Myanmar padece su día más letal desde que iniciaron las protestas contra el golpe de Estado

Naciones Unidas asegura que 38 personas murieron tan solo este miércoles y testigos aseguran que muchos de ellos fallecieron luego de que la fuerza pública disparara balas reales a los manifestantes sin previo aviso. Entretanto, seis periodistas, todos arrestados mientras cubrían las protestas, fueron acusados por las autoridades de violar una ley de orden público que podría llevarlos a prisión.

MYANMAR, 3 MAR 2021 – Naciones Unidas asegura que 38 personas murieron tan solo este miércoles y testigos aseguran que muchos de ellos fallecieron luego de que la fuerza pública disparara balas reales a los manifestantes sin previo aviso. Entretanto, seis periodistas, todos arrestados mientras cubrían las protestas, fueron acusados por las autoridades de violar una ley de orden público que podría llevarlos a prisión.

“Hoy fue el día más sangriento desde que ocurrió el golpe el 1 de febrero. Tuvimos hoy, solo hoy, 38 personas muertas. Ahora tenemos más de 50 personas que murieron desde que comenzó el golpe, y muchas están heridas”, dijo en Nueva York la enviada especial de Naciones Unidas para Myanmar, Christine Schraner Burgener.

Esta cifra supera los 18 muertos que la misma ONU contabilizó el 28 de febrero y que hasta ahora marcaba la jornada de protestas con más muertos en Myanmar, desde que comenzaron las manifestaciones contra la junta militar.

Antes de que el organismo internacional confirmara la cantidad de personas que perdieron la vida este miércoles, el reporte de la Asociación de Asistencia para Presos Políticos hablaba de menos decesos este 3 de marzo, aunque advirtió que la cifra podría cambiar como en efecto ocurrió.

“Los llamados militares mataron al menos a 18 personas en el norte de Okkalapa, en Rangún, Mandalay, Monywa, Myingyan, Pyin Oo Lwin y Salin en Magwe. La lista de muertos puede aumentar más tarde. Además, muchos resultaron heridos. Algunos están en situación crítica”, aseguró Ko Bo Kyi, secretario adjunto del grupo defensor de derechos humanos, Asociación de Asistencia para Presos Políticos, a través de su cuenta de Twitter.

Los uniformados usaron munición real, gases lacrimógenos y balas de goma, según los reportes de la prensa local sobre varias ciudades y pueblos donde se extendieron las protestas.

En la ciudad central de Monywa, que ha reunido grandes multitudes de manifestantes, seis personas murieron. Una de ellas recibió disparos en la cabeza, según informó la Voz Democrática de Birmania, un servicio de noticias independiente.

“Abrieron fuego contra nosotros con balas reales. Uno murió, es joven, un adolescente, recibió un disparo en la cabeza”, dijo Moe Myint Hein, quien resultó herido en una pierna.

La violencia también se extendió a Rangún y Mandalay, las dos urbes más grandes del país con manifestaciones diarias. Solo en Rangún han muerto al menos ocho personas durante este miércoles, según testigos, cuando las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra ellos.

“Escuché tantos disparos continuos. Me acosté en el suelo, dispararon mucho”, dijo a Reuters el manifestante Kaung Pyae Sone Tun, de 23 años.

En Mandalay, la policía antidisturbios respaldada por soldados disolvió una marcha antigolpista, en la que persiguió a alrededor de 1.000 profesores y estudiantes con gases lacrimógenos y lo que parecían ser disparos de advertencia.

La prensa local también reportó varios fallecidos en Myingyan,  en el centro de la nación y en la ciudad de Hpakant, en el estado de Kachin, norte de Myanmar, donde históricamente, la minoría étnica kachin de Myanmar ha tenido relaciones tensas con el Gobierno central y cuenta con una fueA la represión con armas se sumaron las detenciones. La fuerza pública arrestó a cientos de personas. Entre ellas, 300 en el distrito de Tamwe, en Rangún. Algunos manifestantes fueron brutalmente golpeados por la Policía.

Los detalles de las represiones y las cifras de víctimas son difíciles de confirmar de forma independiente, especialmente las que ocurren fuera de las ciudades principales. Pero los relatos de la mayoría de los incidentes han sido consistentes en las redes sociales y en los medios de comunicación locales, y generalmente tienen videos y fotos que los respaldan. También es probable que muchos incidentes ocurridos en áreas remotas se desconozcan.

No obstante, las imágenes muestran que las autoridades birmanas han aumentado la violencia contra los ciudadanos desde el pasado fin de semana para tratar de sofocar las protestas que no cesan, pese a la fuerte retaliación.

Seis periodistas acusados por cubrir las protestas

El accionar de las fuerzas birmanas no se limita a los manifestantes y viola la libertad de prensa.

La agencia de noticias estadounidense AP informó que las autoridades presentaron cargos contra su reportero Thein Zaw y cinco periodistas más de otros medios de comunicación, por supuestamente violar una ley de orden público, acusación que podría acarrear hasta tres años de prisión, según explicó Tin Zar Oo, abogado del corresponsal de AP.rza guerrillera propia, pero se unen a las voces de rechazo contra los militares.

Todos los comunicadores fueron arrestados en los últimos días mientras cubrían las protestas. La ley bajo la que fueron acusados castiga a cualquiera que cause miedo entre el público, difunda noticias falsas o influya directa o indirectamente a la comisión de un delito penal contra un empleado del Gobierno.

Esa normativa fue enmendada por la junta militar el mes pasado para ampliar su alcance y aumentar la pena máxima de prisión que era de dos años.

“Las autoridades de Myanmar deben poner en libertad a todos los periodistas encarcelados y dejar de amenazar y acosar a los reporteros por simplemente hacer su trabajo de cubrir las protestas callejeras contra el golpe (…) Myanmar no debe regresar a la pasada Edad Media, donde los gobernantes militares encarcelaron a periodistas para reprimir y censurar los informes de noticias”, dijo Shawn Crispin, alto representante del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ), en el sudeste asiático.

El Ejército birmano revierte años de lento progreso hacia la democracia, en un país que ha tenido solo dos elecciones en los últimos seis años,los segundos después de más de medio siglo de dictadura militar. Un sistema que volvió a imponerse con el golpe de Estado del pasado 1 de febrero y que no vislumbra un fin próximo. Los crímenes siguen ocurriendo ante la mirada atónita del resto del mundo y pese a los llamados de los líderes de distintos gobiernos, de la ONU y ASEAN, entre otras organizaciones, que poco o nada han podido hacer hasta el momento para detenerlo.

France24, con Reuters, AP y medios locales