Bombas sobre Kiev, evacuaciones en Mariupol

Roma, Italia, 14 mar 2022.- La ofensiva de Moscú no se detiene: los bombardeos sobre Kiev se intensifican y desde Bielorrusia una nueva columna de blindados y equipamientos militares se mueve hacia Ucrania, pero por primera vez las tropas rusas permitieron la apertura de corredores humanitarios sobre la desesperada ciudad de Mariupol.

La estratégica ciudad portuaria del sur, sobre el Mar de Azov, a las puertas del Donbás, ha sufrido hasta ahora un cerca sin descanso, con cientos de bombardeos y al menos 2.560 civiles muertos, según el vicealcalde Serghei Orlov.

Con el pasar de los días, Kiev está bajo un ataque cada vez más masivo. En una nueva noche de bombardeos fueron alcanzados varios objetivos, tanto civiles como estratégicos.

En la mira de los misiles rusos terminó un condominio de nueve pisos en el distrito de Oblon, en la zona noreste de la capital, donde murieron al menos dos personas, y otras tres resultaron heridas. Decenas de residentes fueron rescatados del incendio que siguió a las bombas.

A diez kilómetros de Kiev, en el suburbio de Sviatoshyn, fue bombardeada la fábrica de aviones Antonov.

El cerco se vuelve cada vez más acuciante, como revela el anuncio de las autoridades ucranianas que acumularon alimentos esenciales por un mínimo de dos semanas para los dos millones de habitantes que permanecen en la ciudad.

Las tropas rusas también detonaron explosivos cerca de la Unidad G1 de la central nuclear de Zaporizhzhya, la más grande de Europa, que controlan desde hace días.

En Mariupol, entre tanto, se produjeron las primeras evacuaciones, con más de 160 automóviles privados que pudieron dejar la ciudad, donde no hay agua corriente, electricidad o calefacción, a través de un corredor humanitario en dirección a Zaporozhzhya.

Sin embargo, los rusos bloquearon un convoy humanitario que intentaba llegar a la ciudad por segunda vez en 24 horas.

En total, Moscú anunció la apertura de corredores humanitarios en las regiones de Kiev, Lugansk, Chernihiv, Sumy y Jarkov. Según la ONU, los civiles muertos son al menos 636, entre ellos 46 niños, y 1.125 resultaron heridos. Los balances ucranianos son más dramáticos, con 90 niños muertos y más de 100 heridos. Después del ataque de ayer a la base de Yavoriv, cerca de la frontera polaca, en el que según Moscú fueron eliminados numerosos mercenarios extranjeros, la Defensa rusa volvió a amenazar a los combatientes voluntarios que llegaron del exterior.

“El ejército ruso conoce la localización de los mercenarios extranjeros en Ucrania y realizará ataques quirúrgicos contra ellos”, hizo saber un portavoz.

Sobre otro frente, Kiev denunció la llegada de un primer grupo de unos 400 milicianos sirios armados y adiestrados en las regiones de frontera de Rostov, en Rusia, y Gomel, en Bielorrusia.

El Observatorio por los Derechos Humanos de Siria, una ONG con red de informantes en todo el país, afirmó que son más de 40 mil los combatientes enrolados en el país árabe que están listos para ir a combatir a Ucrania junto a las tropas rusas.

A 19 días del inicio de una guerra de la que no se ve el final -y hoy el Kremlin ha subrayado que no hay ninguna fecha hipotética al respecto para anunciar- en el granítico muro de las jerarquías militares de Moscú comienzan a verse algunas grietas.

“Quiero decir que sí, no todo está andando a la velocidad que querríamos. Pero estamos avanzando hacia el objetivo paso a paso, y venceremos”, dijo el comandante de la Guardia Nacional, Viktor Zolotov, uno de los hombres más cercanos a Putin.