Una nueva protesta de manteros cortó las vías del tren Sarmiento a la altura de Flores

Es el segundo día consecutivo en que los trabajadores se manifiestan en la zona. Rechazan los operativos policiales que despliega el gobierno de la Ciudad para impedir la instalación de puestos ambulantes.

CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, 13 ENE 2021 – Una nueva protesta de manteros se produjo en el barrio porteño de Flores en rechazo a los operativos policiales que despliega el Gobierno de la Ciudad para impedir la instalación de puestos ambulantes de comercialización de ropa, juguetes, accesorios y otros objetos.

El reclamo de esos trabajadores fue realizado por segundo día consecutivo, duró tres horas y consistió, primero, en un corte en la intersección de las avenidas Avellaneda y Nazca y, luego, se trasladó hacia el paso a nivel de Nazca y Yerbal, a la altura de la estación Flores, e interrumpió el paso del Tren Sarmiento, que por allí circula.

Luego de varias horas de protesta, los manteros se reunieron con representantes del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, que continuará la semana que viene, según informaron los peticionantes a los canales de noticias de la TV.

La semana pasada, la Policía de la Ciudad, junto con agentes de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), desplegó un nuevo operativo para evitar la instalación de puestos de venta ambulante vendedores ambulantes en el área comercial de Flores, principalmente en las calles Avellaneda, Bogotá, Cuenca, Argerich y Aranguren.

La administración que conduce Horacio Rodríguez Larreta dispuso además reforzar la presencia en la zona de policías e inspectores de la AGC.

Los vendedores ambulantes de Flores denunciaron en otras ocasiones la “persecución, maltrato y represión” por parte de la parte del Gobierno de la Ciudad.

Una de ellas ocurrió el jueves pasado, con los mismos reclamos y bajo la consigna “queremos trabajar”, y, con anterioridad, en vísperas de la Navidad, cuando aconteció una pelea durante horas entre vendedores ambulantes y comerciantes para alzarse con la inyección de dinero de la multitudinaria concentración de personas que se habían acercado, en los días previos a esa fiesta, para efectuar la clásica compra de regalos.