BUENOS AIRES. TRES DE FEBRERO. LOMA HERMOSA: varias personas reclaman por una estafa piramidal del mándala de la abundancia. Cómo detectarla y cómo evitar caer en ella

En los 80, se lo conocía por el nombre del “avioncito”, ocupado por un piloto, copilotos, tripulantes y pasajeros. En los últimos años se convirtió en flor, mándala o telar de la abundancia. Las estafas piramidales o “esquema Ponzi” fueron tomando diferentes nombres según el contexto histórico, pero la realidad es que en todos los casos llevan a una ganancia para pocos y una pérdida para muchos.

LOMA HERMOSA, TRES DE FEBRERO, BUENOS AIRES, ARGENTINA, 17 MAR 2021 (Mi Periódico) – Varias personas que se sienten estafadas por participar en una mándala de la abundancia protestaban esta noche frente a una vivienda ubicada en cercanías del cruce de las calles Gabino Ezeiza y Brasil.

Los damnificados denuncian que la mujer que promocionaba el mándala a través de su cuenta de Facebook ofreciendo grandes ganancias para quien aportara dinero que debía ser depositado en una cuenta, desapareció con una millonaria suma dejando un gran cantidad de damnificados. Aunque algunos lograron recuperar la inversión.

Varios móviles policiales están en el lugar para evitar incidentes.

La propuesta era tentadora. Grandes ganancias, al mismo tiempo que alientan, éxito, confianza, amistad y, claro, plata.

Pero, ¿de qué se trata esta estafa?. Tiene varios nombres: puede ser “El Telar de los Sueños”, “El Telar de la Abundancia”, “Ruedas de la amistad” y “Flor de la Prosperidad”, “El mandala de la Abundancia”, entre otros.

Pero básicamente todos son lo mismo: un sistema piramidal que se sustenta con el dinero de una base de aportantes a los que se les promete cuadruplicar su inversión. Pero rápidamente, se convierte un una estafa difícil de investigar por la justicia.

Los de arriba reciben el dinero de las bases y la rueda sólo funciona en la medida que se consiguen nuevos aportantes. Cuando se corta el flujo, sobreviene el desastre. Quienes pusieron su dinero terminan siendo víctimas de un engaño, una estafa.

El truco es muy viejo, pero el año pasado volvió con más fuerza. Las crisis económicas y la falta de empleo son un contexto ideal para que resurjan estos engaños. El empoderamiento femenino es usado, en muchos casos, como un anzuelo para la trampa, con el objetivo de que una víctima no sólo ingrese al juego sino que también convenza a sus amigas de invertir dinero en los telares.

Pero ¿por qué creer en un sistema que sin método aparente genera ganancias de la nada? ¿Cómo siguen teniendo seguidores pese a las denuncias y alertas?  ¿Si ganar plata rápido y fácil es tan sencillo, por qué no todos participan?

“Se trata de un mecanismo mediante el cual se invita al público a colocar su dinero con promesas de retribuirle intereses exorbitantes”, decía el comunicado. En esa línea, y a fin de prevenir a la ciudadanía sobre el fenómeno y dotarla de la información necesaria en caso de ser contactada para participar, se sugirió tener en cuenta que:

  • Dado que el dinero ingresado no se destina a ninguna actividad que de por sí produzca utilidades, la posibilidad de obtener la ganancia prometida depende exclusivamente del ingreso de nuevos participantes.
  • A medida que se van creando nuevos grupos, se van necesitando cada vez más personas para completarlos, lo que aumenta las posibilidades de que el mecanismo se quiebre y se produzcan pérdidas.
  • La captación pública de dinero para su colocación en inversiones es una actividad que en nuestro país requiere autorización de las autoridades competentes (como el Banco Central de la República Argentina o la Comisión Nacional de Valores), quienes controlan el funcionamiento de las entidades a efectos de proteger contra fraudes y abusos.
  • Antes de hacer una inversión, es conveniente conocer su funcionamiento, sus condiciones y sus riesgos, así como también obtener información acerca de la seriedad y solidez de quien la administra.

Para sumar mas complejidad a la cuestión, estos sistemas son muy difíciles de investigar en la Justicia. Pero hay causas que han avanzado. Por ejemplo, en 2017, se detuvo a una mujer en San Juan que había estafado a unas 700 víctimas, por un monto superior a los 2 millones de pesos.

“Las víctimas se sienten tan tontas que no quieren hacer la denuncia y quedar en ridículo”, explicó una fuente judicial al diario Clarín. “Además como se usa la red es muy complejo llegar a quienes están detrás de estas maniobras, identificarlos y poder ir tras ellos con una acusación penal”, remató la fuente.