Barrio Churruca, Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina, 18 abr. 2022 (Mi Periódico).- Este lunes por la mañana, otra vez la Escuela de Educación Primaria 36, ubicada en el cruce de las calles Tucumán e Iguazú, amaneció con un gigantesco microbasural a pocos metros de la puerta principal de ingreso.
Una postal cotidiana, y con la posibilidad de que se instalen roedores y vidrios rotos.
“Es una falta de respeto para el resto de los que vivimos acá, a los que toman el colectivo entre la mugre y a los chicos que van a la escuela”, coincidieron algunos vecinos consultados.
Sin duda, erradicar estos microbasurales requiere abordar el problema desde distintos frentes y con diversas políticas.
Pero es necesario que las autoridades asuman sus responsabilidades, y pongan manos a la obra llevando a cabo campañas de concientización y multen a los infractores.
Levantar la basura no alcanza. La ley le impone a las autoridades erradicar los microbasurales. Y eso es justamente lo que no están haciendo: “ERRADICARLOS”.
La es responsabilidad de los gobernantes cumplir y hacer cumplir la ley. Ya no hay tiempo para excusas, ni mucho menos para seguir echándole la culpa a los demás.
Sin embargo, a pesar de las quejas vecinales, las autoridades siguen mirando para otro lado, y siguen incumpliendo con las órdenes judiciales y la ley que les imponen el deber de erradicar los microbasurales y multar a los contraventores que arrojan desperdicios ilegalmente.
Las calles de los barrios más vulnerables del partido están en manos de incivilizados, que con total impunidad, ante la ausencia del Estado, se han adueñado de las calles y sólo buscan convertir los barrios, y sus espacios públicos, lo accesible, lo visible, en TERRITORIOS SIN LEY.