La soja sube, Alberto se fue y U$S no hay

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 10 MAY. 2021. Informe económico. Por Salvador Di Stefano — El ciclo alcista de las materias primas podría continuar producto de una falta de oferta a nivel mundial. Internamente la coalición gobernante entró en crisis, y estaría dejando pasar una oportunidad histórica. Las divisiones en la coalición auguran una mayor devaluación del peso.

¿Dónde estamos parados en el mundo?

. – Estamos en un escenario inexplorado. Estados Unidos está sembrando el maíz, y los pronósticos de sequía son cada vez más importantes para el verano del hemisferio norte. En Brasil la cosecha de maíz de segunda está afectado por la sequía. En Argentina el agricultor está entusiasmado en sembrar trigo y cebada, pero aparecen pronósticos de sequía para el segundo semestre del año.

¿Entonces?

. – Estamos en un escenario de suba de precios por el lado de la oferta, no hay una súper demanda a escala mundial. El súper ciclo de las materias primas agrícolas en el pasado estuvo ligado a una mayor demanda impulsada por una potencia que renacía en el planeta, como fue el gran crecimiento de China desde 1990 en adelante. En esta oportunidad la suba de precios de las materias primas está más ligada a un problema de oferta.

¿Cómo será el mundo después de la pandemia?

. – Vamos a un escenario mundial más pobre. La mayoría de los países del mundo tienen una gran deuda, y en su gran mayoría enormes déficits fiscales. No hay margen para que el mundo crezca a pasos agigantados, la recuperación en V se transformará en la pipita de Nike, una recuperación lenta en el tiempo. En el mundo emergente puede ser una raíz cuadrada, gran caída, recupera un poquito y se queda estancada.

¿Esto implica que no habría una gran demanda de materias primas?

. – Creemos que la demanda de materias primas está más ligada a problemas de producción como ocurre con el cobre, dada la baja extracción por cuestiones sanitarias; en el caso de las materias primas agrícolas ligadas al clima, y al petróleo por una mayor demanda, y una oferta que se mantiene rígida gracias al cartel de la OPEP.

¿Para vos no estamos en un súper ciclo de suba de las materias primas?

. – Me parece que no estamos en un súper ciclo, aunque podríamos estar en presencia de una fuerte suba momentánea de precios, cuando la oferta se acomode todo volverá a la normalidad. El viernes observamos cómo el empleo en Estados Unidos cayó, y eso dejaría margen para que la Reserva Federal postergue cualquier suba de tasas, sin embargo, inflación y empleo rezagado será un problema para la economía americana, en donde los especialistas se debatirán si subir o no la tasa de interés.

¿Cómo estamos en Argentina?

. – En un escenario inexplorado. Argentina tiene un déficit fiscal record, estamos al borde de una cesación de pagos con organismos financieros internacionales, un gobierno que lo maneja la vicepresidenta y no el presidente, y una crisis de gestión que empeora en esta coyuntura. Alberto no está, Alberto se fue. 

¿Cómo ves el escenario?

. – La puja política ha quedado saldada por el lado del vicepresidente, con lo cual es muy probable que en los meses venideros veamos anclar las tarifas, subas de retenciones, un retorno del IFE y una mayor emisión para financiar el déficit público. El resultado de estas medidas se reflejará en mayor emisión y devaluación.

Debés tener en cuenta que estamos en pandemia

. – Por supuesto, la crisis sanitaria empeora el escenario general, solo la llegada masiva de vacunas podría atenuar nuestros pronósticos, sin embargo, hay otro escenario de recaída de empresas post pandemia. El mundo será muy distinto, en el último balance de Mercado Libre las ventas se ralentizan, y los costos financieros por atender la demanda de una estructura que creció en el último año, les devolvió a los inversores un resultado negativo en el primer trimestre del año. Hasta las ventas de Amazon se amesetaron. El mundo será más pobre e influirá en todos los negocios.

¿Cómo ves las proyecciones del Relevamiento de Expectativa de Mercado (REM)?

. – Creo que ya han renunciado muchas consultoras a dar información al Banco Central, y se nota que las proyecciones son muy pro gobierno, nosotros seguiremos informando estas proyecciones en privado, pero creemos que nuestras proyecciones se podrían ajustar más a la realidad. Vemos un escenario de mayor inflación a los pronósticos de las consultoras que informan en el REM.

