Filipinas acusa a Pekín de “militarizar” el mar de la China Meridional con la presencia “provocadora” de 220 buques de guerra

Los militares filipinos aseguran que los barcos han invadido el “territorio soberano” del país.

El secretario de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, ha instado a Pekín que retire las embarcaciones detectadas en el mar de la China Meridional, y describió su presencia en la zona en disputa como una violación de los derechos marítimos de su nación

FILIPINAS, 21 MAR 2021 – El secretario de Defensa de Filipinas, Delfin Lorenzana, ha instado a Pekín que retire las embarcaciones detectadas en el mar de la China Meridional, y describió su presencia en la zona en disputa como una violación de los derechos marítimos de su nación.

Lorenzana afirmó este domingo que 220 buques de guerra pertenecientes a las fuerzas chinas estaban operando dentro de la Zona Económica Exclusiva de Filipinas. Los barcos han invadido el “territorio soberano” del país y su presencia es “una clara acción provocadora de militarizar el área”, aseveró el secretario en un comunicado.

El alto funcionario agregó que la Guardia Costera trabajaría con el Gobierno para emprender “acciones apropiadas” destinadas a “mantener la paz y la estabilidad” en el área marítima involucrada.

El mar de la discordia

El mar de la China Meridional ha sido una fuente constante de tensión durante años, al ser objeto de reclamaciones territoriales y marítimas de múltiples naciones, incluidas China, Vietnam, Filipinas, Taiwán, Malasia, Indonesia y Brunei.

La región, rica en recursos y una importante vía internacional por la que pasan billones de dólares en tráfico marítimo cada año, también ha sido el objetivo de las llamadas misiones de “libertad de navegación” organizadas por EE.UU.

La creciente frustración de Filipinas con China se produce mientras Manila intenta negociar con Washington sobre la presencia de tropas estadounidenses en su territorio. El mes pasado, el presidente Rodrigo Duterte declaró que el Pentágono tendría que ofrecer una compensación financiera antes de poder enviar personal militar norteamericano en virtud del Acuerdo de Fuerzas Visitantes.