Con EEUU y Australia, “OTAN del Pacífico

Un eje anti China. Dotará de submarinos nucleares a Canberra

LONDRES, INGLATERRA, 16 SEP 2021 — Estados Unidos, el Reino Unido y Australia dieron vida a una alianza que conforma una suerte de “OTAN del Pacífico”, con el objetivo de contener a China, país que reaccionó con furia, así como Francia, que perdió un importante encargo de submarinos nucleares.

La asociación estratégica, llamada Aukus y anunciada el miércoles por el premier británico Boris Johnson, junto al presidente estadounidense Joe Biden y el premier australiano Scott Morrison, representa “un pilar estratégico” para Londres en el nuevo “centro geopolítico mundial”.

Ante la Cámara de los Comunes, Johnson defendió la decisión compartida con Washington de proporcionar submarinos nucleares a Canberra, a costa de un acuerdo previo entre Australia y Francia, para contener a China en la zona del Indo-Pacífico El pacto entre los tres países anglosajones “no pretende ser hostil hacia ninguna otra potencia”, en respuesta a quienes, incluso desde los escaños de la oposición laborista, le preguntaron por las repercusiones de este anuncio en las ya tensas relaciones con Pekín.

Aukus, dijo Johnson, no es una alianza agresiva “sino que simplemente refleja la estrecha relación que tenemos con Estados Unidos y Australia, los valores que compartimos y el gran nivel de confianza que existe entre nosotros y que nos permite llegar a este extraordinario resultado de compartir tecnologías nucleares”.

“Obviamente, también tenemos un interés común en promover la democracia, los derechos humanos, la libertad de navegación y el comercio en el mundo”, sostuvo.

En cuanto al suministro de submarinos atómicos a Australia -que sobre la base de este acuerdo político militar con Washington y Londres decidió no concretar uno en el mismo contexto con Francia, enfureciendo a París-, Boris Johnson destacó que solo seis países en el mundo actualmente tienen esta tecnología de guerra.

“Espero hablar en nombre de toda la Cámara -declaró- cuando digo que no debe haber dudas en confiar en Australia, una democracia marítima como la nuestra, a la que nos unen la sangre y la historia y que ha luchado junto a Gran Bretaña en dos guerras mundiales a costa de enormes sacrificios”.

De inmediato, China criticó el acuerdo, al que calificó de “extremadamente irresponsable”. Lo afirmó el portavoz del ministerio del Exterior, Zhao Lijian, quien agregó que la iniciativa también afecta a los “esfuerzos internacionales de no proliferación”.

Bajo la nueva asociación, Canberra adquirirá tecnología de submarinos nucleares, lo que representa una amenaza “extremadamente irresponsable” tras un acuerdo que “socava gravemente la paz y la estabilidad regionales e intensifica la carrera armamentista”, dijo Lijian.

La alianza se considera un amplio intento de compensar el creciente alcance económico y militar de China en la región de Asia y el Pacífico, ya que el Aukus (acrónimo de Australia, Reino Unido y EEUU) con submarinos de propulsión nuclear es capaz de apoyar a aliados como Japón y defender a Australia.

Según analistas, la coordinación del complejo industrial militar de los tres aliados es un cambio de ritmo en las relaciones, que van más allá de la interoperabilidad tradicional.

Desde inteligencia artificial hasta la última tecnología, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia ahora pueden ahorrar costos al aumentar el uso compartido de plataformas y la carga de la innovación.

En tanto, Francia definió como “una puñalada en la espalda” la actitud de Australia y una decisión “brutal, al estilo Trump”, la del presidente estadounidense, Joe Biden.

“Es realmente una puñalada en la espalda esta decisión unilateral, brutal, imprevisible, que se asemeja mucho a lo que hacía (el expresidente estadounidense, Donald) Trump”, sostuvo el ministro del Exterior francés, Jean Yves Le Drian, en diálogo con France Info. Fue el propio Le Drian en 2016, en su anterior cargo como ministro de Defensa, quien firmó el “contrato del siglo” con Australia: 56.000 millones de euros por 12 submarinos convencionales (no nucleares) que serían suministrados por el Grupo Naval francés.

Ante la consulta de si Francia pedirá eventuales compensaciones a Australia por la rotura del contrato previo, Parly dijo que se estudiarán” todas las vías” para intentar “limitar lo más posible las consecuencias para Naval Group”.

El primer ministro australiano, Scott Morrison, confirmó que el país no concretará el acuerdo con Francia para suministrar submarinos, sino que construirá los propios, de propulsión nuclear, utilizando tecnología estadounidense y británica.

“La decisión que hemos tomado de no continuar con el submarino Attack Class y seguir este camino no es un cambio sino una necesidad”, dijo.

Morrison, anunció que el país comprará misiles de crucero Tomahawk de largo alcance de Estados Unidos, ya que fortalecen las defensas militares frente a una China en crecimiento.

“Mejoraremos nuestra capacidad de ataque de largo alcance con misiles de crucero Tomahawk para desplegar en los destructores de la clase Hobart de la Marina Real Australiana y misiles aire-tierra de alcance extendido conjuntos para nuestros arsenales de la Real Fuerza Aérea Australiana”, dijo a los reporteros en Canberra.

En tanto, el vocero del Servicio Europeo para Exteriores, Peter Stano, dijo hoy que “la Unión Europea no había sido informada de la alianza entre Estados Unidos, el Reino Unido y Australia”. (ANSA).