
Por Braulio Moro | RFI
En la década de los 70, Colombia, como el resto de América Latina, vivió una profunda crisis económica que afectó a toda la sociedad. Unos la padecieron y otros se beneficiaron de ella. Fue el caso de los narcotraficantes colombianos, que aprovecharon para penetrar el mundo del fútbol hasta dominar 70% de los equipos del país. Víctor Massias, autor del libro ‘Los Narcos de la Liga, dinero sucio y fútbol colombiano desde los años 1970 hasta nuestros días’, es nuestro invitado en Escala en París.
Cuando preguntamos a Víctor Massias qué resiente frente a todas las advertencias, por no decir amenazas, que recibió al escribir su libro, responde sin dudar que “aunque es un tema muy viejo, porque hace décadas que terminó el narcofútbol, todavía sigue caliente”, pues la mayoría de los actores del narcofútbol están muertos o en la cárcel, pero “quedan familiares, sus amigos. Ellos están protegiendo un poquito lo que hicieron, los actos de los narcos, de los políticos de ese entonces”.
Massias también advierte que “hay colombianos que están cansados de que la gente viaja a Colombia para hablar de ese tema. Sobre todo, cuando es un ‘gringo’ (como se conocen a los estadounidenses en el país), aunque cuando leen el libro entienden que no es el propósito”. Para el autor, el objetivo es hablar del tema para que la gente que vive en Europa “que a veces admira al cartel de Medellín, a Pablo Escobar, a los narcos, entienda que no hay nada bueno, admirable, son terroristas”.
El crecimiento de la influencia del narcotráfico fue fulgurante. Si en 1977 el tráfico de cocaína ascendía a alrededor de 722 millones de dólares; para 1981 la cifra se elevó a 1.734 millones de dólares, es decir, cerca del 6% del PIB colombiano. Esa masa de dinero necesitaba capitalizarse, ser más productiva, y los narcotraficantes controlaban ya muchas actividades: bancos, industrias, agricultura.
“El Estado colombiano sabía lo que estaba pasando porque necesitaba plata. Entonces, si no hay plata en el país y los ricos no tienen plata, ¿cómo vas a hacer? Te vas a aprovechar de los pobres que se volvieron ricos gracias al dinero del narcotráfico. Entonces ellos vendían droga a Estados Unidos y volvían con maletas llenas de billetes que aceptaba el Banco de la República de Colombia porque necesitaba dinero. Así empezó a ser legal o aceptado porque el Estado cerraba los ojos”, recuerda Massias.

Es a finales de los años 70 y sobre todo en los años 80 que la presencia del narcotráfico en el fútbol alcanza su cima: asesinato de árbitros, compra de jugadores, compra de funcionarios, distribución de miles de millones de pesos como medio de corrupción, compra y corrupción masiva de periodistas. Y detrás de todo eso, varios nombres conocidos como Pablo Escobar, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela y Gonzalo Rodríguez Gacha, que se hacía llamar ‘El Mexicano’.
En cuanto a los clubes de fútbol, casi ninguno escapó. Atlético Nacional, Deportivo Independiente Medellín, Deportivo Pereira, Millonarios FC de Bogotá, América de Cali… la lista es más larga que una cancha de fútbol. Y lo mismo puede decirse de muchos jugadores, algunos de ellos muy famosos.
En ese escenario trágico y al mismo tiempo fantasioso hay un hecho que merece atención. Sucedió en julio de 1982, cuando el narcotraficante Rodríguez Gacha decidió organizar un partido de fútbol entre los equipos bogotanos de Millonarios FC e Independiente Santa Fe. Tres autobuses llegaron, uno para recoger a los jugadores de los Albiazules, otro para llevar a los Leones, y el tercero para los periodistas. Un autobús completo con periodistas. Otro ejemplo es cuando, en 1997, las cámaras de vigilancia de la prisión donde estaba recluido Miguel Rodríguez Orejuela registraron a éste hablando con Mauricio Macri, entonces presidente del Boca Juniors y después presidente de Argentina.
¿Cómo fue posible cambiar eso a sabiendas de que, todavía en 2013, hace apenas una década, los aficionados de Millonarios desplegaron en pleno partido de fútbol un gran lienzo con la imagen de Rodríguez Gacha, abatido en 1989?, preguntamos a Víctor Massias.
“Naturalmente, es la muerte de los grandes capos del narcotráfico”, responde. “Para mí eso es lo más importante. Y después es que Estados Unidos empezó con la lista Clinton a poner clubes o gente en esa lista que les obliga a limpiarse totalmente. Y así se fueron limpiando un poco porque todavía no está limpio el fútbol colombiano, obviamente”, agregó.