Derivación de un juicio por plagio que perdió la viuda de Borges
CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA 1 JUL. 2021 — Los derechos de la obra del escritor argentino Jorge Luis Borges, considerado una de las máximas figuras literarias del siglo XX, quedaron embargados en medio de una insólita disputa legal.
El comienzo de la historia se remonta a varios años atrás, cuando María Kodama -la viuda del escritor y titular de los derechos sobre su obra- inició una demanda contra el escritor argentino Pablo Katchadjian por presunto plagio y adulteración de “El Aleph”, uno de los más reconocidos cuentos de Borges.
Katchadjian, un escritor con trayectoria en proyectos experimentales como “El Martín Fierro ordenado alfabéticamente” (basado en el poema épico gauchesco del siglo XX que sienta uno de los pilares de la literatura argentina), publicó en 2009 “El Aleph engordado”.
Ya desde el título se puede vislumbrar de qué se trata: un experimento literario que “engorda” el cuento de Borges con el agregado de 5.600 palabras.
Se imprimieron del libro 200 ejemplares, bajo el sello editorial Imprenta Argentina de Poesía (IAP), del propio Katchadjian. La mayoría se repartió en forma gratuita.
Sin embargo, María Kodama le inició en 2011 una demanda penal por violar la ley de propiedad intelectual, acusándolo de la edición, venta o reproducción de una obra sin autorización de su autor original o de sus herederos.
Aunque el autor del “El Aleph engordado” fue sobreseído en primera y segunda instancia, en 2015 María Kodama volvió a apelar y comenzó un nuevo juicio contra Katchadjian.
Además de la reparación económica reclamada, el escritor corría el riesgo de ser condenado a una pena de hasta seis años de prisión.
Finalmente, en 2017 Katchadjian ganó el juicio, cuyo fallo afirma que “no existían dudas de la intención literaria que guio la intervención de Katchadjian sobre el texto de Borges”.
“Del peritaje surge nítidamente que ‘El Aleph engordado’ constituyó la creación de un texto nuevo, generado a partir de un procedimiento literario reconocido en el paradigma que guía la literatura contemporánea y que clásicos como el mismo Borges habían aceptado”, agrega el fallo.
La disputa judicial iniciada por Kodama, considerada una celosa guardiana de los derechos de Borges, tuvo sin embargo una derivación inesperada, ya que no pagó las costas legales.
“Por una cuestión personal le inicié juicio en marzo del año pasado”, dijo a Infobae Cultura el abogado de Katchadjian, Ricardo Strafacce.
“Como está en mora y no me pagó, reclamé que se embarguen los derechos sobre la obra de Borges. Si no me paga, esos derechos salen a remate público. Es el Juzgado Civil que reclama los honorarios a Kodama”, agregó el abogado.
Según el fallo del juzgado, por las sumas debidas “trábese embargo ejecutivo sobre los derechos de autor de la obra de Jorge Luis Borges y que pudiera corresponder a la ejecutada María Kodama. A tal fin líbrense oficios a las editoriales Random House S.A y Editorial Planeta S.A, adjuntándose copia del presente despacho junto con la documentación acompañada en el escrito de inicio”.
“Más allá de que es una satisfacción profesional y de que son unos mangos (unos pesos, NDR), que ella hubiera ganado hubiese generado en los escritores jóvenes un proceso de autocensura. Por eso también es importante. Estas aventuras judiciales de Kodama no son gratis”, concluyó Strafacce.
Es decir que los derechos del gran poeta argentino quedaron embargados en forma temporal debido a un juicio por los gastos de otro juicio aún no pagados. Una ironía que probablemente hubiera hecho sonreír a Borges, fallecido en 1986. (ANSA).