Barrio Churruca, Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina, 4 agto. 2022 (Mi Periódico).- A pesar del reclamo de los vecinos los baches del cruce de las calles Churruca y luján siguen ahí, sin repararse, y hacen la calle prácticamente intransitable en ese sector.
El 15 de junio pasado, a raíz de un incidente, los vecinos denunciaron que ya no se podía circular por ese sector y reclamaron la reparación de todos los baches que existen en ese cruce de calles.
Si bien en un primer momento la municipalidad cerró la calle Churruca y vallaron uno de los baches, el más peligroso. A los pocos días la calle Churruca se violviò a abarir al tránsito vehicuilar, pero los baches nunca se repararon.
Ahora, a casi dos meses del primer reclamo, no sólo no repararon los baches, sino que, además, las vallas de madera que habían colocado alrededor del bache más profundo para indicar el peligro, se cayeron y agravaron la situación
Los vecinos, en busca de evitar accidentes, función que le corresponde a las autoridades que desaparecieron, colocaron un neumático en deshuso para evitar que los automovilistas caigan en la trampa del importante bache.
Sin embargo, los días y meses pasan y todo sigue igual; las soluciones no llegan.
Sin duda, esos baches sin arreglar, sumados a los microbasurales que sigen activos en los barrios de Churruca y El Libertador a pesar de las órdenes judiciales a la policía y a la municipalidad para evitar el vuelco ilegal de residuos, junto a la falta de un plan educativo y de sanciones para los contraventores, dan cuenta de la inseguridad que se vive en la zona por la ausencia de las autoridades que por lo visto no tienen el más mínimo interés en implementar acciones integrales para mejorar los barrios y su nivel de seguridad.
Pero cuidado. Porque existe una relación muy estrecha entre el mejoramiento de los barrios y la seguridad ciudadana.
Dentro del régimen municipal, las intendencias deben hacerse cargo de la “vialidad pública”.
La obligación de efectuar la señalización acerca del estado de deterioro de una vía pública, es un deber insoslayable en cabeza de quien tiene a su cuidado el mantenimiento y conservación del camino en condiciones de segura y confiable transitabilidad. Cuando el estado no adopta tales medidas de precaución, es responsable por las consecuencias dañosas derivadas de su comportamiento omisivo”.
Y para que las intervenciones físicas tengan éxito y funcionen, es fundamental la participación de las autoridades locales, alianzas estratégicas y los gobiernos, que hoy brillan por su ausencia en los barrios más vulnerables del partido.