EE. UU. retira cargos al exsecretario de Defensa de México, Salvador Cienfuegos

LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS, 18 NOV 2020 (France24) – Salvador Cienfuegos, otrora secretario de Defensa de México durante el mandato presidencial de Enrique Peña Nieto (2012-2018), vivía preso desde octubre en Estados Unidos acusado de delitos de narcotráfico y lavado de dinero. En México, una comisión investiga también su implicación en el caso de los 43 jóvenes de Ayotzinapa. Ambos gobiernos han reconocido que le serán retirados todos sus cargos en EE. UU. para ser juzgado en su país natal.

El pasado viernes 16 de octubre, Cienfuegos fue detenido en el aeropuerto de Los Ángeles después de que la fiscalía estadounidense descubriera a quien se encontraba bajo el seudónimo de “El Padrino”. En este país se le acusa de supuestos delitos de narcotráfico y de aceptar sobornos del cártel de la droga H-2 para, supuestamente, proteger a miembros del clan y advertirles de las investigaciones de Estados Unidos en su contra.

El anuncio de la retirada de los cargos por parte de EE. UU. ha sorprendió en ambos lados de la frontera, pues la fiscalía norteamericana ya se había negado a dejarle salir de prisión bajo fianza. Un documento judicial de los fiscales encargados del caso afirmaba este martes que “Estados Unidos ha determinado que las delicadas e importantes consideraciones de política exterior pesan más que el interés del gobierno en llevar a cabo el enjuiciamiento del acusado”.

Presuntas presiones del gobierno mexicano

Estas palabras de los fiscales dejan entrever que la decisión ha sido más política que judicial. Así parecen confirmarlo también las informaciones que publicaba la noche de ayer martes el periódico estadounidense The Washington Post. En un artículo aseguran que el cambio de parecer está directamente relacionado con la posibilidad de que México limitara la capacidad de trabajo de la DEA en su país.

“Los fiscales de la oficina del fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York atribuyeron el cambio de rumbo a las amenazas del gobierno mexicano de limitar el papel de la Dirección de Lucha contra las Drogas en el país” afirma literalmente The Washington Post, y confirma que su fuente es un policía directamente relacionado con el caso. Además, hablan de un funcionario mexicano que ha confirmado esta información.

El actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ya había calificado anteriormente esta detención como un ataque a la soberanía de su país. Después de la detención de Cienfuegos, Obrador reconoció también que pediría información sobre su enjuiciamiento a Estados Unidos.

Indignación y preocupación en México

Todos los grandes periódicos mexicanos abren hoy sus portadas con esta noticia. Algunos de ellos, como El Universal o Reforma, expresan su preocupación porque el general pueda quedar huir de la justicia a su regreso a México. Periodistas y analistas se preguntan también cuánto ha pesado en esta decisión las nuevas relaciones que el presidente López Obrador está entablando con el ejército.

Por su parte, los familiares de las víctimas de la matanza de Ayotzinapa muestran su preocupación porque Cienfuegos quede libre en México. Hay que recordar que el gobierno de López Obrador abrió en diciembre de 2018 la llamada Comisión Presidencial para la Verdad y Acceso a la Justicia en el caso Ayotzinapa. En ella se pretende dilucidar qué grado de implicación tuvo el ejército mexicano en la desaparición de los 43 estudiantes.

La versión oficial dice que la noche del 26 de septiembre de 2014, 43 jóvenes fueron detenidos por policías municipales en Iguala, estado sureño de Guerrero, y entregados a integrantes del cártel Guerreros Unidos, que los asesinaron e incineraron sus restos en un vertedero de basura. Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos esclareció que parte de los testimonios se llevaron a cabo bajo torturas.

“Si se lo llevan a México ¿saben lo que va a pasar? Saldrá libre y seguirá violando derechos humanos y quizás regrese al narcotráfico” dijo a EFE Antonio Tizapa, padre de uno de los 43 jóvenes asesinados en aquella matanza. De confirmarse la implicación del ejército, Salvador Cienfuegos sería el responsable mayor, dado que en aquel momento era jefe del ejército mexicano.