Miles protestan en Francia contra el proyecto de ley que limita grabar a la Policía

En más de 20 ciudades se manifestaron este sábado contra la iniciativa de ley de seguridad, aprobada el viernes por la Asamblea Nacional. El apartado más controversial de la norma sanciona la difusión de ciertas imágenes de la Policía, habilita el posible uso de drones en manifestaciones y el reconocimiento facial por cámaras de vigilancia. Lo que los manifestantes consideran una violación a la libertad de información, el Gobierno francés lo defiende como una penalización de lo que atente contra la seguridad de los agentes.

FRANCIA, 21 NOV 2020 (France24) ¿Protección para los oficiales de policía o limitación a la libertad de expresión? En varias ciudades de Francia, miles salieron a manifestarse contra la ley de seguridad global. En París, la Plaza del Trocadero fue el principal centro de concentración de la protesta. Al grito de “¡todos quieren filmar a la policía!” y “¡Libertad!”, activistas de derechos civiles, periodistas -incluidos miembros de Reporteros sin Fronteras-, la rama francesa de Amnistía Internacional y cientos de ciudadanos exigieron retirar el proyecto de ley aprobado el viernes en la Asamblea Nacional.

La controversia se desató por el artículo 24 de la iniciativa que tipificaría como delito la divulgación de imágenes que pudieran “dañar la integridad física o mental” de los agentes de policía. Las personas declaradas culpables podrían ser castigadas con un año de prisión o una multa de hasta 45.000 euros. El proyecto también ampliaría el uso de drones de vigilancia en las manifestaciones y permitiría el reconocimiento facial por cámaras de vigilancia.

Todas estas medidas prenden las alarmas sobre la posible violación a la libertad de los periodistas u otras personas para informar, pues los críticos consideran que ayudaría a encubrir posibles abusos como el uso excesivo de la fuerza, una creciente preocupación pública.

Martine Wattoux, un manifestante en el Trocadero, dijo estar “indignado”. “Nos dicen que debemos limitar nuestras libertades por el bien de todos, pero esto es ir demasiado lejos. Estamos cayendo en algo que no es totalmente democracia”, afirmó.

Otra cláusula otorgaría a la policía local nuevos poderes, incluida la capacidad de encargarse de delitos menores, como infracciones de tránsito, y realizar controles de identidad. Actualmente, solo la Policía Nacional tiene estas facultades.

Aunque una enmienda redactada por el Gobierno y aprobada a última hora modificó el artículo en cuestión, para agregar la frase “sin perjuicio del derecho a informar”, la eventual norma no calmó el rechazo. Algunos de los carteles con los que los manifestantes protestaron este sábado señalaron “dejaremos nuestros teléfonos (inteligentes) cuando dejen las armas”.

Anne-Sophie Simpère, activista de Amnistía Internacional Francia, aseguró que la enmienda no es suficiente y que el gobierno debería retirar el artículo 24 en su totalidad. “Es una ley que mata la libertad que amenazaría la libertad de expresión, el derecho a manifestarse y el derecho a la privacidad”, afirmó.

Movilizaciones similares tuvieron lugar en ciudades como Marsella, Lille, Montpellier, Rennes, Saint-Etienne y Niza.

El Gobierno francés defiende la ley de seguridad global

Ante el rechazo generalizado, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, intentó calmar los ánimos con sus comentarios ante el Parlamento el viernes, cuando señaló que los periodistas y miembros del público todavía pueden “filmar y difundir” imágenes de agentes de policía incluso “sin empañar sus rostros”, dijo. Solo cuando las imágenes se compartan con comentarios “destinados a dañar” o incitar a la violencia, entrarían en conflicto con la nueva ley, explicó.

Sin embargo, los medios de comunicación critican a Darmanin por decir en una conferencia de prensa el miércoles que los periodistas que cubren protestas o manifestaciones deben informar a las autoridades de antemano para “evitar confusiones” si la policía se ve obligada a responder a la violencia.

Alice Thourot, diputada del partido La République En Marche (LREM) del presidente Emmanuel Macron y coautora de la controvertida cláusula, también trató de apaciguar los ánimos.

“El proyecto de ley no pondrá en peligro de ninguna manera los derechos de los periodistas o ciudadanos comunes a informar al público”, dijo Thourot al diario francés Le Figaro y agregó que solo “prohíbe cualquier llamado a la violencia o represalias contra agentes de policía en las redes sociales”.

La consternación crece luego de que varios casos de presunta violencia policial fueron revelados justamente por videos difundidos en las redes sociales. Las imágenes mostraron que Cédric Chouviat, un conductor de reparto en París, sufrió un ataque cardíaco y murió en enero después de que la policía lo estrangulara. Varios manifestantes del movimiento chalecos amarillos fueron apaleados dentro de un Burger King en París en diciembre de 2018.  

También los activistas han indicado que la brutalidad policial fue responsable del asesinato de Adama Traoré, un francés de origen maliense que murió tras su arresto en los suburbios de París en 2016, caso que se convirtió en un ícono contra el racismo y los excesos del uso de la fuerza. Aunque una autopsia encargada por su familia dijo que murió por asfixia, el informe de salud oficial publicado en junio informó que falleció por insuficiencia cardíaca, exonerando de responsabilidad a tres policías.

Pero todos estos casos provocaron la indignación de la ciudadanía y elevó los reclamos para hacer justicia. Ahora, está previsto que los parlamentarios voten por el proyecto de ley de seguridad en su conjunto el martes. Luego pasará al Senado.