Lo que viene después de las elecciones

Después del domingo 12 de septiembre viene el lunes 13 de septiembre. No vemos cambios fundamentales después de las elecciones PASO, pero creemos que nos dejará alguna pista para ver si viene el plan A o el plan B.

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 10 SEP. 2021. Informe económico. Por Salvador Di Stefano — Las elecciones PASO son la prueba clasificatoria para la carrera final del 14 de noviembre próximo, entre ambas fechas nos separan 9 semanas, y el resultado marcará el rumbo del gobierno, el plan económico y la estrategia de la oposición.

El rumbo del gobierno está marcado, no hay margen para no acordar con el FMI. El gobierno no tiene reservas suficientes, el tipo de cambio está sobrevaluado, la tasa de inflación se ubica en el 50% anual y la tasa de interés negativa no ayuda a que los dólares alternativos detengan su escalada alcista. En resumen, no hay margen para una aventura populista.

En principio, todos los caminos nos conducen a un acuerdo con el FMI para el primer o segundo trimestre del año 2022. El FMI buscará imponer un ajuste fiscal para poder hacer sustentable los pagos de deuda futuro, y de esta forma lograr que Argentina se pueda financiar en el mercado de capitales, tratando de disminuir considerablemente la financiación del presupuesto vía emisión espuria del Banco Central.

La balanza cambiaria de Argentina depende de los ingresos de exportación, por ende, el tipo de cambio oficial devaluándose a niveles del 1% mensual puede sobrevivir hasta diciembre de 2021, sin embargo, para el año 2022 debemos pensar en un tipo de cambio oficial más elevado, con un ajuste importante entre enero o febrero, o bien proporcionalmente durante todo el año 2022.

El ajuste del tipo de cambio dependerá del ajuste fiscal. Una economía con déficit fiscal elevado requerirá un tipo de cambio muy alto, mientras que el sacrificio de ajustar el presupuesto permitiría una devaluación del peso mucho menor.

Un acuerdo con el FMI, un ajuste fiscal, una suba de la tasa de interés y una devaluación del peso, abrirá el apetito de los inversores por tomar posición en activos financieros argentinos, en principio en bonos y más adelante, cuando el programa se consolide, en renta variable.

En materia de bonos el mercado podría elegir el bono con vencimiento en el año 2035, ya que su cotización es la más baja en U$S 35,60, paga renta semestral y comienza a amortizar en 10 cuotas consecutivas a partir del año 2031.

El nuevo plan económico debería venir de la mano de una figura más ligada al mercado, Sergio Massa buscaría un mayor protagonismo en el armado del próximo gabinete del presidente Alberto Fernández, y un equipo de la Fundación Capital liderado por Martín Redrado serían las figuras a convocar en la nueva etapa.

Si el gobierno equivocara el camino y se lanzara a una aventura populista, el nuevo gabinete de Alberto Fernández estaría influenciado por la figura del gobernador Axel Kicillof, y el probable ministro de economía sería Augusto Costa. En este escenario, veríamos niveles de inflación superiores al 50%, y una brecha cambiaria que se ubicaría mucho más elevada que los valores actuales. Tendríamos un alto déficit fiscal, y resultaría difícil crecer dada la falta de dólares para sostener las importaciones básicas de nuestra economía.

Los resultados de las elecciones legislativas también nos marcarán el rumbo de la oposición. No caben dudas que los resultados dejarán mucha tela para cortar. La oposición debería lucir unida y alineada tras un objetivo común. La aparición de un líder pro mercado ayudaría mucho a que el actual gobierno no se enrole en una aventura populista.

El Indice Merval en el año 2018 llegó a cotizar en U$S 1.800, hoy vale U$S 452. Si Argentina logra una mejora fiscal, un tipo de cambio oficial más competitivo, una suba de la tasa de interés y se desconecta la máquina de emitir del Banco Central, es muy probable que el Indice Merval, de mínima busque el nivel de los U$S 900. En cambio, si se impone una política de corte populista, sin reformas estructurales, lo más probable es que el Indice Merval vuelva a la zona de los U$S 300 / U$S 350.

Conclusión

Estas elecciones legislativas dejarán atrás al primer gabinete del presidente Alberto Fernández, la pandemia no le permitió desplegar una estrategia clara en cuanto a las reformas estructurales. Sus figuras quedaron atrapadas en el marco de restricciones presupuestarias, altos niveles de déficit y elevada inflación. Todo esto en un contexto de dólares alternativos que alcanzaron brechas superiores al 100%.

El desafió del nuevo gabinete del presidente debería ser: ordenar las cuentas del Estado, acordar con el FMI y lograr recuperar el crédito internacional. Seguir con la idea de endeudarse en pesos, vía emisión monetaria sería un suicidio.

En resumen, hasta diciembre 2021 tendremos más de lo mismo, los cambios estructurales sobrevendrán bien entrado el verano o en el otoño 2022. El camino de volver a los mercados mundiales es el más indicado, con amplias ganancias en bonos y acciones.Volver a la receta tradicional del Kirchnerismo de financiarse con pesos y atrasar el tipo de cambio, parece inviable dada las restricciones que tiene el gobierno, por la herencia recibida, el presente de la crisis sanitaria y los errores de gestión de la actual administración.