¿Qué opinás de las inversiones?

. – Estamos muy cautos. Las acciones americanas podrían tener un ajuste en precios producto de resultados más acotados, y una suba de la tasa de retorno de los bonos de tesorería americanos. La tasa a 10 años se ubica en el 1,58% anual, esta tasa se ubicó en plena pandemia en 0,32% y llegó a un máximo de 1,78% anual, como verán retrocedió muy poco, para nosotros una caída de 1,22 nos estaría marcando el principio de un cambio de tendencia. No está cerrado el tema de la tasa, cualquier movimiento que nos lleve arriba de 1,78% anual activará ventas de acciones en Estados Unidos. Cuidado, no está para perder dinero.

¿Qué ves para Argentina?

. – El gobierno habla más de no pagar que de honrar sus deudas. Nos parece que los activos financieros, como títulos públicos y acciones, no lucen atractivos en esta coyuntura. El bono que ajusta por inflación, que cotiza bajo la denominación DICP, nos parece atractivo. Tiene un valor técnico de $ 2.634, en bolsa vale $ 2.148, esto implica que cotiza a una paridad de 81,5%. Es un bono que paga renta semestral los meses de junio y diciembre, mientras que el capital comienza a devolverlo en cuotas semestrales y consecutivas desde el 30 de junio de 2024 en adelante. El bono tiene una rentabilidad equivalente a la inflación más una tasa interna de retorno del 10% anual. Es largo, pero lo mejorcito de mercado.

Escenario para el campo

¿Cómo ves a la soja y al maíz?

. – La soja y el maíz pronto encontrarán un techo, pero nadie puede predecir qué sucederá. Ambos productos están capturados por especuladores que ven dificultades en la oferta y por ende actúan rápidamente en los mercados de futuros, derribando todas las puertas que hay por delante. La posición mayo de soja derribó la puerta de los U$S 16 por bushel y llegó a los U$S 596, pero lo que estamos siguiendo es la posición noviembre, que es cuando se cosecha en Estados Unidos y estamos en las puertas de los U$S 14 por bushel, que equivale a un precio de U$S 526 la tonelada. Mientras los especuladores salgan a cubrirse en los mercados de opciones, suben las volatilidades y se cargan vencimientos, lo más probable es que el movimiento especulativo se profundice e ingresemos en un escenario dual, que puede ser burbuja o crecimiento real, que solo será definido por el clima y la potencialidad de cosecha. Algo parecido acontece con el maíz, en la actualidad su valor sobre Chicago es de U$S 303, pero seguimos con atención la posición diciembre, que está cotizando a U$S 250 la tonelada y es el mes que se levanta la totalidad de la cosecha en Estados Unidos.

¿Cómo se correlacionan esos precios con Argentina?

. – El productor argentino tiene sobradas dificultades para capturar estos precios. En el caso de la soja tiene una retención del 33% y cuando desea quedarse con dólares billetes en su mano, tiene que convalidar una brecha del 65% entre el dólar bolsa y el dólar oficial. A esto le sumamos que la cadena de agregado de valor tiene sobrecostos que terminan impactando en el precio que recibe el agricultor, como es el caso de la baja en el Río Paraná que encarece los gastos de logística, entre otros sobrecostos de la cadena. En el caso del maíz, los sobrecostos locales no impactan en igual magnitud como lo hacen con la soja. El maíz tiene una retención del 12%, mucho menor que la soja, y una cadena de valor más cercana al productor con menores descuentos. La escasez de maíz a escala mundial y una retención del productor argentino, hacen que los precios en el ámbito interno sean cada vez más elevados, sin miras a retroceder en forma consistente en el corto plazo.

¿Podríamos tener más retenciones?

. – Desde mi punto de vista es altamente probable, el gobierno está virando desde una orientación negociadora a una radicalización en su discurso, apuntando a inyectar más dinero en la calle en búsqueda de un resultado electoral favorable. Dentro de este giro, es probable que haya un incremento de las retenciones.

¿Qué sucede con el trigo?

