Pablo Podestá, Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina, 28 jul 2022 (Mi Periódico).- Una nueva protesta de padres se registró hoy, pasadas las 18:30 h, en el club AMUP, ubicado sobre la calle Jujuy al 2024.
Los padres denuncian que el club se niega a asociarlos a ellos y a los menores que integran los equipos de futbol infantil, y que llevan la camiseta del club en los partidos en señal que representan a la institución.
Los chicos, unos 100, son menores de edad, a través de los diferentes partidos de futbol, en donde la institución cobra entrada, generan ingresos para la institución, pero, luego, insólitamente, esa institución les niega el derecho a asociarse a ellos y a sus padres. ¡Grave!
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¿Entonces cuál es el vínculo entre los chicos y el club AMUP, al que representan por un lado, y el que por el otro les niega el derecho a asociarse de manera abusiva? ¿Se está vulnerado la normativa que tutela los derechos de los niños, niñas y adolescentes?
¿Acaso los menores “trabajan” para el club en una extraña relación de dependencia? ¿Está el club AMUP cumpliendo con el objeto social para el cual fue creada, impidiendo el ingreso de socios sin fundamento legal? Un club que, además, recibió subsidios del Estado.
¿Dónde están los organismos del control municipal y provincial? Que, por ahora, brillan por su ausencia.
Al menos parece bastante irregular que un club impida el ingreso de socios. ¿No? ¿O acaso el club AMUP dejó de serlo, y se convirtió en una pyme alterando el objeto del ente asociativo?
Pero los padres quieren respuesta, y hoy volvieron con sus reclamos al club para que se normalice de manera inmediata la situación y se cumpla con la ley, el estatuto.
El principal objeto de una asociaciòn es el bien común. Y no un interés particular de caracter lucrativo.
Pero la réplica de las autoridades al pedido de transparencia no se hizo esperar: cerraron las puertas del club con candado y no hubo actividad.
Pero eso no es todo. Fuentes no oficiales confirmaron que desde la institución prepara medidas para impedir el ingreso de chicos y padres que reclaman transparencia en el manejo del club, y que se les permita asociarse.
Sin embargo, una vez aprobado el estatuto, las autoridades gobiernan objetivamente la vida jurídica de la asociación, adaptándose no a los intereses de cada individuo, tomado en forma aislada, sino a los intereses colectivos del grupo, que no son menos reales que aquellos de cada asociado.
Y, lamentablemente, una vez más hoy los chicos se quedaron sin entrenar.