Palestinos reclaman la victoria en Gaza en inicio de tregua

CIUDAD DE GAZA, FRANJA DE GAZA, 21 MAY. 2021 (AP) — Miles de palestinos se manifestaron en la madrugada del viernes tras la entrada en vigor de un alto el fuego en la última guerra de Gaza, visto por muchos como una costosa pero clara victoria para el grupo insurgente islamista Hamas sobre un Israel mucho más poderoso.

Los 11 días de guerra causaron más de 200 muertos, en su gran mayoría palestinos, y una devastación generalizada en la ya empobrecida Franja de Gaza, gobernada por Hamas. Pero las oleadas de proyectiles que paralizaron la vida en gran parte de Israel son consideradas por muchos palestinos como una respuesta valiente a lo que se percibió como abusos israelíes en Jerusalén, el corazón emocional del conflicto.

La tregua enfrentará una primera prueba el viernes, cuando docenas de miles de palestinos acudan a las oraciones semanales en el complejo de la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, un sitio sagrado tanto para musulmanes como para judíos. Las manifestaciones de celebración podrían provocar confrontaciones con la policía israelí e iniciar una nueva escalada como la que derivó en el conflicto de los últimos días.

Miles de personas salieron a las calles de Gaza al inicio del alto el fuego a las 02:00 de la madrugada. Hombres jóvenes ondearon banderas palestinas y de Hamas, repartieron dulces, hicieron sonar bocinas y prendieron fuegos artificiales. Las celebraciones espontáneas se repitieron en Jerusalén este y en toda la Cisjordania ocupada.

El ambiente era más sombrío en Israel, donde el primer ministro, Benjamin Netanyahu, enfrentó las airadas acusaciones de su base conservadora que considera que detuvo los enfrentamientos demasiado pronto.

Como en las tres guerras previas entre los enemigos acérrimos, la última ronda de combates concluyó sin un claro ganador. Israel reclamó haber causado grandes daños a Hamas con cientos de demoledores ataques aéreos pero, de nuevo, no pudo detener el lanzamiento de cohetes.

Hamas también reclamó la victoria a pesar de las terribles consecuencias de la guerra para incontables familias palestinas que perdieron a sus seres queridos, sus casas y sus negocios. Ahora enfrenta el enorme desafío de reconstruir un territorio afectado por una elevada tasa de desempleo y por la pandemia del coronavirus.

La tregua estuvo mediada por el vecino Egipto luego de que Estados Unidos presionó a Israel para parar su ofensiva. Netanyahu anunció que su país había aceptado la propuesta el jueves en la noche e hizo hincapié en que “la realidad sobre el terreno determinará el futuro de la campaña”.

Los enfrentamientos comenzaron el 10 de mayo, cuando insurgentes de Hamas en Gaza dispararon cohetes de largo alcance hacia Jerusalén. Los proyectiles llegaron tras días de choques entre manifestantes palestinos y policías israelíes en Al-Aqsa. Las severas tácticas policiales desplegadas en el complejo y la amenaza de desahucio de docenas de familias palestinas por porte de colonos judías avivaron las tensiones.

Hamas y otros grupos insurgentes lanzaron más de 4.000 proyectiles hacia Israel durante la guerra. Docenas de ellos llegaron hasta Tel Aviv, la bulliciosa capital comercial del país. Israel respondió con cientos de ataques aéreos contra lo que calificó de infraestructura militar de Hamas, incluyendo una vasta red de túneles.

Al menos 230 palestinos murieron, incluyendo 65 menores y 39 mujeres, y 1.710 más resultaron heridos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre combatientes y civiles. En Israel fallecieron 12 personas, entre ellos un niño de cinco años y una joven de 16.

Desde el inicio de los combates, las infraestructuras de Gaza, que ya estaban debilitadas por un bloqueo de 14 años, se han deteriorado rápidamente y la ofensiva aérea causó daños en escuelas y centros de salud.

Los suministros médicos, el agua y el combustible para generar electricidad escasean en la Franja, sobre la que Israel y Egipto impusieron un bloqueo cuando Hamas le arrebató el poder a la Autoridad Palestina en 2007. Desde entonces, el presidente palestino, Mahmud Abás, gobierna las áreas autónomas de la Cisjordania ocupada por Israel y tiene una limitada influencia en Gaza.