La fabricación de coches, amenazada por la escasez de semiconductores

La automoción se encuentra inmersa en una nueva crisis, justo cuando el sector comenzaba a recuperar los volúmenes de producción prepandemia.

27 MAR 2021 — General Motors (GM) tendrá que suspender varias semanas la producción en la planta de montaje de camionetas “pickup” de la localidad de Wentzville, en el estado de Misuri, a la vez que mantendrá el parón en otra planta de Michigan, por la escasez de microprocesadores que afecta desde hace meses al sector.

Además, GM ya detuvo la producción del Cadillac CT4, CT5 y Chevrolet Camaro el 15 de marzo en Lansing, Michigan.

El anuncio de GM se produce después de que Honda comunicase que ampliará la suspensión de algunas de sus plantas de producción en Norteamérica por la falta de microprocesadores y otros problemas de suministro, según señalaron medios de comunicación locales.

El fabricante se une a la lista de otras importantes marcas como Ford, y Fiat Chrysler que han confesado tener problemas con sus entregas a causa de la escasez chips.

Ford planea retener las camionetas F-150 después de que salgan de la línea de producción y esperar hasta que reciban los chips necesarios para terminar las camionetas antes de enviarlas a los concesionarios. Además de la F-150, lo mismo ocurre con la SUV Edge, y ya han detenido la producción de Escape y Lincoln Corsair debido a la escasez.

Stellantis, el tercero de los tres grandes fabricantes de autos de Detroit, también tendrá camionetas Ram de manera similar a Ford.

Los fabricantes de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés) experimentan un déficit en el aprovisionamiento de microchips que ha provocado, nuevamente, paralizaciones en las plantas de los fabricantes.

También conocidos como semiconductores, se trata de componentes fundamentales, pues un vehículo convencional puede llegar a disponer de más de 100. Esta escasez, que se empezó a observar en la segunda mitad de 2020, llevará previsiblemente a la industria a perder más de medio millón de unidades de producción a escala global solo en el primer trimestre de 2021, según ha revelado el último estudio de la Association of European Vehicle Logistics (ECG).

¿Qué ha causado la actual crisis?

La escasez mundial de semiconductores para vehículos (chips) se ha convertido en un problema para la industria automotriz desde finales de 2020. SEAT se ha visto afectado recientemente por cuellos de botella en el suministro de semiconductores; y es que debido a la COVID-19, los principales fabricantes de semiconductores reasignaron su producción a otros sectores, como la electrónica de consumo.

Los chips han estado escaseando debido a las masivas ventas de dispositivos de entretenimiento doméstico como consolas de juegos, televisores, teléfonos inteligentes y tabletas, que se empezaron a vender como pan caliente a causa de las medidas de confinamiento en todo el mundo. 

Durante la última década, la industria automotriz se ha convertido en uno de los mayores compradores de semiconductores del mundo, particularmente en medio del surgimiento de la popularidad de los vehículos eléctricos y a medida que los fabricantes de automóviles buscan aumentar el atractivo de sus productos con tecnologías más sofisticadas, como pantallas táctiles, computarizadas. controles y transmisiones del motor. Las conexiones celulares y Wi-Fi integradas a menudo se ingresan en los últimos modelos. Hoy en día, los vehículos nuevos pueden constar de cientos de semiconductores y la escasez de un solo componente puede provocar retrasos en la producción, explica el informe.

Otra razón tiene que ver con la guerra comercial que el ex-presidente de los Estados Unidos Donald Trump comenzó en contra de China.

Debido a que el proceso de adquirir material y convertirlo en semiconductores lleva más de tres meses, ajustar el volumen de producción rápidamente según la demanda es una tarea difícil. La pandemia de coronavirus provocó que la demanda de automóviles cayera durante la primera mitad de 2020. En ese momento, los fabricantes de automóviles recortaron temporalmente los pedidos de semiconductores y los proveedores de chips modificaron los planes de producción en consecuencia.