BUENOS AIRES. TRES DE FEBRERO: cuatro escuelas rodeadas de microbasurales y de narcotraficantes

Una triste postal que se repite una y otra vez en los barrios más vulnerables del partido, en donde además el narcotráfico avanza en los barrios con la complicidad de malos policías y frente a un Estado provincial y municipal ausentes. Los pobres siguen siendo pobres y el narcotráfico continúa creciendo en poder gozando de impunidad manifiesta.

Microbasural frente a la Escuela 36, en el Barrio Churruca, partido de Tres de Febrero. Buenos Aires, Argentina.

BARRIO CHURRUCA/EL LIBERTADOR, TRES DE FEBRERO, BUENOS AIRES, ARGENTINA, 4 OCT. 2021 (Mi Periódico) — La Escuela 36 de la calle Iguazú y Tucumán, del Barrio Churruca, y el complejo escolar que involucra varios establecimientos educativos en el cruce de las calles Primera Junta, entre Tucumán y Catamarca, aparecieron esta mañana rodeadas de basura.

A pesar de que en esos sectores existen cámaras de seguridad municipales, los contraventores vuelca desperdicios de todo tipo sin temor a sufrir las consecuencias.

Los patrullajes son escasos; la basura que se deposita ilegalmente en esos lugares no se retira diariamente y los resultados están a la vista: los barrios son “Tierra de nadie”.

Pero no sólo hay basura doméstica en las calles. También hay en las cercanías venta de droga a cielo abierto con bolseros que trabajan con total impunidad a simple vista, frente a la mirada cómplice de las autoridades policiales que hacen la “Vista gorda”.

El narcomenudeo está presente en los barrios de manera organizada. Y la cuestión de la convivencia entre malos policías y los puntos de ventas es clara.

Sin se vuelca basura ilegalmente, a toda hora, y con impunidad, es porque los patrullajes son escasos o deficientes y no hay políticas de concientización.

Con levantar los residuos de tanto en tanto no alcanza. Hay que erradicar los microbasurales. Es incomprensible que se sigan arrojando desperdicios frente a las cámaras de seguridad municipales, y en la puerta de los colegios.

Microbasural frente al Jardín de Infantes 917, en el Barrio El Libertador, en el partido de Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina.

Pero cuidado, porque los patrulleros no sólo miran para otro lado cuando los contraventores arrojan basura, sino que también hacen la “vista gorda” con los compradores de droga que —no detectan— y que desfilan cuando cae el sol hacia los lugares de venta, en muchos casos abiertos las 24 h en varios puntos de los barrios cercanos a los microbasurales, en donde el comercio de estupefacientes que le reporta beneficios enormes a través de la “caja negra” a la policía está “HABILITADO”.

Barrios, en donde a pesar del descontrol sospechosamente la Jefatura de Estación de Policía de Tres de Febrero no realiza operativos preventivos, y tampoco desde la municipalidad se convoca a las Fuerzas Federales para reforzar los patrullajes.

Y no se trata de militarizar los barrios, pero tampoco se puede dejar a los vecinos honestos en manos de las banda criminales.

El mundo narco que se nutre de chicos y chicas que son cooptados como “soldaditos” que acceden así a ingresos que no obtendrían de otra manera, sigue avanzando en las calles frente a la deliberada ausencia del Estado provincial, municipal, y de los malos policías cómplices.

Los pobres siguen siendo pobres y el narcotráfico continúa creciendo en poder gozando de impunidad manifiesta.