Myanmar: cientos de legisladores retenidos por el Ejército denuncian arresto domiciliario

Myanmar: cientos de legisladores retenidos por el Ejército denuncian arresto domiciliario

MYANMAR, 2 FEB 2021 – Este martes cientos de miembros del Parlamento de Myanmar permanecen en sus viviendas gubernamentales en la capital del país sin que el Ejército les permita salir, por lo que denuncian arresto domiciliario. La acusación se produce un día después de que los militares dieron un golpe de Estado y detuvieron a políticos de alto rango, entre ellos la premio Nobel y líder Aung San Suu Kyi. El partido político de la líder birmana emitió un comunicado en el que exige su liberación, mientras el comandante Min Aung Hlaing asume el control del país.

El Ejército tiene el pleno control de Myanmar. Este 2 de febrero, un día después de que estaba prevista la posesión del nuevo Parlamento surgido de las elecciones del pasado 8 de noviembre, los legisladores se encuentran en cambio retenidos por los militares en contra de su voluntad.

La fuerte presencia de soldados y los puestos de control se extienden por todo Naipydió, la capital, mientras cerca de 400 legisladores permanecen confinados dentro de sus viviendas gubernamentales. Uno de los parlamentarios retenidos aseguró que desde el complejo pueden comunicarse por teléfono, pero no tienen permitido salir, por lo que denuncian que están bajo arresto domiciliario.

Bajo condición de anonimato por temor a represalias, el hombre dijo a AP que la Policía de encuentra dentro del lugar, mientras siguen rodeados del Ejército. “Tuvimos que permanecer despiertos (toda la noche) y estar alerta”, afirmó el legislador, luego del golpe de Estado del lunes, en el que la líder Aung Sang Suu Kyi y el presidente Win Myint fueron detenidos. Indicó que ninguno de los dos se encuentra con ellos.

Otro diputado del partido Liga Nacional para la Democracia (NLD), de Aung Sang Suu Kyi, señaló que la vida continúa con normalidad en los dormitorios para los parlamentarios, pero que su recinto es como “un centro de detención al aire libre”. “No se nos permite salir (…) Estamos muy preocupados”, dijo a AFP.

La liga Nacional para la Democracia exige la liberación de Aung San Suu Kyi

Entretanto, el partido político que arrasó en los comicios de noviembre, pues la comisión electoral descartó las denuncias de presunto fraude, exigió al Ejército que libere a su líder y premio nobel de paz, Aung San Suu Kyi.

La NLD (por sus siglas en inglés) emitió un comunicado este martes en el que pide a los militares que respeten los resultados de las elecciones y liberen a todos los detenidos.

“El comandante en jefe que toma el poder de la nación está en contra de la Constitución y también descuida el poder soberano del pueblo”, señaló.

La toma del poder por parte del Ejército se produjo en la madrugada del lunes, horas antes de que se reunieran los legisladores de todo el país, en la capital, para la nueva sesión parlamentaria. La institución castrense justificó sus acciones en un presunto fraude electoral durante los comicios que le dieron una amplia victoria al movimiento político de Suu Kyi, que obtuvo el 83 por ciento de los 476 asientos del Legislativo.

Pero organizaciones defensoras de los derechos civiles apuntan a que el golpe de Estado fue provocado por la frustración de los uniformados de que “fueron claramente derrotados” en las elecciones.

“Es como matar a un mosquito con un martillo: llegaron al extremo más grande de una manera que indica que realmente no están de acuerdo con el experimento democrático si no sale como ellos quieren”, dijo Phil Robertson, de Human Rights Watch.

El Ejército anunció que el comandante en jefe, el general mayor Min Aung Hlaing, estaría a cargo del país durante un año, al tiempo que anunció un nuevo gabinete de 11 miembros, compuesto por militares, exgenerales y exasesores de una Administración anterior, encabezada por el exgeneral Thein Sein.

Lanzan campaña de desobediencia civil

En las últimas horas, el grupo activista Yangon Youth Network, uno de los más grandes del país, informó que lanzó una campaña de desobediencia civil para presionar a los golpistas.

“La Red Juvenil de Yangon declaró e instó a la desobediencia civil como una respuesta inmediata”, dijo un representante del movimiento en Twitter, y señaló que los médicos de un hospital de Mandalay también se unieron a esa campaña.

Es uno de los primeros signos de acción concreta en la nación para oponerse al golpe. Sin embargo, aún no está claro cuáles serían sus alcances. Para algunos ciudadanos, el temor es latente.

Este martes, en Yangon, la ciudad más grande del país, decenas de personas retiraron de sus hogares y negocios las alguna vez omnipresentes banderas rojas del partido de Suu Kyi.

La vida de los residentes continúa con relativa normalidad: mercados abiertos, vendedores ambulantes en las calles y transporte público funcionando.

Según los militares, habrá nuevas votaciones cuando las condiciones sean las adecuadas y entonces entregarían el poder al ganador. Un escenario que causa dudas. La institución castrense se había comprometido a respetar los resultados de los pasados comicios, los segundos después de más de medio siglo de dictadura militar.

A pesar de una transición democrática liderada por Suu Kyi, el Ejército nunca se ha apartado del poder; conservó los importantes ministerios del Interior, Fronteras y Defensa, justo antes de dar el Golpe de Estado, con el que su dominio ahora se amplía.

France24, con AFP, AP y Reuters