Tormenta Iota se avecina a Nicaragua, Honduras y Guatemala, ya golpeadas por Eta

Los presidentes de las naciones centroamericanas se unen para buscar fondos mientras un nuevo gran huracán se acerca a la región ya devastada por Eta, que dejó al menos 200 personas muertas. Este lunes 16 de noviembre, la tormenta Iota se transformará en huracán cuando golpee la costa Miskita de Nicaragua y Honduras, según las previsiones del Centro Nacional de Huracanes de EE. UU.

14 NOV 2020 (AFP) – Un segundo desastre natural se avecina a Centroamérica. En medio de dos potentes fenómenos climáticos en lo corrido de noviembre acercándose a más de 30 millones de personas, los mandatarios de Honduras, Nicaragua y Guatemala anunciaron que solicitarán ayuda este lunes al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Los presidentes afirman que buscan enfrentar los daños de Eta que dejó más de 200 muertos y prepararse para la nueva tormenta Iota, que impactará su costa también transformada en huracán.

“El lunes próximo estaremos tocando las puertas del BCIE” en busca de recursos para atender los desastres naturales en la región, anunció el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, durante una rueda de prensa conjunta en Managua con su homólogo de Nicaragua, Daniel Ortega.

“Sobre esta pandemia nos ha caído esta otra pandemia que es la pandemia que tiene que ver con los desastres naturales, provocada por el daño al medio ambiente”, señaló por su parte el mandatario nicaragüense, quien calcula que las pérdidas económicas de Eta ascienden a 172 millones de dólares.

Previo a su visita a Managua para buscar alianzas ante estos fenómenos climáticos, Hernández visitó Guatemala donde discutió la propuesta con el presidente Alejandro Giammattei, quien a su vez se comprometió a hablar con el presidente salvadoreño, Nayib Bukele para concretar una propuesta conjunta ante el BCIE.

“Vamos a ir juntos a perseguir los fondos verdes, para que estos nos sirvan como garantías en la constitución de los créditos de seguro agrícola y los seguros de la infraestructura estratégica de nuestros países de manera que cada uno de estos desastres que son consecuencias de los cambios climáticos no los tengamos que estar enfrentando los países con más deuda y más endeudamiento porque va a llegar un momento que no lo vamos a poder soportar”, dijo Giammattei.

Hernández aseguró que el respaldo es urgente, debido a que Centroamérica ha sido la región más afectada del planeta por los efectos del cambio climático en los últimos 25 años. “Centroamérica está clasificada, junto con las islas del Caribe, como las zonas más vulnerables del mundo” a los desastres naturales, coincidió Ortega.

Iota impactará a Centroamérica el lunes

Cuando la región centroamericana aún no se recupera de la devastación causada por Eta, que afectó a alrededor de 2.5 millones de personas desde Guatemala hasta Panamá en los primeros días de noviembre, la zona tendrá que recibir el impacto de Iota.

La ahora tormenta tropical se convertirá en un gran huracán cuando golpee las selvas de la costa Miskita de Nicaragua y Honduras este lunes, según las proyecciones del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH).

Con Iota, que se formó el viernes por la tarde, el CNH prevé que podría haber vientos de hasta 193 kilómetros por hora una vez choque en Centroamérica, solo dos semanas después de que Eta azotara el área.

“Las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados ​​por las fuertes lluvias podrían ser importantes en Centroamérica debido a los esfuerzos de recuperación en marcha después del huracán Eta”, indicó el centro meteorológico.

Además, hasta el próximo miércoles por la mañana, Iota podría causar inundaciones repentinas potencialmente mortales y hacer que los ríos se desborden en partes de Haití, Jamaica y otros ligares de América Central, explicó el Centro Nacional de Huracanes.

En Honduras, las evacuaciones ya están en marcha, específicamente en el Valle de Sula, y las autoridades informaron que desde este sábado dejarían salir agua de una presa importante, como medida de prevención ante la proximidad de Iota, la trigésima tormenta récord de la temporada de huracanes del Atlántico.