. – Cerraron el registro de exportación, y congelaron el precio de las harinas. Una tormenta perfecta para el productor, no logra capturar el precio deseado, se conforma con un precio bajo medido internacionalmente, y el trigo no resulta un gran negocio para la cadena de valor, que está intervenida por el gobierno con controles de precios.

¿Los precios del trigo son buenos a la hora de cosechar?

. – Es correcto, pero podrían ser mucho mejores. La intervención del Estado le pone un techo a la posibilidad de capturar rentabilidad.

Conclusión para el agro

. – Los precios del maíz y la soja están desbordados, la demanda es importante y la oferta condicionada por factores climáticos. Nada hace presumir una fuerte corrección, la intervención del Estado en los precios es altamente probable. Muchos analistas aseguran que es el año de los puts, compras de seguros de precio para ponerle un piso a los precios y dejarlos correr a la suba. A nuestro juicio, hay que andar con la luz alta, unas subas de retenciones te dejarían con un put en la mano, pero con precios más bajos, arriesgarse a cerrar precios es una buena opción.

¿Se cerraron posiciones en los mercados de futuro?

. – En soja 700.000 toneladas para mayo 2022, en maíz 680.000 de toneladas en las posiciones abril y julio 2022, mientras que para el trigo desde diciembre a julio hay 400.000 toneladas vendidas. Mercado muy chico.

¿En el mercado de la exportación?

. – En maíz hay vendidas 800.000 toneladas, y en trigo 1,8 millones de toneladas. Es también muy poco, pensando que en trigo podríamos llegar a las 20 millones de toneladas para diciembre 2021, y en maíz 50 millones de toneladas para el año 2022.

Es muy poco lo vendido

. – Con estos precios extraordinarios es muy poco lo vendido, el productor debería trabajar más en mirar la empresa agropecuaria y no solo los precios. Para nosotros es momento de mutar de granos a insumos, cambiando mercadería que en ambos casos está a dólar oficial, o mutar de granos a maquinaria que también está a dólar oficial, pensando en agrandar el negocio para producir más granos que a estos precios y cerrando rentabilidad (con la herramienta del mercado de futuro) luce altamente rentable.

Pero los alquileres están subiendo

. – Los balances no se ajustan por inflación, si te piden 17 quintales por hectárea para alquilar, pagalos y salí a expandir el negocio, hay que buscar escala con el fin de quedar mejor posicionado, pagar menos impuesto a las ganancias y seguir en la rueda.

¿Agregado de valor?

. – Es lo ideal, pero debemos estudiar seriamente la inversión, no es lo mismo comprar vientres, que hacer un galpón para engordar cerdos, incorporar ovinos como otras actividades que demanden hundir mucho capital.

Conclusión general

. – El súper ciclo de materias primas no luce sustentable, ya que no hay una demanda sostenida a escala mundial que nos garantice que los precios seguirán a la suba por la próxima década.

. – Creemos que los precios de las materias primas podrían subir por el efecto de una falta momentánea de mercadería, alentada por factores climáticos, sanitarios o ligados al cierre de actividades. Por eso los futuros en Chicago, en la mayoría de los casos no descuentan subas a futuro, y muestran los precios a un año a la baja.

. – La suba del complejo de materias primas será importante, creemos que estamos muy cerca de los máximos, y que podría durar aproximadamente entre 2 y 3 años.

. – El mix de ver a Asia, que tiene la mitad de la población mundial con problemas para recuperarse. Países desarrollados y grandes empresas con altos niveles de deuda. Una pandemia que demora en terminarse y altos niveles de desempleo a escala mundial, no hacen más que presagiar que la suba de materias primas se ahogará ante la falta de capacidad de pago de los países que demanden el producto.

. – Argentina debería aprovechar mucho mejor esta coyuntura de precios internacionales, que no será eterna. El gobierno entró en un cono de sombras, sin un alineamiento claro de ideas. La vicepresidenta manda, y el presidente trata de interpretarla. La coalición comenzó a desmembrarse, la falta de coordinación y claridad de políticas nos colocará en un escenario delicado, por la falta de inversión, el gran déficit, alta inflación y una moneda altamente devaluada. Comprar dólares parece una alternativa positiva.