BUENOS AIRES. TRES DE FEBRERO. INSÓLITO: el intendente Valenzuela le dijo a una fiscal que no hay vuelco ilegal de residuos sobre la calle Santiago del Estero. Sin embargo todos los días la arteria está inundada de basura

Por Don Nicéforo Ordóñez. Un hombre de Ley

El intendente Valenzuela en vez de erradicar los microbasurales los promociona, así se desprende de la contestación de un requerimiento judicial en el que el intendente niega el vuelco ilegal de basura sobre la calle Santiago del Estero, que todas los días aparece inundada de desperdicios por la falta de una política de erradicación del microbasural.

LOMA HERMOSA, TRES DE FEBRERO, BUENOS AIRES ARGENTINA, 1 JUN 2021 (Mi Periódico) – Pero no sólo eso, al contestar un oficio fiscal negó la existencia de un microbasural, al tiempo que en el mismo escrito se contradijo y reconoció que puso cámaras de seguridad como medida preventiva para detener a los que intentan arrojar algún tipo de desperdicios. Pero a los contraventores no los detienen nadie, a pesar de que las cámara captan en vivo y en directo el vuelco de basura.

Pero lo cierto es que los contraventores mientras arrojan residuos ilegales lo primero que hacen es mirar directamente a la cámaras del COM, de Valenzuela, y mandarle un afectuoso saludo al intendente por permitirles violar la ley con total impunidad.

Luego desaparecer como panchos por su casa, para regresar al día siguiente, a la misma hora, y al mismo lugar, para volcar nuevamente residuos frente, nuevamente, a las cámaras municipales del COM, y agradecerle, nuevamente, a “San Valenzuela”, patrono de los microbasurales de Tres de Febrero, que les permitan seguir violando la ley, mientras los vecinos son sometidos a convivir con la basura en la puerta de sus casas. Insólito.

El ciclo de impunidad de vuelco de desperdicios se repite una y otra vez frente a las narices de los encargados de hacer cumplir la ley: la Municipalidad de Tres de Febrero.

Una situación aberrante que, reitero, somete a los vecinos de la zona a convivir con la basura en las puertas de sus casas, afectando su salud, su seguridad, y sus bienes. Y ni que hablar de la actitud cómplice de un Poder Judicial débil e incapaz de enfrentar la corrupción política. Un Poder Judicial que se autocensura para beneficio propio abandonando sus deberes de administrar justica en defensa de la legalidad de los intereses generales de la sociedad.

Y así la secuencia se repite una y otra vez, mientras el intendente se dedica a echarle la culpa a todo el mundo, menos a él. Es el “Sindrome Adámico”.

El síndrome adámico proviene de la historia de Adán y Eva, cuando ambos desobedecen las indicaciones de Dios y Adán le echa la culpa a su compañera por convecerla de comer la manzana, a la vez que Eva culpa a la serpiente.

Para el intendente es mejor hacerse el distraído, echarle la culpa a los demás, y omitir deliberadamente cumplir con su responsabilidad de erradicar los microbasurales para mejorar la calidad de vida de los buenos vecinos que pagan sus impuestos, y de ese modo evitar que los barrios se transformen en tierra de nadie. Poner orden resta votos; y él lo sabe muy bien. Como de costumbre Valenzuela parece que nunca tiene que ver con nada.

Pero parece que con lo único que tiene que ver es con salir a pintar paredes todos los días con su apellido “VALENZUELA”, y eso sí que lo hace eficientemente en todo el partido. No hay pared que se salve.

Y, lo más grave, es que nadie sabe de dónde sale el dinero que usa Valenzuela para pagar semejante actividad que incluye un equipo de personas estable y permanente para mantener las paredes pintadas con el nombre su nombre “VALENZUELA”.