Pymes santafesinas expuestas ante el “impuesto a la riqueza”

Catedrático en Teoría y Técnica impositiva, el titular del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Santa Fe advirtió que solo “un porcentaje menor” del aporte solidario “está dirigido a la compra de vacunas y material médico”. 

21 NOV 2020 – “Los argentinos debemos entender que no podemos como país gastar más de lo que recaudamos a través de impuestos y estos ya han llegado a tu techo”, afirmó el contador Julio Yódice (h).

Un total de 14 impuestos nacionales entre aumentos y nuevas creaciones este año, extensión de Ingresos Brutos a todas las actividades en Santa Fe, tasas y contribuciones municipales con fines recaudatorios en lugar de cubrir contraprestaciones. En el país con récord de presión fiscal según el Banco Mundial, el denominado “impuesto a la riqueza” puso en debate palabras como “confiscación”, que se suman a “recesión” e “inflación”.

En una entrevista concedida al diario santafesino El Litoral, el contador Julio Yódice (h). Presidente del Consejo Profesional de Ciencias Económicas y  titular de la cátedra Teoría y Técnica Impositiva II de la Facultad de Ciencias Económicas (UNL), evaluó los alcances de este escenario fiscal y advirtió afectos para empresas y productores de nuestra región.

-¿Es cierto que el gobierno nacional aumentó o creó 12 impuestos desde el inicio de su gestión?

Desde el inicio de la gestión del Presidente Fernández hubo efectivamente un aumento o creación de impuestos en 14 ocasiones, si incluimos los incrementos de tributos incluidos en la ley de presupuesto recientemente aprobada y la media sanción del impuesto a la “riqueza” por parte de la Cámara de Diputados. Los ámbitos fueron diversos, desde la creación del impuesto PAIS a la compra de moneda extranjera, hasta el incremento de las retenciones a las exportaciones.

-A eso, ¿deben sumarse incrementos de Ingresos Brutos y Sellos este año?

Seguramente habrá incrementos de alícuotas impositivas en algunas provincias, o bien se crearán nuevos hechos alcanzados, como ocurre por ejemplo con el proyecto de ley enviado por el Gobierno de Santa Fe a la Legislatura, alcanzando con Ingresos Brutos a todo el abanico de servicios digitales o aplicaciones que utilizamos vía internet o telefonía celular, lo que incrementará por supuesto el costo para los usuarios.

Lamentablemente la crisis económica dio por tierra con los acuerdos de los Consensos Fiscales entre el gobierno nacional y las provincias con lo cual  hemos perdido como país una gran oportunidad para trabajar en pos de lograr un sistema tributario más razonable, que promueva las inversiones y el empleo.

¿Y de tasas y contribuciones?

Hemos visto en los últimos años la aparición de nuevas tasas, que muchas veces persiguen un fin recaudatorio, cuando en rigor, una tasa es la contraprestación que paga la gente por un servicio concreto que le da el Estado a cambio.

-Cuando el Banco Mundial afirma que la presión fiscal en el país es 106 %, ¿significa que a una empresa no le alcanza su renta para pagar todos los impuestos y cargas sociales?

Es una muy buena pregunta, por cuanto supone que las empresas para sobrevivir no podrían pagar todos sus impuestos. Se trata de estadísticas que publica el Banco Mundial en efecto y claramente muestra a Argentina en el podio de países con mayor presión tributaria. Cuando esta presión es de tal magnitud que  los contribuyentes deben hacer un esfuerzo muy grande para pagar sus tributos, o no pueden hacerlo, o no están dispuestos más allá de determinado límite porque no perciben una contraprestación del Estado, aparece el problema de la informalidad.

Desde otra perspectiva, cuando los impuestos son tan elevados, hay un traslado a los precios que pagamos todos los consumidores. Cuando uno compra un producto cualquiera, cerca de la mitad del valor que pagamos son impuestos.

-El Aporte Solidario a los activos de más de $ 200 millones, de sancionarse, ¿resulta doble imposición con respecto a Bienes Personales, cuyas alícuotas ya aumentaron en la emergencia?

Ese es uno de los puntos que seguramente dará lugar a demandas judiciales, porque efectivamente quienes deban pagar este impuesto ya abonan el Impuesto sobre los Bienes Personales, con el aditamento que el impuesto a la riqueza no contempla las exenciones de ese tributo. Hay otros problemas técnicos importantes que plantea, como la residencia fiscal disociada del momento al cual grava los bienes, o el hecho que si los bienes están ubicados en Argentina y son de una empresa del exterior, no tributan.

En mi opinión la creación de este impuesto no es una buena señal porque afecta la producción al someter a imposición activos explotados en una actividad económica. Hay además que ser cuidadoso con el mensaje que se le da a la sociedad, ya que Argentina en realidad necesita gente que tenga recursos para invertir en fábricas, aumentar nuestro potencial agroindustrial, financiar proyectos de gran escala, generando trabajos y aumentando la producción del país.

Además cuando se analiza el texto del nuevo impuesto, se advierte que un porcentaje menor de lo que se recauda realmente está dirigido a la compra de vacunas y material médico como inicialmente se señaló. La mayor parte se destinará a otros fines.

-En su experiencia, ¿hay Pymes santafesinas que quedarían alcanzadas por el denominado impuesto a la riqueza?

Es probable que así sea, en el caso de que recayera sobre los propietarios de las empresas por sus participaciones en ellas, o bien sobre explotaciones unipersonales, como por ejemplo productores agropecuarios. En ese sentido se habla que el campo perderá una suma importante por menos exportaciones, las cuales provienen de la región centro en mayor medida.

-¿Qué pasará con los activos alcanzados por el gravamen, en los casos de ser bienes de capital adquiridos con créditos que productores o industriales aún no pagan?

Por lo que he leído del proyecto, no existe la posibilidad de descontar del valor activo el pasivo contraído para comprarlo. Es otro de los aspectos que se le critican.

-¿Qué pasa hoy en el país con los balances, la inflación y Ganancias?

Los estados contables hoy son ajustados contablemente por inflación desde el año 2018, para reflejar la pérdida del poder adquisitivo de la moneda. Está vigente también desde hace dos años un mecanismo de ajuste por inflación impositivo, aunque limitado en su alcance, con el aditamento que el impacto de la inflación que el mismo determina se difiere en el tiempo, ya que se computa en varios años.

¿Hace falta una reforma fiscal? 

Consultado sobre esta posibilidad, Yódice señaló que “hoy los países compiten por tener sistemas fiscales competitivos y que atraigan inversiones. No sólo compiten las empresas de distintos países, sino también sus gobiernos en el diseño de los sistemas tributarios.

“Creo -dijo- que es necesaria una reforma que disminuya la cantidad de impuestos, simplifique su liquidación y armonice la aplicación de los gravámenes nacionales, provinciales y municipales. Que resuelva por ejemplo este problema que tenemos con los impuestos provinciales, en donde los contribuyentes acumulan importantes saldos a favor debido a las retenciones que sufren, y no pueden recuperar su dinero”.

Yódice destacó que “desde la Federación Argentina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas estamos elevando propuestas al Poder Ejecutivo Nacional en esa dirección. En cualquier caso, los argentinos debemos entender que no podemos como país gastar más de lo que recaudamos a través de impuestos y estos ya han llegado a tu techo. Si no comprendemos esto, muy lejos estará la solución a nuestros ya crónicos problemas económicos”.