Manifestantes desafían el toque de queda en EEUU, pero disminuye la violencia

WASHINGTON/MINEÁPOLIS, 3 JUN 2020 (Reuters) – Manifestantes en Estados ignoraron la noche del martes los toques de queda y desataron su ira por la muerte de un hombre negro desarmado a manos de la policía, pero hubo un notorio descenso de la violencia que llevó al presidente Donald Trump a amenazar con desplegar a los militares.

George Floyd murió el 25 de mayo en Mineápolis cuando un policía blanco presionó su rodilla contra el cuello del detenido por casi nueve minutos. El hecho provocó indignación por la brutalidad policial contra los afroamericanos, cinco meses antes de las elecciones presidenciales de noviembre.

Decenas de miles de personas salieron a las calles del país por octava noche seguida, mientras efectivos de la Guardia Nacional se alineaban en los escalones del Monumento a Lincoln en Washington.

Hubo episodios aislados de violencia en Washington y Portland, en Oregon. Manifestantes lanzaron fuegos artificiales y botellas, a los que las fuerzas el orden respondieron con granadas de concusión y lacrimógenas.

Los enfrentamientos y el saqueo de algunas tiendas en la ciudad de Nueva York dieron lugar a una relativa calma en las primeras horas del miércoles. La policía dijo a medios que realizaron 200 arrestos, en gran parte por infracciones del toque de queda.

En Los Ángeles, muchos manifestantes que desafiaron el toque de queda fueron arrestados, pero la calma se restableció después. Grandes marchas y manifestaciones también tuvieron lugar en Filadelfia, Atlanta, Denver y Seattle.

El oficial que provocó al muerte de Floyd, Derek Chauvin, enfrenta cargos de asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado. Otros tres oficiales involucrados en el incidente fueron despedidos pero no han sido acusados.

“E silencio es violencia”

Si bien las manifestaciones de los últimos días por la muerte de Floyd y otras víctimas de la brutalidad policial han sido en gran medida pacíficas, en muchas ha habido vandalismo, incendios y saqueos. El lunes por la noche, cinco policías fueron alcanzados por disparos.

El martes por la tarde, fuera del Congreso una multitud se arrodilló cantando “el silencio es violencia” y “sin justicia no hay paz”, cuando los oficiales los enfrentaron justo antes del toque de queda impuesto por el gobierno.

Muchos de los manifestantes usaron el lema “arrodíllate”, en referencia tanto a Floyd como a una protesta contra el racismo en Estados Unidos que comenzó en 2016 cuando un jugador de fútbol americano se arrodilló en vez de permanecer de pie cuando se cantaba el himno nacional en un juego.

La multitud se mantuvo después del anochecer, pese al toque de queda y a la amenaza de Trump de tomar medidas enérgicas como desplegar a la Guardia Nacional y a los militares contra lo que él denominó ilegalidad por “matones” y “matones”.

El presidente, que busca la reelección en noviembre, continuó con su lenguaje duro, instando a la policía a “endurecerse” en una serie de tuits el miércoles, un día después de que el ex vicepresidente Joe Biden, el probable candidato demócrata, prometió sanar la división racial en el país.

En Roma, el Papa Francisco pidió la reconciliación nacional en Estados Unidos, diciendo que si bien el racismo es intolerable, la violencia callejera que ha estallado es “autodestructiva”.