Los hospitales son especialmente sensibles al riesgo de incendio porque involucra personas cuya movilidad se encuentra reducida, personas de avanzada edad, o cuya evacuación puede poner en riesgo su vida. La situación se agrava por la crisis sanitaria que vive el país y la gran cantidad de pacientes internados en el nosocomio. Evitar la propagación del fuego, el humo y los gases tóxicos puede significar una gran diferencia en daños materiales y personales y entre un pequeño fuego o un gran incendio. Es mucho mejor evitar que algo malo suceda antes que tener que solucionarlo una vez que ha pasado.
LOMA HERMOSA, TRES DE FEBRERO, BUENOS AIRES, ARGENTINA, 27 MAY. 2021 — La protección contra incendios en hospitales donde residen personas enfermas y que no se valen por sí mismas hay que extremarla. La red contra incendios en hospitales busca reducir el riesgo de incendio en edificaciones, evitar la propagación del fuego, facilitar la evacuación y el proceso de extinción del incendio.
Cuando se produce un fuego en un edificio uno de los aspectos más importantes que debemos intentar controlar es la propagación del fuego. Evitar que el incendio se propague a otras habitaciones e incluso a otras casas puede marcar la diferencia entre un pequeño fuego y un gran incendio.
La inhalación de humo tóxico causa más muertes en incendios que el propio fuego. Los incendios se propagan actualmente 5 -10 veces más rápido que en la década de 1950, la seguridad de los ocupantes de los edificios y de los miembros de los equipos de primeros auxilios depende principalmente de cómo responde el edificio durante la propagación del incendio, lo que incluye la liberación de densos humos tóxicos que son responsables de más muertes que el fuego en sí.
En noviembre de 2013 el Hospital Bocalandro sufrió varios incentivos intencionales que generaron alarma y provocaron evacuaciones. El primero de ellos provocó mucho humo por las cañerías y alertó a los pacientes. Por el hecho una enfermera resultó detenida acusada de ser autora de los incendios. En abril de 2021 un incendio en un hospital de Bagdad, en Irak para pacientes de Covid dejó al menos 82 muertos y más de 100 personas heridas. Las numerosas víctimas se hallaban conectadas a respiradores. El fuego comenzó en una sala de terapia intensiva donde se atendía a pacientes con coronavirus, un siniestro que provocó estupor, cólera y llamados a la dimisión y hasta la orden de arresto de funcionarios.
La capacidad de percibir un alerta, la falta de movilidad y la alta dependencia de equipos fijos para el soporte vital tiene obvia implicaciones para el bienestar de los pacientes en el caso de un incendio, máxime que la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital se encuentra al límite.
En varios sectores del nosocomio se ven bocas de incendios internas vacías: sin mangueras; sin lanzas con boquilla para dirigir el agua, y sin llaves que permitan abrir y cerrar el paso de agua. Estos equipos son indispensables para casos de incendio que puedan ser inaccesibles.
Los gabinetes interiores son un sistema eficaz e inagotable para la protección contra incendios, que por su eficacia y facilidad de manejo, puede ser utilizado directamente por los usuarios de un edificio en la fase inicial del fuego o incendio.
Si existen matafuego en el nosocomio que se utilizan como primera línea de defensa para hacer frente a fugo de pequeña magnitud.
El Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires hasta el momento no respondió sobre la salida de servicio de prácticamente la totalidad del sistema de hidrantes para enfrentar posibles incendios, y la falta de reposición de los elementos faltantes.
Fuentes no oficiales aseguraron que los faltantes se produjeron por el robo de mangueras y las lanzas para dirigir el agua, que son de bronce, y nunca se repusieron.
Además, las mismas fuentes, confirmaron que el nosocomio no cuenta con un sistema de extracción de humo en caso de incendio, y tampoco cuenta con puertas cortafuego.
Los sistemas de extracción de humos en caso de incendio están diseñados para que la acumulación de humos se mantenga por encima del nivel de transito de las personas. De esta forma, los ocupantes de los edificios visualizan las vías de escape, los equipos de rescate actúan de forma más efectiva y los bomberos identifican la base del foco ígneo con mayor facilidad.
Para poder garantizar la protección contra incendios en un hospital es imprescindible poder contar con los dispositivos de seguridad y alarma que nos facilitarán detectar el incendio y su control, deben contar con mantenimiento periódico y cumplir con el Reglamento de Instalaciones de Protección contra incendios, tienen una vida limitada y hay que contar con su renovación.
Es mucho mejor evitar que algo malo suceda antes que tener que solucionarlo una vez que ha pasado.