Hallan peligrosas “bombas de calor” que destruyen el hielo marino del Ártico

Una cantidad sin precedentes de calor penetra en las gélidas aguas del Ártico, provocando el calentamiento del hielo desde abajo, sostienen los científicos.

CALIFORNIA, EE. UU., 1 MAYO 2021 — Un equipo de científicos ha descubierto que unas “bombas de calor” compuestas de agua cálida procedentes del océano Pacífico están acelerando el derretimiento del hielo marino en el Ártico, según lo exponen en un reciente estudio publicado en la revista Nature Communications.

La investigación, dirigida por oceanógrafos de la Universidad de California (EE.UU.), sostiene que una cantidad sin precedentes de calor llega a través del Estrecho de Bering hasta las gélidas aguas del Ártico, calentando el hielo desde abajo durante meses o incluso años.

Gracias a mediciones realizadas durante una expedición en 2018 y a imágenes obtenidas por satélite, se ha podido descubrir que el agua de verano del Pacífico, más densa y salada, que el equipo compara con “un chorro caliente en un océano frío”, se desliza por debajo de las aguas más frescas del océano Ártico, a través de un proceso de subducción.

Su movimiento crea bolsas de agua muy cálidas, conocidas como “bombas de calor”, que giran como remolinos hacia el norte debajo de la capa de hielo, provocando su derretimiento. Una animación del Instituto Scripps de Oceanografía representa el fenómeno estudiado y pone de relieve sus consecuencias.

Los especialistas consideran que estas columnas cálidas de agua “aportan tanto calor como propiedades biogeoquímicas únicas”, contribuyendo de esa forma a “un ecosistema ártico cambiante”. Aún se desconoce el impacto que esta mezcla de materia orgánica y química introducida en el ambiente ártico tiene en el ecosistema.

“La tasa de aceleración del derretimiento de hielo marino en el Ártico ha sido difícil de predecir con precisión, en parte debido a todas las complejas retroalimentaciones locales entre el hielo, el océano y la atmósfera”, explica Jennifer MacKinnon, autora principal de un trabajo que —asegura— “muestra el gran papel que juega el agua del océano en el calentamiento” como parte de las mencionadas reacciones.

Los autores esperan aprovechar estos nuevos hallazgos para desarrollar mejores sistemas de predicción climáticos relacionados con el derretimiento de los glaciares y el calentamiento global.

Científicos descubren que el glaciar del ‘Día del Juicio Final’ podría estar derritiéndose más rápido de lo que pensaban

Con ayuda de un robot submarino, que exploró el subsuelo del glaciar, los especialistas crearon un mapa de las corrientes cálidas que socavan la plataforma de hielo.

Hay razones para pensar que el glaciar Thwaites, en la Antártida, conocido como el glaciar del ‘Día del Juicio Final’, podría estar derritiéndose más rápido de lo que los científicos habían estimado hasta ahora, según un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances.

Un robot submarino sin tripulación, bautizado como Ran, exploró el subsuelo del glaciar, bajo la plataforma de hielo, y midió la temperatura, la fuerza, la salinidad y el contenido de oxígeno de las corrientes oceánicas. Los científicos a cargo de la investigación crearon un mapa de las corrientes y estudiaron cuáles llevaban aguas cálidas. Encontraron corrientes de las que no sabían antes nada.

“Algunos canales de agua caliente que acceden y atacan al Thwaites no eran conocidos por nosotros antes de la investigación. Usando sonares desde un barco, junto con los mapas oceánicos de muy alta resolución aportados por Ran, pudimos detectar que hay caminos distintos que el agua toma, dentro y fuera de la cavidad de la plataforma de hielo, influenciados por la geometría del fondo oceánico”, comentó Alastair Graham, de la Universidad del Sur de Florida (EE.UU.).

Según sus cálculos, el agua lleva 0,8 teravatios de calor al glaciar, lo que hace que 75 kilómetros cúbicos de hielo se derritan cada año. Los investigadores también manifestaron su preocupación por el hecho de que el agua caliente se acerca a los puntos de apoyo del glaciar. Esto puede conducir a su destrucción y, por lo tanto, a un derretimiento acelerado del hielo. Debido a su ubicación y forma, el Thwaites es particularmente sensible a las corrientes oceánicas cálidas y saladas que están abriéndose paso debajo de la enorme masa de hielo.

Las variaciones en salinidad, temperatura y contenido de oxígeno indican que bajo el glaciar hay un área activa, antes desconocida, donde diferentes masas de agua se encuentran y se mezclan entre sí, lo cual es importante para comprender los procesos de fusión en sus bases, comentaron los especialistas.

Los investigadores resaltaron que la capa de hielo de la Antártida occidental representa aproximadamente el 10 % de la actual tasa de aumento del nivel del mar. De otra parte, el hielo de esa región tiene el mayor potencial para aumentar dicha tasa, precisamente porque los cambios climáticos más rápidos en todo el mundo están teniendo lugar en el glaciar Thwaites.

Según sus cálculos, el agua lleva 0,8 teravatios de calor al glaciar, lo que hace que 75 kilómetros cúbicos de hielo se derritan cada año. Los investigadores también manifestaron su preocupación por el hecho de que el agua caliente se acerca a los puntos de apoyo del glaciar. Esto puede conducir a su destrucción y, por lo tanto, a un derretimiento acelerado del hielo. Debido a su ubicación y forma, el Thwaites es particularmente sensible a las corrientes oceánicas cálidas y saladas que están abriéndose paso debajo de la enorme masa de hielo.

Las variaciones en salinidad, temperatura y contenido de oxígeno indican que bajo el glaciar hay un área activa, antes desconocida, donde diferentes masas de agua se encuentran y se mezclan entre sí, lo cual es importante para comprender los procesos de fusión en sus bases, comentaron los especialistas.

Los investigadores resaltaron que la capa de hielo de la Antártida occidental representa aproximadamente el 10 % de la actual tasa de aumento del nivel del mar. De otra parte, el hielo de esa región tiene el mayor potencial para aumentar dicha tasa, precisamente porque los cambios climáticos más rápidos en todo el mundo están teniendo lugar en el glaciar Thwaites.

Con información de RT