Buenos Aires, 11 de septiembre de 2025.- El Gobierno argentino avanza en gestiones para activar una línea especial de crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destinada a financiar directamente a las provincias. Según la periodista Cecilia Boufflet en el streaming Infobae en Vivo, el presidente del BID, Ilan Goldfajn, se reunió con autoridades nacionales y recibió pedidos formales para poner en marcha esta herramienta, respaldada por garantías de la Nación.
En marzo, representantes del BID presentaron la iniciativa al Ejecutivo. La propuesta contemplaba préstamos directos a los distritos, adaptados a cada caso y sin afectar el endeudamiento nacional. Sin embargo, fuentes consultadas por Infobae indicaron que el Gobierno rechazó entonces el mecanismo y pidió al banco no insistir.
La visita reciente de Goldfajn modificó la situación. De acuerdo con Boufflet, funcionarios consultaron si la oferta seguía vigente y, tras la confirmación, comenzaron a trabajar para acelerar la habilitación del crédito. Sin embargo, la Nación exige mantener la potestad para decidir qué provincias acceden a los fondos.
El Gobierno solicitó al BID coordinar la selección de beneficiarios a partir de una lista elaborada por la administración nacional. Los préstamos se orientan a proyectos específicos, como obras de infraestructura con avances parciales, y su aprobación puede completarse en un plazo de hasta seis meses, si la documentación está en regla. El banco evalúa la solvencia provincial antes de cada desembolso.
Miembros del BID expresaron sorpresa por el cambio de postura argentino respecto al financiamiento provincial. Mientras tanto, el Gobierno busca usar esta herramienta como recurso político, insistiendo en controlar la distribución de los fondos.
Goldfajn fue uno de los primeros en reunirse con el gabinete económico. En la reciente cita en la Casa Rosada estuvieron presentes el presidente Javier Milei, el ministro de Economía Luis Caputo, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el secretario de Finanzas Pablo Quirno, además de autoridades del BID, como Goldfajn y el jefe para el Cono Sur, Morgan Doyle. El encuentro se dio luego de la derrota oficialista en la Provincia de Buenos Aires.
Durante la reunión, Goldfajn resaltó la agenda de reformas económicas, la promoción del sector privado, el fortalecimiento de la seguridad y la integración regional como temas clave. El BID se consolidó como un aliado del acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional en abril, con compromisos de desembolso por USD 3.000 millones este año y una proyección de USD 10.000 millones hasta 2028.
El BID estructuró los fondos futuros en tres pilares: reformas fiscales, apertura para fomentar la inversión privada y programas para reducir la pobreza. Aprobó un plan de financiamiento a tres años, con USD 3.000 millones para 2025. Sin embargo, advirtió sobre la fragilidad de las reservas argentinas y la dificultad política para aprobar reformas en el Congreso.
El organismo subrayó la importancia de la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad fiscal, enfocándose en mejorar la eficiencia tributaria, reducir impuestos distorsivos y limitar deducciones. Entre los riesgos identificados están la debilidad de las reservas, la vulnerabilidad frente a cambios globales y posibles tensiones sociales por ajustes económicos. Además, destacó los vencimientos con organismos internacionales en septiembre, que podrían afectar la liquidez estatal.