cifra podría aumentar en las próximas horas.
«Por favor, oren por todas las familias afectadas», expresó en redes sociales.
Al menos siete personas fallecieron en Misuri, donde un potente tornado impactó en el área de la ciudad de San Luis.
«La pérdida de vidas y la destrucción que ha sufrido San Luis a causa de la tormenta de hoy son horrendas, y mis pensamientos están con todos cuyas vidas se vieron alteradas», declaró la alcaldesa de San Luis, Cara Spencer.
La tormenta y los tornados derribaron infraestructuras y cables eléctricos a su paso. Más de 700.000 hogares y establecimientos en una docena de estados estaban sin electricidad a primeras horas del sábado, según el portal Poweroutage.
Se cerraron partes de dos docenas de carreteras estatales, y algunas podrían tardar días en reabrirse, dijo Beshear. También advirtió que el número de muertos podría aumentar.
“Necesitamos que en este momento todo el mundo sea realmente un buen vecino de esta región”, dijo el gobernador.
El director de Gestión de Emergencias del Estado, Eric Gibson, dijo que cientos de casas resultaron dañadas,
Kayla Patterson, su marido y sus cinco hijos se acurrucaron en una bañera en el sótano de su casa en Londres, la capital del condado, mientras el tornado azotaba sus alrededores.
“Se podía oír literalmente cómo se rompían las cosas a lo lejos, cristales rompiéndose por todas partes, un rugido como el de un tren de carga”, recordó el sábado. “Fue terrible”.
La familia finalmente salió entre el sonido de las sirenas y el pánico entre los vecinos. Si bien la casa familiar se salvó, otras justo detrás fueron demolidas, dijo Patterson mientras se oía el zumbido de herramientas eléctricas de fondo. El vecindario estaba lleno de montones de madera, láminas metálicas, aislantes y pertenencias tiradas: una maleta, un sofá y varios paquetes de seis toallas de papel.
Con EFE/AP